Pablo Iglesias ha regresado a Lavapiés para dar su primer mitin de campaña. En este barrio nació Podemos. Un barrio, según el candidato, "odiado por la derecha". Ha elegido la plaza Nelson Mandela para su discurso y ha estado acompañado por Serigne Mbayé -el líder de los manteros- y la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz.

Antes de coger Iglesias el micrófono, el público ha coreado lemas como "¡Madrid será la tumba del racismo!" o "¡Madrid será la tumba del fascismo!". Al ya exinquilino de Moncloa le dicen que "está acabado", pero ha asegurado que entrará en el Gobierno de la Comunidad.

Porque todas las encuestas que vaticinan lo contrario -son la mayoría- "están compradas". Ese ha sido uno de los ejes del discurso de Iglesias, que ha recrudecido sus ataques a los medios de comunicación.

El líder de Podemos ha asegurado que el Ejecutivo de Ayuso ha "comprado" el grupo Atresmedia con "quince millones de euros" dos semanas antes de las elecciones: "Se creen que España es su cortijo. Con mis millones me compro las televisiones que quiero. ¡Eso es lo que hacen!".

Iglesias ha llamado a la "movilización" y ha pedido a sus electores que no se dejen engañar: "Cualquiera que diga esto es un bolivariano y no cree en la libertad de prensa. Pero la gente ya lo sabe, salimos a jugar este partido con los árbitros comprados". "Van a mentir, van a hacer trampas hasta el final. Van a aparecer encuestas diciendo que la derecha y los ultras ya lo tienen hecho", ha apostillado Iglesias.

Para insinuar una especie de censura a sus discursos, Iglesias ha clamado: "Esto que digo no va a salir en las televisiones. Este corte no va a aparecer en las televisiones".

Para entonar el "sí se puede" de las campañas anteriores, Iglesias también ha recurrido a la confrontación con los medios de comunicación: "Escribieron miles de páginas diciendo 'vosotros, rojos de mierda, no entraréis en el Gobierno'. Y lo hicimos".

El exvicepresidente ha definido Podemos como el partido de "la firmeza y las garantías". Ha reiterado que a la derecha y a la ultraderecha les subleva que Yolanda Díaz, la hija de un sindicalista, sea ministra de Trabajo; y que Ione Belarra, activista contra el racismo, sea ministra de Derechos Sociales.

Iglesias ha repetido que la derecha "odia lo público" y que quiere "destruir lo que es de todos": "¡Segregan y destruyen lo que es de todos!".

En línea con ocasiones anteriores, se ha referido a Yolanda Díaz como próxima presidenta del Gobierno de España. Ella ha respondido: "Claro que se puede -sobre el 4-M-, Podemos ha demostrado que se puede cambiar la Historia".

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