Carlos Cuadrado y José María Espejo dimiten como vicesecretarios de Ciudadanos. Según ha contrastado este periódico, dan un paso a un lado, pero permanecerán en el núcleo duro de Inés Arrimadas. Seguirán siendo miembros del llamado comité permanente. Se trata de la punta del iceberg de una profunda reestructuración. Edmundo Bal ha sido nombrado portavoz nacional.

Los ya exvicesecretarios estuvieron en el punto de mira de los críticos por las decisiones estratégicas tomadas de un año a esta parte: el estado de alarma de seis meses, la negociación presupuestaria con el Gobierno, la campaña catalana y, sobre todo, la moción de censura de Murcia.

A tenor de las fuentes consultadas por este diario, han sido ellos quienes han decidido abandonar las vicesecretarías, pero tienen el “ok” de Arrimadas para mantener su puesto en el comité permanente. Lo que podría producir otro cisma.

Este órgano, hasta ahora formado por ellos dos, Arrimadas, Marina Bravo -secretaria general-, Melisa Rodríguez -portavoz-, Edmundo Bal y Borja González ha sido objeto de una ampliación. Tal y como publicó este diario, la presidenta ha ofrecido puestos a Begoña Villacís -vicealcaldesa de Madrid-, Ignacio Aguado -exvicepresidente de la Comunidad-, Juan Marín -vicepresidente de Andalucía- y Toni Cantó -líder en Valencia-.

La estrategia de Arrimadas ha desembocado en lo que ella misma ha llamado un comité permanente de "concentración". Tan numeroso como para incluir, además de los ya mencionados, a Jordi Cañas -eurodiputado-, Guillermo Díaz -diputado-, Sara Giménez -diputada-, Fernando Giner -líder en Valencia ciudad- y Daniel Pérez -líder en Aragón.

El punto caliente de la Ejecutiva de este lunes reside en Toni Cantó. El portavoz en Les Corts valencianas se ha guardado su opinión para el cónclave y no ha desvelado si va a aceptar el puesto en el comité permanente. De momento, en relación a Cuadrado y Espejo, con quienes tendría que compartir mesa, ha hablado de “bochornoso espectáculo”.

La reestructuración programada por Arrimadas está siendo, por tanto, más tormentosa de lo que se preveía. La presidenta quiere integrar en su nuevo núcleo duro a los críticos con los criticados. A los viejos con los nuevos estrategas.

Villacís, Marín y Cantó se han pronunciado públicamente sobre Espejo y Cuadrado. Aguado, en este sentido, ha sido más cauteloso. Fuentes autorizadas detallan a EL ESPAÑOL que los dos líderes madrileños y el vicepresidente andaluz ya han dado su "sí" a Arrimadas y que aceptan las características del nuevo proyecto.

Toni Cantó ya fue muy duro en la última Ejecutiva. Cargó contra Espejo y Cuadrado por haber renunciado a la dura batalla contra el nacionalismo en Cataluña. Ahora, considera un grave error haber volado los puentes con el PP y mantener, en cambio, una fluida interlocución con Pedro Sánchez.

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