El exjefe político de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea, Josu Ternera, ha negado las acusaciones que pesan sobre él por la supuesta financiación de la banda terrorista a través de las herriko tabernas y ha alegado que se está criminalizando su actividad política cuando era diputado autonómico.



Ternera ha comparecido este miércoles por videoconferencia desde Francia ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que le ha tomado declaración indagatoria para comunicarle su procesamiento por este caso y también por el atentado contra el directivo de Michelin Luis María Hergueta el 25 de junio de 1980 en Vitoria.



Fuentes jurídicas han informado a Efe de que Urrutikoetxea, de 70 años, ha rechazado contestar a las preguntas del juez, de la Fiscalía o de la acusación que ejerce la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y, en lugar de eso, ha optado por leer una declaración que tenía preparada.



Ha negado que perteneciese a ETA en el momento en el que se produjeron los hechos que se le imputan por el caso de las herriko tabernas y ha dicho que entonces él era parlamentario vasco y tenía muchas reuniones con representantes de la sociedad civil y sindicatos, tanto en la sede de Batasuna en Bilbao como en la de las asociaciones con las que se reunía.



El procesado, que no ha sido capaz de situar los hechos en el tiempo dado que, ha incidido, han pasado 20 años, ha alegado que, en su opinión, se está criminalizando su actividad política como parlamentario.



Ternera está procesado por integración en organización terrorista por la financiación de ETA a través de las herriko tabernas y como cooperador necesario o cómplice en el asesinato del empresario Hergueta en 1980, dos de los casos por los que la Justicia francesa aceptó entregarle a España.



También lo hizo por el atentado de la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, en el que fueron asesinadas once personas, entre ellas seis niños, pero no por la causa en la que la Audiencia Nacional le imputó a él y a otro cuatro exjefes de ETA crímenes de lesa humanidad por los atentados que ordenaron cometer a partir de 2004.



Urrutikoetxea fue detenido en los Alpes franceses en mayo de 2019 tras casi 17 años en búsqueda y ahora vive en el centro de París en libertad condicional (con brazalete electrónico) desde finales de julio pasado, cuando se le permitió salir de la cárcel por razones de salud.



Antes de que sea puesto en manos de las autoridades españolas, Ternera tiene dos causas pendientes en Francia: la repetición de dos juicios que se celebraron con el exjefe de ETA en rebeldía y por los que fue condenado a siete y ocho años de prisión, respectivamente. 

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