"Yo quiero creer eso, claro". La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha justificado en la sala de prensa de Moncloa que Pablo Iglesias denigrase la calidad de la democracia española "en el hecho de que estamos en campaña electoral para las elecciones catalanas de este domingo".

Según Montero, "si no, no se entenderían" las palabras del líder de Unidas Podemos, que este lunes dijo hablar "como vicepresidente del Gobierno de España" cuando aseguró que "no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España", por la existencia de líderes independentistas "en las cárceles y en el exilio".

Iglesias atacó de esta manera a las instituciones que le dan legitimidad a su presencia en el Ejecutivo durante una entrevista concedida al diario 'Ara', de línea editorial independentista, tras haber participado este sábado en un acto electoral junto a la candidata de En Comú Podem a la Generalitat, Jéssica Albiach.

María Jesús Montero justifica las críticas de Iglesias a la democracia española

El socio de Pedro Sánchez en la coalición de Gobierno aludía expresamente a las palabras del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que el pasado viernes comparó el encarcelamiento del líder opositor ruso, Alexéi Navalny, con la situación de los presos del procés: "Lo tengo que reconocer como vicepresidente del Gobierno español, no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes políticos de los dos partidos que gobiernan Cataluña están uno en la cárcel y el otro en Bruselas", en referencia a Oriol Junqueras y Carles Puigdemont.

Nadie le pidió explicaciones

Montero ha dejado claro que ningún miembro del Ejecutivo, ni siquiera el presidente, le había pedido explicaciones en la reunión semanal del Consejo de Ministros. "De hecho, el vicepresidente no ha tomado la palabra en toda la reunión", aseguró Montero, "ni sobre este tema ni sobre ninguno otro", remarcó.

Montero, eso sí, ha aclarado ante las insistentes preguntas de la prensa, que "la opinión del Gobierno en todo caso, es que España es una democracia plena y consolidada, una de las 23 mejores del mundo".

Pero, aun así, ha tratado de darle legitimidad a la arremetida del vicepresidente alegando que los morados ya han anunciado su deseo de que En Comú Podem forme gobierno en Cataluña de la mano de los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya. "Él es el líder de Unidas Podemos, que es un partido que se presenta a las elecciones catalanas", ha dicho, "y que ha expresado claramente sus preferencias en cuanto a electorado y alianzas".

Carolina Darias, ministra de Sanidad, y María Jesús Montero, portavoz y ministra de Hacienda, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Moncloa

La ministra ha evitado un solo reproche a Iglesias, ha evitado contestar en varias ocasiones a esta cuestión y, cuando no le ha quedad más remedio, incluso ha insistido en tratar de convencer de que "en este asunto no hay ninguna polémica".

"Aspiración de mejora"

Es más, para Montero, el ataque de Iglesias es en realidad, un buen deseo: "Yo quiero entender que sus palabras se enmarcan en una aspiración de mejora de la calidad de la democracia, en su perfeccionamiento".

Montero dijo "entender" la posición de Iglesias como un "compromiso democrático" que se expresa así, porque es "una tarea que nunca acaba y hay que incidir mucho en la utilidad de la política y en legitimarla ante los jóvenes, que a veces se encuentran alejados de las intenciones de quienes ocupamos puestos de responsabilidad".

Todo a pesar de defender una postura completamente contraria, en consonancia con la expresada este ismo lunes por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que apuntó durante una entrevista en Cuatro que "España es una gran democracia y, por tanto, se puede salir del país, pero no exiliarse".

En ese sentido, Montero incidía en que los reproches de Iglesias, alimentando la ofensa de Lavrov desde Moscú durante su rueda de prensa con Josep Borrell, no tienen sentido, porque "en nuestro país hay una total separación de poderes".

Y que si el Gobierno quiere rebajar el delito de sedición en la futura reforma del Código Penal no es por influencia del procés o como una estrategia más de su teoría del "reencuentro", sino por "ponerlo en consonancia con otras regulaciones europeas, que nos dicen que no está actualizado en nuestro ordenamiento jurídico".

En todo caso, la portavoz del Gobierno, instó a los periodistas a preguntar a Iglesias directamente para tratar de averiguar su intención al expresarse en esos términos. "No es la mesa del Consejo de Ministros el traductor oficial de los miembros del Gobierno", dijo, "lo más sano es preguntarle a él por lo que quería decir".