El rey emérito Juan Carlos I ha regularizado este miércoles su situación fiscal en lo relativo a las donaciones por valor de más de 800.000 euros recibidas del empresario británico-mexicano Allen Sanginés-Krause entre 2017 y 2019, según ha sabido EL ESPAÑOL.

Don Juan Carlos ha presentado en la Dirección General de Tributos de la Comunidad de Madrid una "declaración fuera de plazo sin requerimiento previo" y ha satisfecho una deuda tributaria de 678.393,72 euros, incluyendo intereses y recargos.

El importe abonado ha sido dado a conocer por el abogado del rey emérito, Javier Sánchez Junco, que ha hecho público un comunicado en el que señala que "en cualquier caso S.M. el Rey Don Juan Carlos continúa, como siempre lo ha estado, a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuno".

El rey emérito presenta a Hacienda una declaración y abona 678.393,72 euros

Fuentes conocedoras del proceso de regularización han precisado que Don Juan Carlos ha querido incluir todos los fondos procedentes de Sanginés y no sólo los que éste había reconocido como regalos al rey emérito, con el que mantiene una antigua relación.

El grueso de los fondos de Sanginés fueron recibidos en 2017 y 2018 y una cantidad menor en 2019. Se trata, por tanto, de un período de tiempo posterior a la abdicación, en el que la eventual responsabilidad penal del rey emérito no estaría cubierta por la inviolabilidad.

El total de la contribución realizada a favor de Don Juan Carlos por este empresario multimillonario residente en Londres ha arrojado una deuda tributaria de casi 500.000 euros, el 60% de la cantidad recibida. A ello se han sumado cerca de 200.000 euros correspondientes a intereses y recargos.

La operación fiscal ha sido comunicada a la Agencia Tributaria estatal y también se ha puesto en conocimiento de la Fiscalía, que mantiene abierta una investigación preprocesal sobre el patrimonio del rey emérito.

"No hay tarjetas black"

Las fuentes consultadas explicaron la mecánica seguida con los fondos de Sanginés, que iban siendo ingresados en una cuenta bancaria de la que era titular el coronel Nicolás Murga, antiguo ayudante de campo de Juan Carlos I.

Era Murga el que, con su tarjeta, abonaba gastos ordinarios de familiares del rey emérito con cargo a su cuenta. "Nunca ha habido tarjetas opacas", aseguran estas fuentes, negando que los beneficiarios de los pagos -algunos nietos del rey emérito, entre otras personas de la familia de Don Juan Carlos- manejaran por sí mismos, como se ha dicho, tarjetas bancarias contra esa cuenta.

También sostienen que el dinero "nunca ha sido opaco", ya que venía de un cuenta personal de Sanginés a otra cuenta "perfectamente identificada" del exayudante de campo de don Juan Carlos.

El antiguo monarca se encuentra desde agosto en Emiratos Árabes Unidos, donde decidió trasladarse después de que trascendieran informaciones sobre su fortuna en el extranjero. Don Juan Carlos mantuvo entre 2008 y 2012 una cuenta bancaria en Suiza a nombre de la Fundación Lucum, en la que ingresó donaciones millonarias procedentes del rey de Arabia Saudí (100 millones de dólares) y del sultán de Bahréin (1,9 millones de dólares).

Los fondos fueron donados en 2012 por Don Juan Carlos a su examante Corinna Larsen. Este patrimonio no va a ser regularizado, entre otras razones porque el privilegio de la inviolabilidad protege al rey emérito de cualquier irregularidad en ese período.

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