Ayer se cumplían 42 años de la aprobación de la Constitución española, sobre la que se asientan los pilares fundamentales del Estado. Y en una fecha tan señalada la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no quiso asumir "el protagonismo de ocasiones anteriores" señalan fuentes de su círculo y apostó por un perfil bajo.

Los discursos más duros y vehementes los ha dado cuando realmente era ella quien debía dar un paso al frente: así lo hizo el sábado en la Puerta del Sol, cuando acusó a Iglesias de "chavista" y aseguró que su programa es la "contraconstitución".

También adoptó un tono duro durante su visita a Cataluña la semana pasada, o en la Real Casa de Correos junto a Mario Vargas Llosa al concederle al Nobel de Literatura el Premio Francisco Umbral.

Ayer, en cambio, sólo quiso hablar de la importancia de la Carta Magna... Hasta que le preguntaron por el manifiesto de los exmilitares por "la unidad de España".

En un primer momento la lideresa madrileña quiso esquivar la pregunta. "No quiero entrar en consideraciones..." señala. Pero termina por mojarse y dice estar de acuerdo con la literalidad del manifiesto; en el que se habla del deterioro de la unidad de España, de los riesgos que está asumiendo la Democracia y del menosprecio al Rey.

Ayuso acusa a una parte del Gobierno de querer "derrocar la Constitución"

Aunque desde su gabinete aclaran que con esas palabras "ni se ha referido al chat ni conoce a esos señores". En referencia al chat privado de exmilitares en el que se habla de "fusilar a 26 millones de hijos de puta".

"Yo creo que al margen de partidos políticos sí que hay movimientos, incluso de miembros del Gobierno, que estarían de acuerdo con derrocar esta Constitución, que no están de acuerdo con sus artículos y sí que creo que también se está poniendo en tela de juicio normalmente el papel de la Justicia, y el papel de las instituciones", aseveró.

"Y yo creo que es un camino perverso, muy peligroso, y que no nos lleva a ningún buen fin. Por eso sigo apelando al espíritu de la Constitución y a todo lo que hoy conmemoramos aquí", añadió.

Sin embargo, estas palabras de Isabel Díaz Ayuso no son nuevas. Fuentes de su entorno señalan a EL ESPAÑOL que la presidenta lleva meses denunciando que la Democracia española está amenazada. En ese sentido, estas mismas fuentes consideran que el famoso manifiesto que ya han firmado más de 400 exmilitares "dice lo que viene diciendo Ayuso desde hace meses, pero no al revés".

La lideresa "señala lo que los demás no quieren ver" y sus próximos consideran que esa actitud la está convirtiendo en blanco de las iras más furibundas de la izquierda.

Pero las ideas de Ayuso no son nuevas, insisten, viene defendiéndolas desde hace meses y ahora incluso las está imponiendo con determinación. Prueba de ello es la habilidad que ha demostrado a la hora de establecer un plan concreto y diferenciado para Madrid en la segunda ola de la pandemia, sin llegar a decretar el cierre de los comercios. Y el último ejemplo, bastante representativo, el hecho de mantener que las reuniones familiares durante las fiestas navideñas puedan ser de 10 personas y no únicamente de seis, como anunció inicialmente Pedro Sánchez.

"Hay un movimiento que está tomando sus declaraciones para decir que la Democracia está amenazada", señalan desde la Puerta del Sol. En definitiva, desde su entorno interpretan que el 'efecto Ayuso' está provocando que mucha gente se atreva a decir y a denunciar lo que antes no se atrevía.

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