Salvador Illa se niega a retirar el estado de alarma en Madrid, a pesar de que la Comunidad ya ha bajado de la cifra de 500 casos de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días [está en 489, vea aquí el informe]. Es más, el ministro, que ha comparecido en rueda de prensa después de presidir la reunión del Comité de seguimiento del coronavirus, se ha negado hasta en tres ocasiones a aclarar si pedirá la prórroga cuando se cumpla la vigencia del decreto, el próximo 24 de octubre.

"Si en el espacio Covid-19 trabajamos con cooperación, venceremos al virus; hay que estar por debajo de 200 casos para tener margen de maniobra porque vienen semanas muy duras", ha contestado a la primera ocasión. "Hemos decretado el estado de alarma en Madrid por 15 días, porque el confinamiento perimetral era necesario, así es como se doblega la curva", ha sido su segunda contestación. 

Y ya en un tono más desabrido, a la tercera ocasión en la que los reporteros le pedían "qué criterios concretos van a motivar su decisión de levantar o pedir la prórroga", Illa ha espetado: "Tenemos una reunión con los representantes de la Comunidad de Madrid, y vamos a ver qué medidas nos proponen para bajar no de 500, ni de 400, ni de 300, sino de 200... y llegar al entorno de 100 casos de incidencia acumulada". Y añadió: "No lo digo yo, lo dice la OMS y la Unión Europea".

Comité de Seguimiento del Coronavirus.

En su comparecencia en Moncloa, sentado junto a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el titular de Sanidad no ha aclarado si el criterio para pedir o no la prórroga del estado de alarma será bajar de 500 casos o de 200, como sugirió por la mañana. Y ha explicado la razón por la que ni se plantea atender la exigencia de Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez Almeida y Enrique Ruiz Escudero, que comparecían media hora antes desde la sede del Gobierno de la Comunidad.

"Hacen menos PCR"

"A mí me preocupan algunas cosas de la gestión de Madrid", ha dicho. "Yo no digo que sea negligencia, pero hay un retraso en las notificaciones de Madrid por el volumen de contagios... y esto o sabemos todos".

Otra de las "cosas" que le preocupan al ministro de la actitud de la región madrileña es que la caída en los casos notificados puede deberse a que se hacen menos test. Por supuesto, no lo ha dicho de manera expresa, pero se le entendía todo:"De la semana del 21 al 27 de septiembre, en que se hicieron más de 150.000, a la del 28 de septiembre al 4 de octubre en que se practicaron unas 94.000 hay mucha diferencia... se hacen menos PCR, casi 60.000 pruebas menos de una semana a otra, un 40,3%".

La presidenta, el alcalde y el consejero de Sanidad se preguntaban un rato antes "¿por qué Illa cambia las reglas del juego ahora que Madrid está por debajo de 500 casos de incidencia acumulada?". Y el ministro, a eso sí, contestaba que no se puede estar tranquilo con más de 400 casos. "Hay que bajar de 200 para tener margen de maniobra, porque nos vienen semanas complicadas en España y en Europa".

Pedro Sánchez y Salvador Illa, en el Comité de Seguimiento del Coronavirus, en Moncloa. Moncloa

Aun así, a pesar de toda esta presión, Illa aseguró que en la reunión del Grupo Covid prevista para esta tarde noche, iría con esta actitud de cooperación: "Hablaremos sólo de salud pública, al menos nosotros".

La cita es la primera ocasión en que se verán las caras unos y otros tras la tarde en que el consejero no contestaba al teléfono del ministro, tras la noche del ultimátum de Sánchez a Ayuso, y tras la mañana de la imposición del estado de alarma el viernes pasado.

Todo restricciones

El ministro Illa tampoco tenía respuesta a otra cuestión que trasladan los ciudadanos y los hosteleros: ¿Por qué todas las medidas son restrictivas y no proactivas? "Tiene usted razón cuando pide que haya dispensadores de gel en las calles, más frecuencia en los transportes públicos y que abra la atención primaria", contestó el titular de Sanidad.

"Pero eso es responsabilidad de las Comunidades Autónomas, y les hemos dado recursos económicos, humanos, tecnológicos, legales", añadió. "Lo aprobamos en el Plan de respuesta temprana, todo está ahí como compromisos de quienes tienen las competencias, les toca a ellas contestar".

El mensaje final del ministro fue advertir, una vez más, de lo que se nos viene encima y cubrirse ante cualquier crítica o error en la gestión de una pandemia en la que España presenta las peores cifras acumuladas de Europa. "En la crisis de la Covid, certezas absolutas no hay, hay que ir viendo cómo suceden las cosas".

Por eso insistía en rechazar los argumentos de Madrid y en lo del margen de maniobra: "No hay que quedarse con que hemos bajado de 500 y ya está. No. Ya con más de 150 casos de incidencia acumulada hay que actuar con prontitud".

Y es que recién estrenado el otoño, con la campaña de la gripe a punto de llegar y a un solo día de alcanzar los 900.000 infectados en menos de siete meses, Illa conminó a la población y al resto de administraciones a "convivir con el virus de esta forma". Es decir, "detectando precozmente y actuando de manera proporcional. Donde sea. En Madrid, en Talavera o en Teruel. Y si hacemos esto, todos juntos doblegamos la curva".

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