Unidas Podemos se opone férreamente a la fusión entre Bankia y CaixaBank. El encargado de airear la postura de la formación ha sido Nacho Álvarez, secretario de estado de derechos sociales y negociador de Pablo Iglesias en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Habla de "oligopolización" y lamenta la "reprivatización de la entidad". "No es una buena noticia", sintetiza.

La concepción de Iglesias es diametralmente opuesta a la de Sánchez, que no pondrá palos en la rueda. Como ocurre siempre que se trata de economía, los dirigentes de Podemos vuelven la vista hacia Nadia Calviño, a la que describen -en público y en privado- como la "influencia liberal" en el Gobierno.

La fusión abre, por tanto, otra crisis en Moncloa y será un espinoso punto de debate en los Consejos de Ministros venideros. Las fuentes de Podemos consultadas por este diario no esconden las tiranteces "ideológicas" con la ministra y vicepresidenta tercera. "La relación es cordial, pero la disputa es frecuente", indica un portavoz de la organización morada a este periódico.

La puesta en marcha de la operación empresarial fue aireada durante la noche de este jueves a través de dos comunicados oficiales. Tras consensuarlo con el vicepresidente del Gobierno, Nacho Álvarez ha escrito un hilo en su cuenta de Twitter donde se recoge la postura oficial de la formación morada. Unos mensajes que ya ha distribuido el propio Iglesias.

"Es una noticia preocupante para la economía española", reseña Álvarez, quien tratará de lograr una subida impositiva en la negociación de los Presupuestos, principal punto de discordancia con Inés Arrimadas -socia clave-.

"De la última crisis salimos con una importante concentración bancaria. Seguir profundizando la oligopolización del sector financiero no es una buena noticia para la competencia del mercado, ni para la propia estabilidad del sector", arguye Álvarez.

En estas líneas quedan de manifiesto dos de los ejes económicos más vigilados por Podemos: la concentración empresarial -describen la fusión como una pérdida de pluralidad y de derechos- y la apuesta por una banca pública -este aspecto ha sido recogido en varios de sus proyectos electorales-.

"Too big to fail"

A día de hoy, el Estado cuenta con un 61% de Bankia a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Cuando prospere la fusión, este porcentaje se reducirá, aproximadamente, hasta el 14% y CaixaBank se tornará el accionista mayoritario con algo más del 30% del capital social.

Unidas Podemos, de manera apriorística, se opone a lo que llama las "too big to fail", entidades financieras "demasiado grandes para quebrar". Al explicitarlo, Nacho Álvarez coloca su argumento en el espejo de la última crisis financiera. Habla de "riesgo moral" y de "captura institucional".

También avisa de las "importantes implicaciones" que la fusión tendrá "sobre las plantillas de las empresas": "No es este, precisamente, un buen momento para posibles despidos".

Acto seguido, Álvarez apuesta, como era previsible, "por una banca pública eficiente" y destaca el "ejemplo de Alemania". "Bankia puede ser el embrión para ello y, por tanto, el Estado no debe abandonar su participación en el capital reprivatizando la entidad".

¿Por qué? "El Estado invirtió 24.000 millones en sanear Bankia y debe proteger a los contribuyentes que la rescataron con sus impuestos. Las ayudas públicas deben servir para atender necesidades económicas generales, y no para mejorar la rentabilidad de otras entidades".

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