Carles Puigdemont inicia hoy el congreso fundacional de Junts, el nuevo partido con el que pretende recortar distancias con ERC y agrupar todo el espacio posconvergente fragmentado tras el procés de cara a las próximas elecciones catalanas. En esta nueva aventura, destacan cinco dirigentes que han dado el salto desde el PDeCAT y que encarnan la línea dura del nacionalismo más esencialista.



Se trata de Anna Erra, Montse Madrenas, Elsa Artadi, Míriam Nogueras y Montse Morante. Las cuatro, junto a la ya amortizada políticamente Laura Borràs por su imputación en el Tribunal Supremo o los consellers Damià Calvet y Jordi Puigneró, forman parte de la guardia pretoriana del exmandatario catalán. Ellas cinco, sin embargo, también han destacado por un purismo identitario y una beligerancia contra España que que ha rozado el racismo y la hispanofobia.

1. Erra: "Parecer catalán"

La primera de ellas, Anna Erra, es la alcaldesa de Vic y diputada de JxCat. En un debate parlamentario llegó a distinguir entre “catalanes autóctonos” y aquella gente que “por su acento o su aspecto físico no parece catalana”. PSC, PP y Cs arremetieron contra “las declaraciones racistas y supremacistas” de la diputada.



Después del revuelo generado, se disculpó por Twitter asegurando que se “habían malinterpretado” sus palabras. La primera edil de Vic, no obstante, fue también quién instaló un megáfono en el campanario de su localidad donde cada día se podía escuchar el mismo mensaje registrado donde se pedía recordar “que hay presos políticos” y que no se “desviaran” del “camino de la independencia”.



2. Morante y la involución española

La última en sumarse al proyecto de Puigdemont es Montse Morante, nombrada asesora en Presidencia apenas diez días después del aterrizaje de la consellera y portavoz del Govern Meritxell Budó. Morante se dio de baja este viernes de la Ejecutivo del PDeCAT para integrarse en Junts.

Es la menos conocida de las cinco y forma parte del núcleo de confianza de la exdiputada en el Congreso, Míriam Nogueras. En sus comentarios en la red social Twitter incurre en generalizaciones para diferenciar a los catalanes del resto de españoles. “Vergüenza de la España imperial. [Los españoles] no evolucionan, continúan siendo autoritarios. Cataluña no cabe dentro. Nosotros [los catalanes] somos abiertos y democráticos”.

3. Nogueras y las "ratas"

Míriam Nogueras fue la voz en Madrid de Puigdemont. Alejada de los sectores que representaron Carles Campuzano y Marta Pascal, se mantuvo fiel a las instrucciones que llegaban desde Waterloo. La también política posconvergente no tiene reparos en definir a España como un “Estado fascista”.



Como diputada en el Congreso, Nogueras protagonizó algunas sonadas intervenciones en el pleno del Congreso. En una de ellas llamó "impresentable" al periodista Federico Jiménez Losantos, por lo que la entonces presidenta de la cámara, Ana Pastor, la llamó al orden. En otra ocasión habló del "Estado español" como de "un estercolero putrefacto".



En un mitin de JxCat afirmó que España recurre al “más puro estilo turco” para “ejercer la represión” contra los catalanes y llamó “ratas” a jueces, periodistas y policías que viven “en las cloacas del Estado”.

4. Madrenas y la España del s.XX

La alcaldesa de Gerona, Marta Madrenas, diferenció entre la “Europa que avanza” y la Europa “que retrocede”. En este último grupo situaba a España por la imputación por rebelión del Ministerio Fiscal a los líderes del procés: “Entre la España de la rebelión del siglo XX y la Europa de las libertades del siglo XXI no hay duda”.



En otra ocasión quiso aclarar que fue en “Madrid” donde le hicieron un “comentario machista”. La edil separatista hablaba del machismo que sufrió en su etapa en el Colegio de Agentes Inmobiliarios, pero quiso remarcar que nunca ha vivido una situación parecido “entre sus compañeros de aquí [en Cataluña]”.



Madrenas tampoco quiso recolocar la bandera española de la fachada del Ayuntamiento después de que desapareciera. También participó en un corte en las vías de Ave de Gerona para protestar contra la "represión".

5. Artadi y el Holocausto

Por último, Elsa Artadi fue uno de los nombres que sonaron con más fuerza para sustituir a Puigdemont como candidato efectivo a la Generalitat, aunque finalmente fue Quim Torra el elegido. La exportavoz de Presidencia y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona es también una de las mayores confidentes del expresident.



Artadi cerró filas con la portavoz del Govern de que en una Cataluña independiente hubiera habido menos muertos por Covid. Según replicó a la alcaldesa Ada Colau, habrían "confinado 15 días antes". 

Una de sus mayores polémicas fue cuando comparó a la sociedad catalana con Anna Frank, víctima del nazismo.  El director adjunto de la embajada de Israel en España, Assaf Moran, la criticó por usar parte del discurso de Frank para defender la causa independentista.

Fue un ejemplo más de que el odio contra el “Estado español” les puede nublar el juicio hasta equipararse con las víctimas del Holocausto.

Noticias relacionadas