Pablo Casado ha reunido a su Comité Ejecutivo Nacional para exponer su análisis acerca de lo sucedido en las elecciones de Galicia y País Vasco. A modo de conclusión, el presidente del PP ha razonado que los últimos resultado electorales marcan el camino: “Debemos ensanchar el partido hacia el centro”.

Un mensaje que encaja con el trasladado por Núñez Feijóo apenas una hora antes. El barón gallego, en su primera visita a Madrid tras enfrentarse a las urnas, ha pedido una formación “templada y centrada”, “lejos del populismo” de Vox. Parece, por tanto, que Casado se arrima a ese ala moderada que hace tiempo pedía una estrategia clara, que rehuyera de esos bandazos fruto de mirar a Vox y Ciudadanos.

“Enhorabuena, querido Alberto”, ha empezado Casado. El líder conservador ha dedicado gran parte de su tiempo a alabar el trabajo de su compañero en Galicia: “Es insólito tanto en España como en los países de nuestro entorno”. Con gesto sobrio, Feijóo escuchaba en primera fila. “Brillante gestión, políticas eficaces” y un largo etcétera de elogios.

Casado: “Nadie nos tiene que llevar a la moderación porque siempre hemos estado en ella”

Miradas al Gobierno

Casado, en todo momento optimista, ha recordado que el triunfo de Fraga en las autonómicas del 1993 prologaron la llegada a Moncloa de Aznar; y que la de Feijóo en 2009 hizo lo propio con Mariano Rajoy. “Es el preludio”, ha sintetizado. El candidato también ha reconocido las virtudes del modelo gallego, que se despliega eficazmente “hasta el último pueblo” y que aglutina las sensibilidades que van del centro a la derecha. Feijóo, precisamente, llamaba a “reconstruir” ese espacio para poder ser una verdadera “alternativa de gobierno”.

En ese sentido, Casado ha cargado contra Vox por “haber logrado un escaño en Euskadi a costa de restar dos al constitucionalismo”. “Si PP y Ciudadanos hubiéramos pactado para las elecciones de noviembre, ahora estaríamos en el Gobierno”, ha repetido igual que en otras ocasiones.

Con el objetivo de disipar cualquier discrepancia entre Feijóo y él mismo, Casado ha dicho: “Muchas gracias, Alberto, por haber brindado este triunfo a tu partido. Muchas gracias por tu apoyo constante durante estos dos años”. El gallego le ha correspondido trasladando internamente que sus “ambiciones están colmadas”.

El mejor aval

Casado, que considera el modelo Feijóo como “el mejor aval para llegar al Gobierno de España”, ha apostado por una oposición “moderada en el tono” y “contundente en el contenido”. “Nadie nos tiene que llevar a la moderación porque siempre hemos estado en ella”, ha argüido.

Unas palabras con las que ha pretendido alejar al PP de la “crispación”. “No mordamos el viejo anzuelo de la izquierda. El PSOE da consejos envenenados”, ha incidido.

Lejos de ponerle en entredicho tras el revés electoral, Casado ha confirmado a Carlos Iturgaiz como hombre fuerte de su proyecto en el País Vasco. Le ha descrito como “un gigante moral”, “uno de los políticos más queridos del PP”: “Lideró la generación de valientes que a muchos nos hicieron volcarnos en lo política”. “Partías, querido Carlos, con el viento de cara. Según todas las encuestas, estábamos por debajo de los cinco escaños”, ha justificado.

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