Día grande en Génova. Comité Ejecutivo Nacional. Pablo Casado ha reunido a todos sus barones y altos cargos para analizar las consecuencias del 12-J. La enésima victoria de Alberto Núñez Feijóo ha dado alas a los moderados, que ya piden un giro al centro. El propio presidente gallego ha encabezado el ruego con una comparecencia improvisada ante los medios de comunicación. Ha pedido un PP "centrado y templado", lejos de los "populismos de extrema izquierda y extrema derecha". Dos categorías en las que encuadra a Podemos y Vox.

No obstante, y como viene haciendo desde que rechazó dar un paso para liderar la organización, Feijóo ha enfatizado su “compromiso con la gobernabilidad de Galicia”. "Quiero dar las gracias a mi partido, que vino a comprometerse con mi tierra", ha relatado. Una forma de destacar entre líneas que la gresca del Congreso quedó fuera de su última carrera electoral.

El mensaje de la dirección al resto de cargos está claro: promover la unidad por encima de cualquier fisura. Una orden que ha cristalizado en lo primero que ha dicho, por ejemplo, Andrea Levy: "No hay diecisiete PP. Sólo existe uno".

Poco después de conocer su cuarta mayoría absoluta consecutiva -ha igualado el récord de Manuel Fraga-, Feijóo deslizó su intención de extender la "moderación" desde Galicia a toda España. Génova parece dispuesto a ello, pero el mensaje encuentra resistencias en quienes creen que ese gesto desataría un auge de Vox. También están los liberales clásicos, estilo Cayetana Álvarez de Toledo, que no comparten en absoluto las maneras de Feijóo.

"El Gobierno es el que hay"

Consciente de que esa guerra entre las dos almas le perjudicaba electoralmente, el presidente de Galicia escondió sus siglas durante la campaña y siempre antepuso el pragmatismo a la ideología. "Estas elecciones nos han reconciliado con los principios. Dejemos atrás los populismos", ha dicho a su llegada al cónclave.

Feijóo ha apostado por rehuir de la "política frívola" y la polarización. Ha celebrado que los dos extremos -Podemos y Vox- se hayan quedado "fuera" de la Cámara gallega: "Es un Parlamento viable". Su receta pasa por "hablar claro a la gente" y alejarse de los dos ejes: así se construye "un partido de Estado".

A modo de conclusión, el barón gallego ha llamado a "recomponer el centro derecha", que es "la única alternativa para ganar el Gobierno". Mientras tanto, en plena pandemia, se inclina por estudiar los posibles "acuerdos con Sánchez": el Ejecutivo "es el que hay".

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