"González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlados por el Ejército, para combatir a los terroristas fuera de la ley". Así reza un informe desclasificado de la CIA, originalmente escrito en 1984.

Los servicios secretos estadounidenses se refieren a la estrategia de aquel gobierno socialista como "heterodoxa". También mencionan que los "mercenarios no son necesariamente españoles" -como así ocurría- y que su misión era "asesinar miembros de ETA en Francia y España".

En aquel momento, la CIA descubrió esa "vinculación" de González con los "mercenarios", pero no llegó hasta el final. También conocían la existencia de los GAL, pero creyeron que existían dos movimientos autónomos: los llamados Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y estos "mercenarios" asociados al entonces presidente del Gobierno.

La trascendencia de este informe ha empujado a EH Bildu a solicitar la comparecencia de Felipe González en el Congreso para explicar su relación con la guerra sucia. Aunque varios miembros de su Ejecutivo fueron condenados, él no asumió responsabilidades. Siempre ha negado cualquier implicación al respecto.

Lo mismo hizo cuando la CIA preparaba estos informes y distintos periódicos españoles, como Diario 16, empezaron a descubrir las conexiones gubernamentales de los GAL. El propio documento reseña que cada vez más políticos vascos estaban convencidos de la relación entre Moncloa y los mercenarios.

La CIA, en realidad, redactó dos informes aquel 1984. Uno, en concreto, sobre la lucha del Gobierno de España contra ETA; otro, sobre el terrorismo internacional, donde también se recogió el caso de los GAL.

La CIA discurrió que González, "en contra de lo esperado", adoptó una postura muy combativa frente a los terroristas y que "mezcló" las concesiones políticas "a los vascos" con un "gran esfuerzo legal".

Los investigadores norteamericanos preguntaron a sus embajadas en Madrid y París: también obtuvieron pistas acerca de esa conexión entre el expresidente y los GAL. "Si la supuesta participación de Madrid se confirma, las credenciales democráticas del Gobierno español y del PSOE estarán seriamente manchadas".

La CIA recabó información acerca de todos los asesinatos perpetrados por los GAL. Alertaron de que la proliferación de la guerra sucia acabaría suponiendo "un aumento del apoyo a ETA" en la sociedad vasca. A más asesinatos de ese tipo -razonaron- más jóvenes captados por la banda.

Por último, la CIA también se mostró preocupada por las fricciones diplomáticas que comenzaron a surgir entre Francia y España. Las autoridades del país vecino, inquietas ante esa conexión de los mercenarios con Moncloa que comenzaban a desvelarse, exteriorizaron su enfado.

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