Pablo Iglesias no quiere más sorpresas. Consciente de la potencia de su capacidad de comunicación, el vicepresidente segundo del Gobierno ha decidido hacer su propia comparecencia televisiva posterior al Consejo de Ministros y evitarse las sorpresas que, últimamente, le guarda María Jesús Montero. Iglesias se dejará entrevistar por una cadena de televisión en directo a partir de las 13.35 horas, al acabar la reunión semanal del gabinete para marcar la agenda política antes de que lo haga la ministra portavoz, cuya comparecencia está prevista alrededor de las 14.00 horas.

Contrariamente a lo que ha venido siendo habitual desde que pasó la cuarentena oficialmente, Iglesias no está presente en Moncloa este martes. Así, aprovechará la libertad de no tener que someterse a los designios de la Secretaría de Estado de Comunicación para, al cierre de la reunión telemática del Gobierno, para conectar en duplex desde su Ministerio con el programa televisivo de actualidad política que más atención le suele dedicar.

Este martes se prevé que la portavoz explique cuántos son los días para los que quiere Pedro Sánchez alargar el estado de alarma y si las negociaciones con los independentista están dando frutos, para la votación del miércoles en el Congreso. Además, la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, explique la aprobación del anteproyecto de Ley de Cambio Climático que aprobaba el gabinete en esta cita. La ausencia de Iglesias en la reunión presencial sorprende, pues, cuando su departamento ha estado muy implicado en ese texto.

La portavoz María Jesús Montero, las vicepresidentas Calvo y Ribera, el ministro Illa y el presidente Sánchez, en el Consejo de Ministros. Moncloa

Azote de Podemos

En todo caso, Montero, otrora aliada de Podemos dentro del primer Gobierno de Pedro Sánchez se ha convertido en el ariete del lado socialista del Ejecutivo que desinfla los globos sonda morados.

Suyas fueron las palabras públicas que reventaron el anuncio estrella del supuesto acuerdo entre Derechos Sociales, Trabajo, Seguridad Social sindicatos y empresarios para poner en marcha una renta básica temporal en plena epidemia. Montero reventó el asunto en rueda de prensa dejando claro que "el compromiso del Gobierno con el Ingreso Mínimo Vital es total y no será temporal, viene para quedarse, pero tomará unos meses su diseño". Y desautorizando a Iglesias: "El responsable de este proyecto es el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá".

También fue la misma montero la que hace una semana despreció la propuesta que fuentes de Unidas Podemos adelantaron a este periódico para sacar adelante un Impuesto a las Grandes Fortunas. En este caso, el equipo de comunicación que dirige Juanma del Olmo optó por una estrategia más prudente y, para evitarse choques directos, la vía ya no sería una filtración de la Vicepresidencia de Iglesias: el Grupo Confederal llevaría a propuesta a la comisión de los Acuerdos para la Recosntrucción del Congreso.

Pero ni aun así se aceptó el envite. Montero consideró "innecesaria" esa figura, se remitió al "acuerdo de coalición", que ya prevé "una fiscalidad progresiva y justa en la que paguen más los que más tienen", y comprometió al Gobierno para abordar esta reforma en las próximas fechas "dentro de la estructura ya existente". Eso sí, displicente, admitió que Unidas Podemos "está en su derecho, si así lo quiere", a llevar la idea a la comisión "para que sea discutida".

Lo que es evidente es que sin el apoyo del grupo mayoritario del que es socio en el Ejecutivo, el plan de "impuesto a los ricos" de Iglesias no va a encontrar mejores aliados en el PP o Ciudadanos, por ejemplo. Así, y para evitarse sustos en un martes muy complicado para el gabinete que forman PSOE y Unidas Podemos, cada vez con mayores fricciones, el líder morado se adelanta a la portavoz del Gobierno. 

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