La no inclusión de Cayetana Álvarez de Toledo en la comisión parlamentaria de Reconstrucción Social y Económica ha avivado la tensión en la cúpula del PP. Una tensión que arranca con la llegada de Álvarez de Toledo al Comité de Dirección del partido y que se acentúa por los ya conocidos intentos del secretario general, Teodoro García Egea, de controlar más férreamente el grupo parlamentario. 

De acuerdo a algunas fuentes populares, dicha tensión parece haber desbordado ya el cauce de las discrepancias estrictamente internas para convertirse en una amenaza a la posición de Pablo Casado como líder del partido. Según esa tesis, la caída de la portavoz en el Congreso debilitaría al presidente, dado que el nombramiento de Cayetana Álvarez de Toledo fue una apuesta personal suya en contra del criterio de parte del partido. 

De acuerdo a esas mismas fuentes, Cayetana Álvarez de Toledo podría incluso ser sacrificada como portavoz parlamentaria en beneficio de Cuca Gamarra, vicesecretaria de Política Social del PP. El dilema, en este caso, sería cómo ejecutar esa operación sin debilitar a Casado. 

Según otras fuentes, igualmente cercanas a la cúpula popular, las discrepancias entre Teodoro García Egea y Cayetana Álvarez de Toledo serían estrictamente políticas, en ningún caso personales, y no tendrían repercusión alguna en el liderazgo de Casado.

"Esto no es House of Cards ni El ala oeste de la Casa Blanca", dicen esas fuentes. "La tesis de que la caída de Cayetana debilitaría a Casado y que eso podría ser aprovechado por algún barón autonómico para intentar un asalto al poder, en conjunción con unos resultados X en las elecciones autonómicas vascas y gallegas… bueno, son análisis de personas ociosas aburridas por el confinamiento". 

Estrategia rota

Sí es cierto que Cayetana Álvarez de Toledo lleva en el punto de mira de algunos sectores del PP desde su nombramiento como portavoz parlamentaria el 30 de julio de 2019 y que la tensión se ha acentuado esta semana a raíz del 'sí' de Ciudadanos a la prórroga del estado de alarma. Un 'sí' que no sólo ha provocado nervios en ERC, Podemos y el PNV, sino también en un PP que ha visto cómo la decisión de Inés Arrimadas convertía el voto popular en irrelevante y lastraba la estrategia de oposición de Casado a Pedro Sánchez.

Fuentes del partido hablan de una nueva guerra de "boinas" y "birretes" en Génova. Boinas y birretes es el nombre con el que se bautizó a las dos corrientes internas del PP gallego que se disputaron el control del partido durante la etapa de Manuel Fraga y, sobre todo, tras su salida de él. La corriente más urbana y tecnocrática, cuyo representante máximo habría sido Romay Beccaría, eran los birretes. La corriente más rural y cercana al regionalismo, encarnada por Xosé Cuíña, las boinas.

A día de hoy, la lucha entre boinas y birretes del PP gallego ha quedado superada, en buena parte por la habilidad de Alberto Núñez Feijóo para calmar las aguas y aunar ambas corrientes. Pero ha rebrotado en forma de disputa entre Teodoro García Egea, que en este caso sería la boina, y Cayetana Álvarez de Toledo, a la que correspondería el papel de birrete.

"Pero se trata de una disputa estrictamente estratégica" afirman en el partido. "¿Que Cayetana va por libre? Obvio. ¿Qué se está vendiendo en ciertos sectores la idea de que la política de Casado es errática, que no toma decisiones comprometidas, que pretende hacer a veces de José María Aznar y a veces de Mariano Rajoy, y que barones como Feijóo o Juan Manuel Moreno pueden discrepar de él? Pues claro. Pero de ahí a supuestas conspiraciones en las que los distintos acontecimientos encajan como un guante, pues no". 

Pero lo cierto es que las tensiones entre el secretario general y la portavoz, que en circunstancias normales no serían más que el reflejo de las distintas sensibilidades en la dirección del partido, se ven agravadas a causa de esas dudas sobre un Pablo Casado al que se acusa, desde determinados sectores del partido, no mayoritarios, de "no tener madera de líder y de carecer de un proyecto claro político, económico y social".

Elecciones clave

No todos en el partido quitan hierro a las tensiones. "La subida en las encuestas, paradójicamente, traerá jaleo en el partido", afirman fuentes regionales . "Sobre todo si las elecciones vascas van mal y las gallegas bien. Porque el candidato en el País Vasco no es Iturgaiz, sino Pablo Casado".

"Además, ha habido un cierto autoengaño con Ciudadanos", continúan las mismas fuentes. "La dulzura de Inés Arrimadas ha llevado a Pablo a no entender que Ciudadanos nunca ha deseado fusionarse con el PP y que sólo ha buscado coaliciones puntuales para salvar el pellejo. Ciudadanos se presentará a las generales e intentará llegar a los 20 diputados. En ningún caso se dejará absorber por el PP, como cree Casado. Y eso es malo porque Casado está decidiendo su estrategia en base a la idea equivocada de que Ciudadanos se sumará al PP". 

Pero las opiniones en el partido distan de ser unánimes y si algo muestran es una obvia falta de dirección, lo que en cierta manera confirmaría la tesis de falta de un liderazgo claro por parte de Casado. "No tiene nada que ver un debate entre duros y blandos, sino con la estrategia", afirman desde Génova. "¿Que en el partido manda Faes? ¡Ojalá lo hiciera!", ironiza una fuente municipal.

"Cayetana es demasiado brillante para jugar en equipo", afirma otra fuente. Y otra concluye que "Cayetana ha abierto una guerra en el partido. La estructura y el partido son más importantes que las individualidades. Además, en el terreno del azote a la izquierda, Isabel Díaz Ayuso ha ocupado su lugar. En el terreno de la razón, José Luis Martínez-Almeida ha ganado muchos enteros".

Es malo ser bueno

Nadie, sin embargo, pone en duda la capacidad de Cayetana Álvarez de Toledo. "Que Cayetana es brillante es una obviedad", afirman. "Cómo instrumentalizar esa brillantez es harina de otro costal. ¿Es Cayetana brillante como atractivo electoral? ¿Lo es como portavoz? Quizá no lo es en ninguno de esos dos casos". 

Lo cierto es que durante las últimas 48 horas se han publicado varios artículos y editoriales en la prensa más cercana al PP que ponen en duda el liderazgo de Pablo Casado y alertan de una posible pinza de Vox y Ciudadanos. "He leído el de Lucía Méndez en El Mundo y ahí habla demasiada gente de dentro y ninguno bien de Pablo", afirma un alto cargo del partido. "Y cuando a uno lo llaman buena persona, malo, malo". 

Hasta qué punto el descarte de Cayetana Álvarez de Toledo para la comisión de Reconstrucción ha sido el primer paso de Pablo Casado hacia un arrinconamiento de Cayetana Álvarez de Toledo sigue siendo una incógnita. "En el PP hacen tanta falta las boinas como los birretes", afirman en el partido. "Y si llega al poder, Pablo Casado sería un excelente presidente", añaden. Ese "si llega" es la clave.