Pedro Sánchez ha logrado un pacto con Inés Arrimadas para que Ciudadanos vote este miércoles a favor de la cuarta prórroga del estado de alarma en el Congreso. Tras una jornada completa de negociaciones, la nueva presidenta de los liberales ha logrado hacer valer el peso de sus 10 diputados en la Cámara Baja, para gestionar la crisis económica causada por el coronavirus, ante los anuncios de Esquerra Republicana de un voto en contra y la abstención que ya sugería el PNV. 

Según fuentes oficiales de Moncloa, "el Gobierno de España y Ciudadanos han alcanzado un acuerdo por el que ambas partes manifiestan la conveniencia de prolongar el actual estado de alarma para lograr vencer a la pandemia del coronavirus, así como a mantener las medidas de protección a los españoles en los ámbitos sanitario, económico y social más allá de la vigencia del Estado Alarma.

El acuerdo significa, además, que el partido naranja pasa a tener una posición preferente en las negociaciones con el Gobierno. Consumada la traición a Sánchez de sus socios de investidura, Arrimadas consolida su liderazgo recién estrenado con un acuerdo que no se limita a la votación de este miércoles sino que, según las citadas fuentes, contiene tres puntos fundamentales mirando hacia la desescalada e incluso a la legislatura:

1. El gobierno mantendrá contactos semanales con Ciudadanos para informar sobre la crisis sanitaria, así como dialogar y, en su caso, consensuar medidas para la implementación del llamado "Plan para la transición hacia una nueva normalidad", es decir el programa de desescalada.



2. El gobierno y Ciudadanos "coinciden en que es necesario prorrogar el estado de alarma para afrontar esta pandemia". Y en que esta figura jurídica "es un mecanismo constitucional, que debe prolongarse sólo por el tiempo estrictamente necesario".

Por tanto, explican las fuentes, "con ese ánimo", ambas partes "analizarán las medidas necesarias para seguir protegiendo a los españoles en el ámbito sanitario, económico y social cuando concluya su aplicación".



3. Arrimadas también ha arrancado de Sánchez el compromiso de que el Gobierno "mantenga el diálogo" con Ciudadanos "para la adaptación de los ERTE y las ayudas a las Pymes y a los autónomos" para que éstas y el resto de las medidas de protección social "puedan adecuarse a las necesidades que se produzcan más allá del estado de alarma".

La estrategia del Gobierno

El Ejecutivo de Pedro Sánchez había traspasado toda su presión a la oposición desde el pasado sábado. En su última rueda de prensa de cada fin de semana, el presidente ya intuía que ERC no pararía en su carrera con JxCat por demostrar su independentismo. Y contaba con los peneuvistas no quedarían contentos con el concepto de "cogobernanza" de la desescalada que incluía en su nueva perspectiva de gestión de la crisis.

Así, Sánchez centró sus presiones en el Partido Popular, liberando del foco a Ciudadanos. Un nuevo guiño a la presidenta de los liberales, a la que ya le reconoció públicamente la idea de los nuevos Pactos de la Moncloa. El PP ya había lanzado sus mensajes de que el "estado de alarma ya no tiene sentido"

Así, mientras Pablo Casado ponía cara y voz a la postura popular desde primera hora del lunes, en una entrevista con Onda Cero, y confirmaba su negativa a apoyar la cuarta prórroga del estado de alarma, la posición de Ciudadanos viraba hacia la negociación: "No hemos decidido el voto, estamos a la espera de una llamada con el presidente", explicaban este lunes desde el entorno de Arrimadas.

La estrategia de Cs

Justo después de esto, la líder naranja recibió el telefonazo de Sánchez. ¿Qué ocurrió? Arrimadas ya intuía el "no" de los separatistas catalanes, y Moncloa aún cruzaba los dedos por la abstención del PNV y garantizarse el "sí" de la líder naranja. En la conversación, ambos se emplazaron a negociar este martes el apoyo de Cs a la medida a cambio de que los liberales fuesen tomados en cuenta con más peso que hasta ahora. 

Consciente de que Ciudadanos podía ser la llave de la Cámara, la líder de los liberales aprovechó la llamada -celebrada después de las palabras de Casado- para arrancar al Gobierno determinadas medidas económicas y sociales. Si el Ejecutivo las desdeña, Ciudadanos dará la puntilla a la estrategia de PSOE y Podemos.

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