La lealtad institucional le ha durado solo una semana a Quim Torra. Si el presidente de la Generalitat se ponía al lado de Pedro Sánchez hace siete días, este domingo aprovechaba la última videoconferencia de presidentes para volverse a colocar frente al Gobierno central, justo en el momento en el que Cataluña se acerca a Madrid en número de contagiados. Las últimas cifras recogen que hay en la comunidad 26.032 positivos, 2.637 muertos y 2.249 ciudadanos en UCI mientras que en Madrid, la región más afectada, hay 37.584 casos, 4.941 fallecidos 1.499 personas en cuidados intensivos. "El mando único no funciona", reprochó al jefe del Ejecutivo justo en el momento en el que los hospitales catalanes están al borde de su capacidad.

Torra también ha afeado al Gobierno central de la "falta material" en una autonomía que crece en número de contagiados mucho más rápido que en otras zonas. El presidente catalán avaló al Gobierno en que se prorrogue quince días más el estado de alarma. Sin embargo, ha pedido a Sánchez que mantenga las medidas de confinamiento "más allá de la Semana Santa" para que los trabajadores que desempeñen su trabajo en algún sector no esencial sigan "hibernando" en sus casas. 

El jefe del Ejecutivo catalán justifica prolongar el aislamiento generalizado de la población con que "hace falta hacer test masivos" antes de levantar las medidas de confinamiento. Hasta que las instituciones no sean capaces de diferenciar a los ciudadanos en dos bloques, los positivos y los no enfermos, considera que es una "temeridad" levantar las medidas impuestas para evitar que el contagio se multiplique, sobre todo en las autonomías que ya están con los hospitales al borde del colapso. "Sin test masivos, sin pruebas ni fármacos para los ciudadanos hay que seguir confinados. Lo contrario será una temeridad", advirtió en la conferencia de presidentes virtual.

"Coordinado"

Sánchez anunció a los presidentes que entre el domingo y el lunes iba a repartir un millón de test entre todos: en particular, a Cataluña le han enviado 180.000, solo superados por los 206.400 que recibe Madrid. Torra aprovechó su turno de palabra para pedir a Sánchez que, cuando se inicie el proceso de desescalada, sea un proceso "coordinado, planificado y en coordinación" con las autonomías. 

Por su parte, Pedro Sánchez tendió la mano a los presidentes autonómicos, a los que invitó a formar parte de unos nuevos Pactos de la Moncloa que conduzcan a una recuperación económica y social lo más pronto posible una vez superada la pandemia.

Región a región

El jefe del Ejecutivo pidió a los líderes regionales un listado de recintos públicos y privados que puedan ser utilizados para aislar a los positivos asintomáticos y evitar así contagios entre familiares. El objetivo del Gobierno es testear al mayor número posible de personas para, a medio plazo, conseguir identificar a todos los ciudadanos que sean portadores del virus y reducir al máximo los contagios. 

Además, el presidente del Gobierno se abrió a la solicitud que impulsó la balear Francina Armengol de adaptar el confinamiento a cada región en función de sus particularidades y necesidades. En particular, la presidenta del Gobierno balear pidió un plan "específico para el sector turístico" del que vive su comunidad. Sánchez se comprometió a "configurarlo conjuntamente" entre ambas administraciones. 

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