La quiebra dentro del Gobierno es total a cuenta del anteproyecto de ley orgánica de libertad sexual, aprobado este martes en Consejo de Ministros. Desde Igualdad se asegura que el texto "se ha quedado corto" tras la revisión del mismo por parte de otros ministerios, a través de la red interna del Ejecutivo. A pesar de que este lunes a última hora, desde el Ministerio de Irene Montero se aseguraba que no habían recibido el informe de Justicia, lo cierto es que en la mañana de este martes, fuentes oficiales de Igualdad admitían que "todos los departamentos implicados han participado con sus aportaciones y salvedades".

El caso es que fuentes moradas del Gobierno citadas por Efe han acusado directamente a la vicepresidenta Carmen Calvo y al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de haber tratado de "bloquear con excusas" la norma. "Justicia y Calvo han bloqueado con excusas de cuestiones técnicas" la ley, han asegurado las citadas fuentes.

En Igualdad lamentan no haber podido fijar algunos nuevos tipos delictivos y, sobre todo, se han molestado con la dilación con la que la cartera de Campo ha tratado los aspectos penales del anteproyecto. En el Ministerio de Montero se ha tratado de vender la norma como una bandera. "Es una ley que ya registró Unidas Podemos en julio de 2018 en el Congreso", ha explicado una portavoz oficial, "y forma parta del acuerdo de coalición que se presentara tal cual al Consejo".

En todo caso, Montero y sus colaboradoras han sometido el anteproyecto al trámite habitual, y por eso no entienden los porqués de las quejas del lado socialista del Gobierno. "No se ha hecho con prisas", que es precisamente de lo que se les acusa desde el entorno del PSOE. Al contrario, ha sido Justicia la que dilató sus observaciones, según el entorno morado.

"La pelea de la legislatura"

Las fuentes cercanas a los ministros de Unidas Podemos citadas por la agencia avisan de que "a este ministro de Justicia hay que obligarle a hacer avances feministas". "Esta va a ser una de las peleas de Igualdad esta legislatura”, avisan.

Sin embargo, desde la vicepresidencia primera se rechaza la acusación de haber intentado bloquear la ley. Tal como explicaba este periódico, la norma se sometió al informe de los demás ministerios y "con Derechos Sociales hemos acordado en lo tocante a menores, con Educación algunos aspectos de la formación...", pero ya a mediados de febrero faltaba por conocerse el informe de Justicia.

En ese momento comenzó la batalla de las filtraciones. En Unidas Podemos se hizo saber que la vicepresidenta estaba celosa por haber perdido las competencias de Igualdad.

Mientras, el entorno socialista deslizó que preferían una reforma del Código Penal completa -incluyendo el retoque del tipo de la sedición que está en marcha por el pacto con ERC-. Del lado morado se contestó exigiendo que la ley fuese "como muy tarde" este martes a Moncloa, "aunque sea saltándose trámites".

La parte morada del Ejecutivo denuncia que “esta vez Igualdad ha ganado la batalla, pero para cualquier otra ley feminista habrá que volver a seguir peleando con todo”. “Sorprende que se tengan reticencias ante una ley que por fin blinda que solo sí sea sí”, subrayan a Efe fuentes del Ejecutivo próximas a Podemos. 

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