Miles de ceutíes registrados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) votaron al PSOE en Ceuta pensando que les incluirían en el Plan de Empleo. Muy pendientes de la lista, el último día que se publicaron, el pasado 19 de noviembre, una mujer se personó en la sede del PSOE del desfavorecido barrio de Hadú. Llorando, según aseguran los testigos, explicó que su marido no aparecía en la lista y que le hacía mucha falta.

En ese momento, varios trabajadores atendían a otros denunciantes que rellenaban el documento de alegaciones tras no haber sido tampoco seleccionados. A la mujer le sugirieron que llevase toda la documentación de su esposo esa misma tarde. Se negó y acto seguido apareció el marido.

Alterado, el hombre arrojó las alegaciones encima de la mesa, gritando e insultando a las personas de la sede socialista. Un militante del partido le advirtió de que si continuaba así, tendría que abandonar las instalaciones. El sujeto reaccionó sacando un cuchillo de grandes dimensiones y se abalanzó sobre él. Con la ayuda de varias personas se consiguió reducir al atacante y arrebatarle el cuchillo.

El agresor terminó huyendo, pero fue detenido después, juzgado y condenado por dos delitos de amenazas y lesiones a cuatro meses de prisión por cada una, y la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de las víctimas. Además tuvo que indemnizarles con 330 euros por las lesiones causadas.

No es un caso aislado

Esta protesta no fue la única en Ceuta. Multitud de ceutíes acudieron a las tres sedes del PSOE en la ciudad para protestar por no aparecer en el listado del Plan de Empleo. No se han registrado más agresiones, pero sí ha habido amenazas e insultos a cargos socialistas. El diputado Juan Gutiérrez se defendía en su cuenta de Facebook: “Los planes de empleo los hace la señora delegada del Gobierno, [también del PSOE] la cual no ha contado con el partido para nada. La dirección política se desvincula de los planes”. 

La aludida, Salvadora Mateos, se defendía: “Tengo que decir con pena que se han cebado en una persona queriéndole achacar unos problemas con los que no puedo cargar; si se hacen promesas son para cumplirlas, y hasta ahí puedo decir”, manifestó a los medios locales.

Karim, vecino de El Príncipe, asegura a EL ESPAÑOL que “gente en la periferia pensaba que la única solución para prosperar era votar al PSOE, porque sabían que iban a gestionar los planes de empleo”. Este bloguero considera que “jugaron con la ignorancia, la necesidad y la miseria que azota a la periferia; gente vinculada o no al PSOE han utilizado a estas personas para sacar rédito electoral”.

Explica además que existe un enfrentamiento en las propias filas socialistas porque “la Delegación de Gobierno no ha permitido en absoluto que haya el coladero de las personas a las que se les prometió trabajo en la campaña y la precampaña”.

“Nos animaron a votar”

Zhora, de la barriada de El Príncipe, prefiere protestar por la vía diplomática. Ha puesto ya tres reclamaciones al SEPE, además acudió al Ayuntamiento y a la Delegación, “pero todos se esconden”. “A la delegada del Gobierno la pillamos saliendo y nos dijo que iba a la frontera porque tenía un problema y que al día siguiente hablaba con nosotras, pero al día siguiente se escondió, no salió. Se lavan las manos”.

Zhora tiene dos hijos y su marido hace dos meses que no cobra, así que se enfrentan al impago de la casa de protección oficial en la que residen desde hace 14 años. Por eso, durante la campaña electoral acudió junto a su amiga a la nueva sede del PSOE en su barrio “para contar mi problema; nos animaron a votar y dijeron que tendríamos trabajo, que nos llamarían”.



Lleva ochos años inscrita en el Plan de Empleo esperando esta oportunidad para trabajar y cree que tiene derecho “al menos una vez en la vida”. “No exijo que me metan en un trabajo en el que pidan un título, sino un trabajo normal y corriente, limpiando las calles o en casas”, confiesa.

Desde la moción de censura de Pedro Sánchez, la nueva Delegación del Gobierno del PSOE se propuso gestionar los planes de empleo, que son competencia del Ayuntamiento. Eso supuso que muchos ciudadanos de zonas más pobres se acercaran al PSOE. Sólo en El Príncipe hay un nicho de alrededor de 5.000 votos. Y allí “el PSOE vio votos, escaños, fuerza y poder”, critican los partidos locales.

De 4 a 7 escaños

En las elecciones del 28 de abril, el PSOE obtuvo el diputado y los dos senadores que elige Ceuta. Y en las elecciones autonómicas, pasaron de 4 a 7 escaños. Desde los partidos locales, como Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), señalan como motivo principal de aquel resultado el Plan de Empleo y hablan de “voto cautivo” por las falsas promesas. De hecho, el retraso en la selección de los beneficiarios de cara a las elecciones del 10-N también fue muy criticado, al considerarse “un acto electoralista”. En esas segundas elecciones el diputado de Ceuta lo ganó Vox y los dos senadores se los repartieron Vox y el PP.

Lo cierto es que los más de 12.000 desempleados que hay en la ciudad ven en los  planes de empleo una oportunidad para conseguir ingresos. Lo que critican fundamentalmente los ceutíes es que se crearon para las personas con pocos recursos, sin ingresos ni formación, y que, sin embargo se han beneficiado personas con estudios.

“Se lo dan a un profesor en paro, que tendría que depender más de una bolsa de trabajo, y dejar los planes de empleo para la población que vive en riesgo de exclusión social”, apunta a EL ESPAÑOL la responsable de un movimiento ceutí que ayuda a las personas necesitadas y que prefiere guardar su anonimato.

En las cotizadas listas aparecieron personas que habían rechazado la oferta, ciudadanos que ya habían conseguido otro puesto e incluso una persona fallecida. Fuera se han quedado vecinos de barrios de la periferia. “Han prometido que iban a meter gente de El Príncipe y de Hadú, y nada de nada”, denuncia Zhora.

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