El expresidente del Gobierno Felipe González ha criticado que el PSOE y Unidas Podemos se hayan repartido primero los cargos del Gobierno antes de hablar del programa que va a marcar la próxima legislatura porque la casa "se construye desde abajo, no se construye por el tejado". El exdirigente socialista admite tener un sentimiento de "orfandad" representativa.

"No me gusta, algo que todos entenderán, que después de discutir tantas veces que lo primero que hay que hacer es ponerse de acuerdo en el programa, con las cosas más elementales, lo primero que sepamos es cómo se reparten los cargos, eso no me gusta, me parece que la casa se construye desde abajo, me parece que no se construye por el tejado", ha insistido González en su intervención en la presentación del estudio 'Jóvenes, Internet y democracia'.

González ha destacado que "quizá" empezar por el reparto de cargos "facilite las cosas" para alcanzar un acuerdo, ya que es "como darle un cargo a Juanito y así Juanito critica menos", pero, a su juicio, hay que "tomarse en serio y de verdad cuáles son los parámetros por los que España estará en condiciones de asumir su papel y su crisis constitucional antes de que se convierta en una crisis de Estado".

Sin embargo, ha asegurado que desconoce el preacuerdo alcanzado por el PSOE y Unidas Podemos, que firmaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el pasado martes, y por lo tanto no puede opinar si "está bien o está mal" hasta que no lo lea. "Cuando tenga elementos suficientes me voy a pronunciar, además creo que hay una consulta a militantes y tengo el derecho a ser consultado", ha añadido.

Ibarra no quiere a ERC

En el mismo acto, el expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha insistido en que presentará su baja como militante del PSOE si finalmente Sánchez forma Gobierno con Podemos, ERC y los independentistas".

Ibarra se ha ratificado así en las declaraciones que ya hizo en el año 2016 rechazando que Sánchez intentase formar un Gobierno alternativo al del candidato del PP, Mariano Rajoy.

Hace tres años, Ibarra rechazó de plano esta opción y se mostró convencido de que Sánchez ni siquiera lo intentaría. Pero además, en caso de que se le pasase por la cabeza, confió en que ni el Comité Federal ni los militantes lo aprobarían.

Noticias relacionadas