Los sondeos internos que manejan los principales partidos dibujan, según fuentes solventes de las cinco grandes formaciones, un panorama harto complejo tras las elecciones generales de este domingo. La aritmética, en uno y otro bloque, no arroja ninguna mayoría de gobierno. No hay posibilidades claras ni para la investidura de Pedro Sánchez... ni para la de ningún otro candidato. Ni solución, ni alternativa.

A tenor de estos trackings, PSOE y Vox frenan su crecimiento. Los de Santiago Abascal, que venían mecidos por la ola del debate electoral, se estacan. En cambio, el Partido Popular parece que puede conseguir un escaño más que Pedro Sánchez. No obstante, son remotas las posibilidades de esa victoria pírrica que tanto ha reclamado Pablo Casado al final de esta campaña. Los indecisos y la distribución de diputados podrían endulzar o agriar la noche en Génova.

Vox vs PP

Quizás el mayor revulsivo para los electores a la hora de decidir por quién optarán, además del tic tac del reloj, haya sido el debate entre candidatas de la noche del jueves. En él, el buen sabor de boca que dejó Santiago Abascal se evaporó debido al papel que representó su líder en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, que no consiguió brillar y apenas colocó sus mensajes.

En ese último asalto televisado entre partidos políticos, la número dos del PP por Madrid, la expresidenta del Congreso y exministra, Ana Pastor, mostró una versión diferente de la que defendió, tan sólo unos días antes, la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo.

A través de estos tres representantes —Casado, Cayetana y Pastor—, los populares han querido mostrar la amplitud de electorado que se puede ver representado en su programa. “Ensanchar las bases”, según destacan fuentes del PP. Por eso, ante la mejora de las expectativas, el presidente de los conservadores se está volcando en nuevas provincias en las que poder arañar más escaños tras dar por consolidados otros.

Rebaja de las expectativas

En los últimos instantes antes de las elecciones de abril, Vox también se desinfló. Finalmente, y aunque sus propias expectativas los situaban por encima del medio centenar de escaños en el Congreso de los Diputados, la formación de extrema derecha obtuvo 24. Una cifra más que considerable y meritoria.

En cambio, Ciudadanos parece que ni siquiera obtendrá la veintena. Las últimas encuestas sitúan a los de Rivera en torno a los quince. El futuro de la formación pende de un hilo. O, mejor dicho, del resultado de las urnas. Al cierre de la campaña, el líder de los liberales llama a los "indecisos": "Dos puntos de voto pueden suponer veinte escaños más para Ciudadanos".