Álvaro de Marichalar se encuentra inmerso en una auténtica odisea. El pasado 10 de agosto el aristócrata, aventurero y tío de Felipe y de Victoria de Marichalar y Borbón comenzó a dar la vuelta al mundo en moto de agua para honrar la hazaña de Magallanes y Elcano 500 años atrás.

Un mes después de comenzar la aventura zarpando desde Sanlúcar de Barrameda, Álvaro de Marichalar recibe a EL ESPAÑOL en San Sebastián, donde ha amarrado Numancia -llama así a su moto de agua, “en honor al pueblo celtíbero que resistió heroicamente ante Roma hace 22 siglos”- como parte de su duodécima escala.

Marichalar viste americana negra, corbata, castellanos sin calcetines y chanclas: “No puedo llevar zapatos, me he hecho heridas en los pies por las rozaduras de la navegación y se me han infectado al contactar con agua sucia”, explica.

Esa es solo una muestra de la dureza de su empresa. Navega de pie durante trayectos de más de diez horas seguidas en una embarcación de apenas tres metros de eslora, pierde unos dos kilos al día como consecuencia del desgaste físico, soporta temperaturas bajísimas y tormentas inclementes. Y, sin embargo, siempre tiene ganas de más aventura. Por eso se plantea dar el salto a la política.

"La política me encanta. De hecho, estamos creando un partido nuevo que anunciaré dentro de pocos meses desde la mar. Va a ser un partido muy especial", asegura.

Según desvela, será "el primer partido paneuropeo", un partido político dirigido a los 50 países que forman el continente, incluyendo a Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

- ¿Qué defenderá?

- Va a defender las raíces cristianas de Europa, que son la identidad que nos une a los europeos y que hace de Europa el adalid de la civilización.

El Otro Induráin -así le llamaba parte de la prensa en la década de los 90- se define a sí mismo como “un español libre de la vil mafia separatista +3%”. Para él, CDR son las siglas de “Cientos De Ratas” y Carles Puigdemont es “aquel jefecillo que tienen al frente cuyo nombre no recuerdo”. Se declara admirador de Blas de Lezo y llama a recuperar Gibraltar, convertida hoy -según él- en “una cueva de piratas”.

Álvaro de Marichalar homenajea la primera vuelta al mundo

De Barcelona a Gibraltar “por España”

El hijo mayor de los condes de Ripalda se encuentra siguiendo la estela de la expedición organizada por Carlos I de España, iniciada en 1519 por Fernando de Magallanes y culminada con éxito desde Filipinas por Juan Sebastián de Elcano. Estima que la empresa le llevará un año y medio, aunque no asegura el éxito: “Yo estoy comprometido con el intento. Mentalmente estoy fuerte y motivado, pero sé que voy a tener limitaciones de todo tipo: en la suerte, en la mar, en el físico… No confío en que pueda hacerlo, es un intento y haré lo posible. Estoy preparado psicológicamente para fracasar”.

El carácter patriótico y reivindicativo impregna su circunnavegación. Por ello, ha elegido sus destinos concienzudamente. El pasado miércoles, atracó en el Puerto de Guetaria -donde nació Elcano- para homenajear al navegante vasco que completó la circunnavegación a bordo de la nao Victoria.

Tras abandonar Guetaria, se encuentra descansando en San Sebastián. Después, continuará a Francia y la cruzará por aguas fluviales desde Burdeos hasta el Mediterráneo (navegando todo el Canal de Midi). Recalará en Mónaco y proseguirá a Barcelona para “denunciar el golpe de Estado continuado que sufrimos”.

- ¿De dónde nace su beligerancia contra el nacionalismo catalán?

- Soy un explorador, un deportista y una persona comprometida con la verdad. Cuando denuncio a la mafia organizada que gobierna en Cataluña desde hace 40 años, lo denuncio porque busco la libertad y porque busco que no me roben mis impuestos. Yo no quiero pagar 6.000 euros a la mujer de Puigdemont. Me cabrea pagárselos, pero el Estado me obliga; me obliga a pagar a la rumana, al escolta y todo lo que come el delincuente común Puigdemont, hasta sus mariscadas. 

- ¿Qué espera de la sentencia del Supremo?

- Espero una sentencia descafeinada, pero que al mundo separatista le parecerá exagerada. Espero que se cumpla la sentencia, por muy descafeinada que sea. En España la Justicia está manejada por la dictadura de lo políticamente correcto. 

Álvaro de Marichalar interrumpe la conversación para recitar su mantra: “Cuanto más catalán me siento, más español soy”. Y prosigue: “Cuanto más catalana era mi familia, mis ancestros, cuanto más lucharon en la Reconquista, cuanto más lucharon contra los franceses en Gerona… En definitiva, cuanto más orgulloso me siento de ser catalán puro, más español soy”.

- Pero si usted es navarro.

- Al ser navarro, soy español; por tanto, soy catalán, canario y gallego. Es una cadena muy sencilla.

Después de zarpar de Barcelona seguirá a Valencia, Málaga y Gibraltar, otro destino con motivo reivindicativo: “Gibraltar es una plaza española. Así lo corroboran varias resoluciones de Naciones Unidas. Por decirlo de una manera técnica, está alquilada a la fuerza a Gran Bretaña. Es una plaza ocupada. El Tratado de Utrecht no incluye el peñón, ni el istmo, ni las aguas territoriales. Gran Bretaña se ha ido apoderando con los años de mucho más territorio del que contempla el Tratado de Utrecht, que es simplemente el castillo y el puerto. Eso es el 8% de la actual superficie de Gibraltar”.

Desde Gibraltar le acompañará un barco de apoyo hasta Brasil donde volverá a quedarse en riguroso solitario sin barco de apoyo en las etapas americanas: Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Centroamérica, Norteamérica, Rusia, Asia, África…

Atacado en Tossa de Mar

Entre las numerosas dificultades a las que se ha tenido que enfrentar en su primer mes de expedición, se encuentran algún que otro enfrentamiento con nacionalistas catalanes. El pasado mes de agosto, el aristócrata compartió un vídeo a través de su cuenta personal de Twitter en el que aparece nadando hacia un peñón de Tossa de Mar (Gerona) para retirar una estelada. En el vídeo, se refiere a ella como "una bandera de aspecto cubano" que es el "símbolo dictatorial de la mafia +3%". 

“No tiene mayor importancia. La mayoría de los catalanes estamos quitando esos símbolos neonazis y neoestalinistas como son la estelada o los lazos amarillos. Los lazos amarillos son sogas que ahorcan la libertad”, reflexiona.

- ¿A qué se refiere en el vídeo con que intentaron amedrentarle?

- Estaba en un barco con unos amigos, vi la estelada, me tiré al agua y quité esa bandera cubana desteñida. Cuando la quité, aparecieron dos Zodiac. Una de esas motos intentó pasarme por encima. Llegaron dos vigilantes de la zona, me increparon, me insultaron y yo les intenté enseñar que el deber de todo buen catalán es quitar la estelada. Así que les invité a que me ayudaran a quitar las esteladas que vieran por la zona.

- ¿Surtió efecto la invitación?

- No, pero poco a poco lograremos que nos ayuden a quitar esteladas.

Ayuda humanitaria para Venezuela

A lo largo de la travesía, el pamplonés navegará en riguroso solitario repostando combustible, durmiendo y consiguiendo agua y alimentos a lo largo del litoral. En el tramo trasatlántico (desde Canarias a América) y en el tramo desde Alaska a Rusia, contará con el apoyo del barco francés de exploración YERSIN, que navegará detrás de él transportando el agua, alimentos y combustible necesarios. Podrá dormir a bordo del barco de apoyo que quedará a la deriva durante el tiempo de descanso como ya hizo cuando cruzó el Atlántico en 2002 (Travesía Roma-Nueva York). En el barco de apoyo llevará ayuda humanitaria para Venezuela.

- ¿De dónde nace su solidaridad con Venezuela?

- En 2014, cuando estaba dando la vuelta a todo el Caribe, recalé por accidente en Venezuela. Tuve miedo porque podía haberme topado con la peor gente o con la mejor gente. Gracias a Dios, me ayudaron con la moto y todo el pueblo me acogió cuatro días hasta que reparé la embarcación. Ahí descubrí lo que está sufriendo la población por la narcodictadura comunista del sátrapa Maduro. Yo solo puedo devolverles ahora el favor con ayuda humanitaria.

- ¿Y cómo planea entregarla?

Cada año intento mandar ayuda humanitaria, pero nos la roba el ejército al servicio de la narcodictadura. Con el barco vamos a intentar, por canales de Cruz Roja y otros que no puedo ni siquiera decir, llevar ropa, comida no perecedera y productos sanitarios de primera necesidad. Una de mis ilusiones en esta travesía es poder llevar ayuda humanitaria a mis amigos, a mis compatriotas, a mis hermanos venezolanos.

Durante el año largo que dure su expedición, Álvaro de Marichalar denunciará también la masiva contaminación de los océanos por vertidos plásticos, la pesca ilegal y el tráfico de personas. Para ello, filmará todas las situaciones de las que será testigo.

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