A partir de la semana que viene, la cúpula de Ciudadanos dejará el Congreso y se trasladará a su sede para dibujar la próxima campaña electoral. Los de Albert Rivera respiran aliviados. Tras su último movimiento -ofrecer una abstención condicionada al PSOE-, los sondeos auguran un 10-N distinto. "En agosto, las elecciones eran un riesgo serio para nosotros. Esto ha cambiado las cosas", reconocen los liberales.

En Ciudadanos son "conscientes" de que su electorado es el "menos ideológico", el "más difícil de movilizar". De ahí que sea la organización más complicada de medir en las encuestas. "Nuestro votante es mucho más racional que doctrinario. Por tanto, los últimos días antes de las elecciones son muy importantes para nosotros", relata un miembro de la Ejecutiva.

"La oferta a Sánchez fue una triple estocada. Descolocó a PSOE, Podemos y PP al mismo tiempo", arguye un dirigente del partido. Rivera cree que su golpe de efecto arrebata, en cierto modo, la iniciativa a Casado y coloca a Sánchez como "gran culpable del bloqueo".

Rivera promete que si suma una mayoría con el PP formará gobierno en un mes

Ese será, según las fuentes consultadas, uno de los grandes ejes de la campaña: "Ya nadie duda de nuestro 'no' a Sánchez. El electorado lo ha asimilado. Ahora debemos trabajar para que se perciba cómo él, desde el principio, quiso ir a elecciones". En abril, tras abrirse las urnas, Rivera creyó que el pacto entre Sánchez e Iglesias estaba hecho, pero ha rectificado.

Los analistas de Ciudadanos han detectado que la gran batalla volverán a librarla con el PP: "Compartimos muchos más votantes con ellos que con el PSOE". Por eso, el otro gran pilar de la campaña será figurar como un proyecto alternativo "más sexy" que el de Casado.

La respuesta a Sánchez

El equipo creativo de Rivera dice disponer de mucha munición. "Sánchez ha podido atar la gobernabilidad a izquierda y derecha y no ha querido. Nunca había ocurrido algo así", narra uno de los miembros que ya prepara la campaña.

El principal riesgo de Ciudadanos antes de las últimas generales era -explican en la dirección- aparentar tibieza respecto al PSOE: "El PP insistía en que pactaríamos con Sánchez. Ya ha quedado claro que no es así".

Cruzado ese río, Rivera dispone de más margen para hablar del bloqueo y describir al líder socialista como "un hombre que no ha tenido reparos en gastar 175 millones de euros en busca de su crecimiento electoral".

¿Caducará la oferta de la abstención a cambio de los tres puntos? "Hablar de un nuevo bloqueo es especular. Ya veremos, pero esas tres condiciones no pueden caducar porque son nuestros principios".

La pugna con Casado

A partir de ahí, Ciudadanos tratará de dejar a un lado lo agrio para "hablar en positivo": "La gente está muy cabreada. Tenemos que ofrecer esperanza e ilusión". Rivera asociará al bipartidismo con el "conformismo": "PP y PSOE han sido los culpables de las dos repeticiones electorales".

En la campaña del 10-N, explican dos portavoces liberales, dispondrán de más tiempo para resaltar la faceta "conservadora" del PP y sacar brillo al "proyecto moderno de Ciudadanos": "Demostraremos que somos más sexys". ¿Y eso cómo se hace? Mencionan la eutanasia, la gestación subrogada, el aborto...

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