La cosa está clarísima, o así lo ha querido expresar Noelia Vera este lunes en el comienzo efectivo de un curso político... que puede durar un suspiro. Las tres semanas exactas que quedan para que se cierre el telón de esta Legislatura si no hay investidura. Y lo clarísimo es que, a día de hoy, no hay más remedio que ir a elecciones repetidas el próximo 10 de noviembre. Porque los morados ven el envite del PSOE -"ya no hay opción a gobierno de coalición, sólo de un acuerdo de programa"- y suben a órdago: "Si nos sentamos a hablar con ellos es sólo para una negociación integral, de programa y de estructura de gobierno".

Así de claro lo ha dejado Vera, la portavoz de la Ejecutiva de Pablo Iglesias, a la salida de la reunión de la dirección de Podemos en el arranque de la semana. Y eso que ésta, todavía, no es la decisiva. Porque en la casa morada dan por hecho que "hasta el 10 de septiembre, Pedro Sánchez no nos va a llamar". Es una deducción del propio secretario general de Podemos viendo el calendario de reuniones anunciado por el mismo Partido Socialista para su jefe: PNV, PRC, colectivos sociales... y ya más adelante, el supuesto "socio preferente".

En las filas de Iglesias no comprenden lo que está pasando. Y aseguran que "el único que no ha entendido que cualquier opción de gobierno pasa por la coalición es Pedro Sánchez". Es más, Vera ha llegado a poner de ejemplo hasta a Pablo Casado, "que está impulsando una coalición para aglutinar los votos de la derecha" bajo el nombre de España Suma. Y es que en Podemos sólo ven dos escenarios posibles: o tienen ministros o vamos a las urnas el 10-N.

Inestabilidad

Y todo porque "la fórmula del gobierno del PSOE en solitario ya ha fracasado", ha dicho Vera. "Se vio que duró sólo ocho meses, con un cuadro de mayorías similar a éste, ¿por qué ahora podría durar más?". De hecho, la portavoz ha reivindicado el papel de su grupo parlamentario, el de Unidas Podemos, como "el que más se trabajó la moción de censura, el que la aplaudió aunque nos criticaran; y el que más se curró los Presupuestos, aun a riesgo de que nos señalaran por la negociación de nuestro secretario general con los independentistas".

Curiosamente, en el empeño de reforzar su posición en la -aún inexistente- mesa de negociación o en el -denostado- relato, Vera admitía implícitamente a qué fue Iglesias fue a la cárcel de Lledoners, acompañado del portavoz de En Comú, Jaume Asens, para verse con el preso preventivo Oriol Junqueras.

Y si en Podemos no ven más que esas dos opciones es porque la encuesta de SocioMétrica publicada por EL ESPAÑOL este fin de semana dejaba claro que el escenario posterior a unas eventuales elecciones repetidas dibujaría un panorama esencialmente igual en lo tocante a que "hará falta coalición". Según los datos del sondeo, el PSOE ganaría 16 escaños -hasta los 139- y Unidas Podemos perdería cinco -hasta los 37-, pero ese escenario ofrece, por fin, la mayoría absoluta a un acuerdo entre ambas "fuerzas progresistas", como gusta en llamarlas el presidente en funciones, Pedro Sánchez.

Los 300 puntos

¿Es por eso que Podemos se quiere arriesgar a ir a las urnas y se niega a negociar con los socialistas los 300 puntos programáticos que presentará este martes? Porque Vera insistía, a preguntas de este periódico, en que la dirección de su partido no contempla la posibilidad de votar ahora en septiembre, ahorrarse el bajón que auguran las encuestas, el riesgo de no sumar, y los millones de euros a los contribuyentes.

Y es que lo que quiere la formación morada, ahora al menos, es pasarle la patata caliente al PSOE. Fuentes oficiales aclaraban a la salida de la cita de la dirección que "estamos a 2 de septiembre y todo sigue igual... es el PSOE el que no nos llama, así que si nos ofrecen sólo programa, nosotros pediremos que también sea estructura de gobierno... y que sean ellos los que digan que no". Es decir, el -denostado- relato.