Hace dos años, el 17-A, una furgoneta blanca con el logotipo de una empresa de alquiler irrumpió en La Rambla barcelonesa. Mataron a 16 personas y más de 300 resultaron heridas. Hoy aún se espera la fecha en la que los tres miembros detenidos de la célula yihadista autora de esos atentados sean juzgados. Ninguno de ellos será condenado por asesinato, puesto que el juez instructor considera que no hay pruebas suficientes para demostrar que estaban al tanto de los planes de sus compañeros. 

Driss Oukabir, Mohamed Houli Chemlal y Said Ben Iazza, los detenidos, están en prisión provisional desde hace dos años por su presunta participación en los hechos. El resto de los miembros del grupo terrorista fueron abatidos por los Mossos d'Esquadra en Cambrils o fallecieron la noche anterior en la explosión de la vivienda en Alcanar (Tarragona). Los tres detenidos serán quienes respondan ante ellos en el juicio.

El magistrado de la Audiencia Nacional que lleva el caso, Fernando Andreu, procesó en octubre a Oukabir y a Houli Chemlal. Según la instrucción, el primero fue quien presuntamente alquiló la furgoneta que se utilizó para cometer el atentado. Al menos, fue su documentación la que se utilizó para alquilarla. Él ha defendido que no tiene nada que ver con los hechos y que le robaron la documentación en una comisaría de Barcelona.

El segundo, Houli Chemlal, será procesado por delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y estragos en grado de tentativa. Houli Chemlal resultó herido la noche antes de los atentados de Cambrils cuando la casa de Alcanar explotó y fue detenido en el hospital. Su información ha sido importante para la investigación.

Por su parte, Said Ben Iazza, que fue detenido en septiembre de 2017 en Vinarós (Castellón), también fue procesado por un delito de colaboración en organización terrorista por su posible relación con la compra y el traslado del material con el que se fabricó el explosivo con el que se pretendía atentar en Barcelona.

Estos delitos podrán significar penas de hasta 14 años de prisión.

Sin pruebas

El juez encargado del caso considera que, aunque los tres formaban parte de la célula terrorista, ninguno tuvo una participación directa en los hechos. Al menos, no ve indicios con los que poder atribuirles los 16 asesinatos producidos entre Barcelona y Cambrils. En noviembre, el magistrado rechazó los recursos de las defensas. Además, aseguró que no encontraba pruebas suficientes para confirmar que los tres procesados conocían los planes del resto de miembros de su célula de atentar en Barcelona y Cambrils.

Las asociaciones de víctimas siguen pidiendo que los detenidos respondan directamente por las 16 muertes de los atentados. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional han ratificado la postura del juez instructor.

Pero la instrucción del caso aún no está terminada. Aún falta que se determine la geolocalización del teléfono móvil de Driss Oukabir en los días previos a los atentados. Hasta entonces no se dará por concluido el sumario ni se escribirán los escritos de acusación y defensa. Previsiblemente, el juicio se celebrará el año que viene.

El resto de terroristas

Quien conducía la furgoneta que el 17 de agosto de 2017 recorrió más de 500 metros en La Rambla de Barcelona era Younnes Abouyaaquob. El autor material del atentado consiguió escapar de las fuerzas de seguridad en un primer momento y robó un coche en la zona universitaria de la capital catalana. Allí asestó una puñalada mortal al dueño del vehículo. Tras cuatro días de huida, los Mossos d'Esquadra le encontraron en una zona de viñedos cercana a Sant Sadurní d'Anoia, donde le abatieron cuando él mostró un cinturón de explosivos que resultó ser simulado.

El 18 de agosto, un coche consiguió entrar en el paseo marítimo de Cambrils escapando a un control policial. Al abrir fuego contra el vehículo, este volcó; sus cinco integrantes esgrimieron sus cuchullos y mataron a una mujer. Un agente consiguió abatir a cuatro de los terroristas. El quinto murió tras resultar herido. Sus nombres eran Moussa Oukabir, Omar y Mohamed Hychamy, Said Alla y Houssiane Abouyaaquob.

Otros dos terroristas fallecieron en la explosión del chalet de Alcanar (Tarragona) donde se gestó el atentado: el imán Abdelbaki Es Satti (considerado el autor intelectual de los atentados) y Youssef Aalla.

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