Alicante

Alicante. Domingo de Resurrección. A las doce del mediodía. Ha sido el momento elegido por el líder de Vox, Santiago Abascal, para aparecer con uno de sus seis generales, Manuel Mestre, el cabeza de lista por la provincia y para erigirse en el opositor a Pedro Sánchez. O él o el caos. 

En un pabellón abarrotado por banderas españolas y 'viva Españas' ("yo cuando dicen 'Viva Vox', respondo 'Viva España'", aseguraba el líder), Abascal se ha olvidado de sus tradicionales ataques a la "derechita cobarde" o a la "veleta naranja" para elevarse como oposición a "la España de Pedro Sánchez". 

Si el presidente del Gobierno preguntaba quién es el líder de la oposición para hacer un cara a cara, Abascal ya lo ha dejado claro este domingo en Alicante, aunque no lo dejen debatir "en la televisión donde mandan los separatistas haciéndole el trabajo sucio a PSOE y PP" y "usando la Junta Electoral que dicen que no puede estar Vox donde hace cuatro años sí estaban Cs y Podemos".

"La España de Sánchez"

No muchas propuestas a nivel nacional, muchas derogaciones y algún elemento local: el agua de España es de todos (y los trasvases también), cerrar Canal 9, acabar con el bilingüismo y defender las fiestas de moros y cristianos que, según Vox, también están en peligro por "la España de Sánchez".

Antes del paseo marcial de Abascal, el teniente general Manuel Mestre ha advertido de que está en política por los valores y por la paz. Y ha dejado claro que el compromiso de su movimiento es "por España" y con "desapego por estas siglas totalmente prescindibles, a diferencia del resto". 

Una diferencia que ha desgranado Abascal creando dos Españas. No las del 36, pero sí las de los otros y la suya: "Nuestra España no es la España de Pedro Sánchez, bueno Pedro Sánchez no tiene ninguna, sólo la usa. En la España de Pedro Sánchez se saltan nuestras fronteras, se pasa por encima de los policías, se cambian nuestras costumbres para que seamos nosotros los que nos adaptamos a los de fuera".

"En la España de Pedro Sánchez, no hay libertad para elegir la educación de nuestros hijos, se persigue la lengua universal y no se puede acceder a la función pública".

"En la España de Pedro Sánchez, se convierte en sospechosos los mejores valores que nos enseñaron nuestros padres: patriotismo, lealtad, honor, se ríen del honor".

"En la España de Pedro Sánchez, los violadores reincidentes salen a la calle porque nos dicen que se pueden reinsertar", ha dicho Abascal, antes de advertir que las mujeres "están más protegidas" con Vox que con "los progres que meten por una puerta de la cárcel a los violadores y los sacan por otra".

"En la España de Pedro Sanchez, la vida vale poco en el vientre materno. Se atacan las libertades y la propiedad privada, con impuestos y con leyes que no expulsan a los okupas desde el primer día".

"La España de Vox"

Frente a esa España, está la de Vox, en la que "tenéis libertad para honrar a vuestros abuelos sean del bando que sean. Porque no aceptamos lecciones del Gobierno socialista que negoció con el terrorismo de ETA y con el independentismo de Cataluña".

Frente a esa España "nosotros llamamos a los españoles todos, independientemente de lo que hubieran votado o de dónde vivan. Llamamos a España entera que ha sido humillada. Y que está mucho más viva de lo que piensan sus enemigos, pero que está mucho más fuerte de lo que piensa porque Vox es la casa común del sentido común. No es ni siquiera un partido, es un movimiento atacado por los progres desde sus atalayas".

Abascal ha terminado pidiendo el voto para su partido -o movimiento- porque quiere blindar España, acabar con el independentismo y restaurar los valores. "Adelante españoles... Todo por España... ¡Viva España!". Fin de fiesta.