La consejería de Educación vasca obliga a unos padres trasladados por trabajo desde León a Vitoria a matricular a su hija, de tres años, en un colegio en el que las clases se imparten únicamente en euskera a pesar de que otros centros de la zona, con el castellano como lengua vehicular o un sistema mixto, tienen plazas para ella. 

El pasado enero el padre de Inés (nombre ficticio para preservar su identidad) fue trasladado por trabajo como responsable de logística de una conocida empresa. Su madre, técnica informática, también acogió el ascenso profesional de su pareja como una oportunidad para la familia y para ella misma, que buscaría trabajo en Bilbao o Vitoria.

Encontraron una vivienda en Iruña de Oca (Vitoria) y pronto buscaron colegios donde la niña pudiera continuar el curso. Preferían uno que tuviera el 'Modelo A', donde el castellano es lengua vehicular, o 'Modelo B', donde se combina el castellano con euskera. Solicitaron plaza en los dos colegios Virgen Niña y Nazareth de Vitoria, muy próximos uno del otro, que reunían dichas condiciones. Los dos estaban también próximos al lugar de trabajo del padre de la menor y una hermana de éste reside en Vitoria, por lo que si la niña enfermaba, su tía podría ir a recogerla con facilidad. 

La sorpresa llegó cuando el servicio de salud de la Consejería de Educación les envió un mensaje de texto asignándoles, sin dar otra opción, el colegio José Miguel de Barandiarán de Nanclares de Oca (Vitoria) atendiendo al padrón familiar. Un centro con el modelo de enseñanza D, es decir, con todas las clases salvo la asignatura de Lengua y Literatura Castellana. En el curso de los tres años, lo que antes era preescolar, puesto que todavía no existe dicha asignatura, todo trato con los niños es en euskera. La asociación en defensa del castellano y la coexistencia de las lenguas, Hablamos Español, escuchó su problemática y les ayudó a dirigirse a las instituciones educativas.

Recurso presentado por la familia contra la obligación de matricular a la niña en el centro. EL ESPAÑOL

"Están cerrados en banda"

Los padres se dirigieron en distintas ocasiones a la Consejería de Educación solicitando un cambio de centro. No quieren que su hija estudie únicamente en euskera porque su destino laboral es provisional. Es posible que su padre tenga que moverse después a la Comunidad Valenciana y ahora sienten temor por si son trasladados allí y sufren similares problemas lingüísticos. 

"Tenía ganas de que mi hija aprendiera euskera. Podría abrirle caminos por ejemplo para opositar de cara al futuro. De hecho, yo también me había planteado estudiar el idioma que mi marido también estudió hasta los 14 años. Pero con todas las trabas que nos han puesto, se me están quitando las ganas, la verdad", lamenta la madre de la menor en conversación con EL ESPAÑOL. 

Después de recurrir la asignación de colegio e intercambiar distintos correos con la consejería, una técnico daba a los padres como única solución que "respetaran las fechas de reclamaciones" porque "el proceso de escolarización del alumnado es largo y complejo". La menor lleva más de dos meses en casa ya que el primer año de colegio no es obligatorio. 

Respuesta negativa de la delegada de Educación en Vitoria. EL ESPAÑOL

"Mi hija podía estar socializando con otros niños y tengo la sensación de que no lo hace por un empeño burocrático. La responsable de admisiones de uno de los colegios llamó al Gobierno para decirles que tenían plazas, que no tenían ningún problema en matricular a nuestra hija, y ¡ni aún así! Están cerrados en banda", explica la madre de Inés, que incluso se ha dirigido al Defensor del Pueblo para exponer la situación. La institución ya ha avanzado que se dirigirá al Gobierno vasco por su caso.