Pablo Casado ha lanzado su propuesta de cohesión territorial para las elecciones del 28-A. El modelo autonómico del PP es muy ambicioso, en el plano económico y en el político. El líder popular clausuraba una convención de su partido en Toledo sobre la reforma de la Administración. Y ha lanzado una medida estrella basada más en la prevención de la unidad de España: la moratoria en la transferencia de nuevas competencias "a las autonomías desleales".

Casado ha basado su discurso en constante referencias a la Constitución española, "porque somos el partido que tiene a cuatro de sus padres", recordó el presidente del PP, "así que la defendemos entera".

Y por eso, dijo, es necesario recordar que "las competencias son de titularidad estatal, y que es su administración la que se transfiere". Razón por la que considera Casado que "si hay colapso en las listas de espera de la Sanidad, pero una autonomía pide fondos para el FLA, ¿vamos a seguir pagándole sus embajadas?".

Pablo Casado en al convención territorial del PP, en Toledo.

Para el presidente del PP, la Constitución española "es muy compleja", y "muy rica". La definió como "confederal con el amejoramiento navarro, federal con las autonomías que tenían un estatuto previo a 1978 y autonómica para el resto". Por eso, dijo, "es bueno acercar la administración a los ciudadanos", pero "el Estado debe supervisar, está obligado a hacerlo, porque las competencias son suyas".

El PP presume de su gestión, "ya hicimos una segunda descentralización", defendió Casado reivindicando a Rajoy y a Aznar, "y salvamos a España reduciendo duplicidades y organismos redundantes, ahorrando 42.000 millones de euros". Pero ahora toca una "revolución integral" de la Admisnitración, dijo Casado.

La segunda medida estrella que propuso fue la de introducir un criterio de evaluación en el rendimiento de los funcionarios para su remuneración. "No puede ser que en las CCAA en las que el PP ha introducido libertad de elección de médicos o profesores, los funcionarios no tengan estímulo para que los muchos buenos no cobren los mismo que los pocos malos".

"Pedro Sánchez sigue pensando en el modelo nórdico de los 80, que fracasó con tasas impositivas del 80%", defendió Casado, "porque en Suecia lo que han hecho ahora es lo que nosotros proponemos, una nueva función pública". El PP propone "un complemento retributivo en base a lo que trabajen" y a "una evaluación que incluso podría incluir la de los propios usuarios".

Casado dará más presencia, si gobierna, al Estado en todo el territorio, "reforzando las subdelegaciones del Gobierno" porque, en su opinión, "no se puede querer lo que no se ve... y España no se ve en sitios tan maravillosos como Gerona".

Además se comprometió a acabar "con las bilateralidades vergonzosas como la de Pedralbes", con ¡una nueva ley de financiación autonómica, "partiendo de la de 2001, que sacó adelante el Gobierno del PP con amplio consenso" y no como el vigente "que impuso Zapatero en 2009 favoreciendo sólo a Cataluña en la escena de los cigarritos con Artur Mas".

Sánchez, "cobarde con los dictadores vivos"

El líder del PP ha denunciado que el Gobierno de Pedro Sánchez esté "desaparecido" en Venezuela y que únicamente se preocupe por "criticar a los dictadores muertos y ser un cobarde con los dictadores vivos". Casado, que este sábado habló por teléfono con Juan Guaidó para darle el apoyo del PP a su "lucha por la libertad", ha preguntado a Sánchez "¿dónde estaba España?", mientras el presidente "legítimo" de Venezuela trataba de cruzar la frontera para llevar ayuda humanitaria a su país.

Pablo Casado critica a Pedro Sánchez por su "silencio" sobre Venezuela.

En su opinión, no se puede entender que países como Canadá, Estados Unidos, Brasil, Francia o Alemania sí se muestren preocupados por Venezuela y, sin embargo, el Gobierno de España esté "desaparecido".

"¿Dónde estaba Pedro Sánchez cuando a un país se le está masacrando y el tirano Maduro coge los camiones de ayuda humanitaria y los quema?", ha preguntado.

Ha incidido en que Guaidó está buscando el apoyo de las naciones libres y este sábado se jugó la vida cruzando la frontera con Colombia con el apoyo de las naciones vecinas y de las más desarrolladas y potentes del mundo.

"¿Y qué hace España? Muy sencillo: criticar a los dictadores muertos y ser un cobarde con los dictadores vivos. Eso es lo que hace el Gobierno de Sánchez. Una pena", ha lamentado.