Contra las incursiones de barcos españoles en aguas gibraltareñas, bolas de pintura. Esa fue la sorprendente propuesta del ministro de Defensa británico, Gavin Williamson, durante una reunión con el jefe del Estado Mayor del Ejército británico, el general Nicholas Carter, y otros altos cargos del Ministerio y de las Fuerzas Armadas. La propuesta de Williamson, de 42 años y exjefe de disciplina del Partido Conservador, consiste en armar a los ciudadanos gibraltareños con pistolas de bolas de pintura para que estos disparen contra los buques de la Armada española que entren en aguas del Peñón.

La propuesta, según los diarios británicos que se han hecho eco de la noticia, fue recibida con escepticismo por los mandos de las Fuerzas Armadas británicas y el resto de altos cargos del Ministerio de Defensa presentes en la reunión. Fuentes del Ministerio puntualizaron después que Gavin Williamson "sólo estaba bromeando al respecto, aunque está firmemente convencido de que los buques de la Marina Real británica deben adoptar una postura de mayor firmeza frente a las incursiones de barcos españoles en aguas de soberanía británica". Otras fuentes consultadas opinan, sin embargo, que el ministro "hablaba completamente en serio". 

Pero la idea de armar a los gibraltareños con pistolas de bolas de pintura para amedrentar a los barcos de la Armada española fue sólo el remate final de una reunión en la que el ministro de Defensa, que ocupó el cargo en noviembre de 2017 en sustitución de Michael Fallon, acusado de acoso sexual, llegó a proponer también el envío a las aguas de Ceuta de un destructor del Tipo 45, los más avanzados de la Marina Real británica y cuya misión es la defensa de la flota frente a ataques de misiles supersónicos, aviones y drones de combate. Según la prensa británica, los altos cargos presentes en la reunión lograron convencer a Williamson de que el envío de un destructor a Ceuta sería interpretado por el Gobierno español como una provocación.

Según el Ministerio de Defensa británico, las incursiones de barcos españoles en aguas gibraltareñas, que el Gobierno británico considera "ilegales", han aumentado desde las 514 de 2017 hasta las 816 de 2018. España no reconoce la supuesta soberanía británica sobre esas aguas y se atiene a la literalidad del artículo 10 del Tratado de Utrecht, que cede "a la Corona de Gran Bretaña" la propiedad de "la ciudad y el castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas", pero no de las aguas que la rodean.

El pasado mes de diciembre, la corbeta de la Armada española Infanta Elena cruzó aguas jurisdiccionales españolas mientras por sus altavoces sonaba a todo volumen el himno español. El vídeo en el que podía verse la escena fue difundido por los medios de comunicación y las redes sociales británicas y usado como ejemplo de lo que en Reino Unido se considera una actitud de provocación constante por parte del ejército y la policía española. El vídeo fue grabado por un ciudadano gibraltareño desde un barco "en el lado este de Gibraltar" y en él se le puede oír decir: "Fíjate tú qué cachondo, aquí pegando, y encima playing el himno estos hijos de la gran puta".