Ciudadanos desbaratará la cumbre con el PP en Andalucía si Moreno Bonilla se empeña en abrir el pacto a la influencia de Vox. Requeridas las explicaciones, los conservadores trasladaron a los liberales que el café de su líder con el candidato de Vox fue algo "informal" y nunca una negociación. Los de Rivera, de momento, siguen adelante, pero pusieron sobre aviso a sus próximos compañeros de Gobierno.

Juan Marín, tras verse las caras con Moreno Bonilla, aclaró que él no ha hablado todavía con el PSOE, cuya abstención facilitaría la investidura del centro derecha -esa es la intención de los naranjas para, así, evitar la complicidad con Vox-. Mientras tanto, el PP -arguyó el candidato de Ciudadanos- "ha optado por otras vías".

Respetar la bilateralidad de la mesa -dijo Marín en claro rejonazo al PP- "es lo honesto". La postura de Ciudadanos, que además ha aclarado que tampoco pactará con Vox en los comicios venideros, escuece en la formación capitaneada por Abascal, que exigirá la escenificación de un acuerdo para apoyar la coalición PP-Cs.

"No hablaré con el PSOE hasta que cerremos el acuerdo con el PP", se comprometió Marín. El acuerdo -denunció el de Ciudadanos- transcurre más lento de lo que a los naranjas les gustaría principalmente por culpa de temas como la "regeneración democrática" y la "composición de la Mesa". La supresión de los aforamientos ha vuelto a atascar una negociación de los de centro con el bipartidismo. Fue una de las causas que resquebrajó el pacto de investidura que los de Rivera sellaron con Susana Díaz en 2015.

El optimismo del PP

El dirigente de Cs admitió discrepancias sobre algunos de los puntos del acuerdo, como son los aforamientos o la limitación de mandatos, que los de Albert Rivera pretenden que sean de 8 años. Marín prefirió no hacer públicas más discusiones en el seno de la mesa de diálogo "para no perjudicar" posibles avances.

Marín pidió al PSOE que "asuma la derrota", en primer lugar "no bloqueando" la formación de la Mesa. Para ello, hace falta su abstención. En caso contrario, "entrarían en juego otras fuerzas", señaló.

Moreno, mucho más optimista, celebró un "sustancial avance" en las negociaciones. Eso sí, manifestó su sorpresa porque Cs no quiere que el PSOE se mantenga al margen: "En las dos delegaciones hay plena voluntad de acuerdo. ¿Dónde tenemos discrepancias? Ciudadanos busca la participación del PSOE en el cambio y nosotros creemos que es imposible hacer un cambio en el que participe lo que queremos cambiar".

"Lo segundo en lo que discrepamos es en los ritmos -continuó Moreno-. Para nosotros, el cambio es urgente, afecta al futuro de nuestra tierra y estamos en una parálisis que no puede durar mucho más de lo necesario. Por lo tanto, ponemos una fecha, el 27 de diciembre, para llegar a un acuerdo. De aquí al 26 deberíamos llegar a un acuerdo y trabajaremos en los días que nos restan para ello".

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