Marta Espartero Agencias

El plan parece claro. Para neutralizar el apoyo de los votantes conservadores hacia Vox, el Partido Popular ha puesto el ojo en lo rural. El voto fuera de las grandes urbes ha sido una de las heridas más flagrantes que han descoronado al PSOE en Andalucía y el principal partido de España no está dispuesto a que le suceda igual. Ya no por miedo a la izquierda, sino por retener a su electorado más tradicional.

Las propuestas, de momento, son claras. De primero, retomar el debate sobre la tauromaquia y la caza, una de las grandes bazas con las que concurría Vox a los comicios regionales. Ambas parcelas están presentes en los discursos de los principales dirigentes del PP. El secretario general, Teodoro García Egea, lo lleva tanteando desde la campaña de las andaluzas, pero este sábado ha sido el propio Pablo Casado quien ha abrazado abiertamente el argumento que aupó a la formación de ultraderecha al Parlamento autonómico. Después, apoyar a los agricultores y regantes promoviendo un Plan Hídrico Nacional.

“Sánchez vende lo que haga falta para mantenerse en Moncloa. Viene ahora a prohibir los toros sin darse cuenta que dan trabajo a 190.000 personas, que tiene una recaudación anual de tres mil millones de euros, que seis millones de españoles van frecuentemente a los toros. Y si no quieren, pues no van. Pero nada de prohibir nada”, ha bramado el presidente del partido este sábado en Murcia. Igual trato ha recibido la caza, la otra pata sobre la que se articulaban las propuestas de Vox. 

Visitas a capitales rurales

No es casualidad que Casado comenzara esta gira, que designará a todos los candidatos del partido, en Teruel. Fue este viernes cuando, entre bromas acerca del tiempo, el líder popular deslizó una de las claves de su discurso. “Porque Teruel existe”, destacó. No en vano, él mismo es de Palencia, como se encargó de recordar. Hay siete autonomías en las que más de la mitad de su municipios no pasan de los mil habitantes: Castilla y León, Aragón y La Rioja, principalmente.

Sin embargo, el proponer un Plan Hídrico Nacional ha sido un paso dirigido, directamente, a los empresarios rurales. Este plan, al que los barones del PP llegaron a un acuerdo tras un año de negociaciones, según el propio Casado, incluye más de trescientas medidas y 20.000 millones de euros a largo plazo para construir canalizaciones, embalses o infraestructuras necesarias en las cuencas hidrográficas. En el Levante y en Almería, principal caladero de votos de Vox en Andalucía, la situación es urgente para el sector agroalimentario. 

En Valencia, el PP regional también se ha posicionado y ha decidido apoyar las movilizaciones agrícolas que tendrán lugar esta semana provocadas "por la desesperación del sector y la inoperancia del Consell por la crisis citrícola", según el portavoz de Agricultura del grupo popular en las Cortes Valencianas, José Ramón Calpe. Calpe explicaba que el partido respaldaba estas acciones "ante la gravedad de la crisis que se ha producido en la presente campaña citrícola".

Recuperar al votante "de siempre"

Es la manera que tiene el presidente de recuperar al votante “de siempre”. Casado no ha dudado en afirmar que el PP tiene la "gran responsabilidad" de volver a atraer a sus antiguos votantes, "que se fueron fuera del PP a buscarlo y que no lo encontraron ni lo van a encontrar".

Así que, sin imposturas, ha pedido a quienes dejaron de votarles en las últimas citas electorales que vuelvan a "casa" y tengan claro que no van a encontrar los principios del partido en ninguna otra formación. Porque, en su opinión, los españoles que buscan "un partido sin complejos de centro derecha liberal conservador con los principios arraigados y con una buena gestión saben que el PP es el único con el coraje y el acierto" para frenar el "plan de Quim Torra" para Cataluña, como antes pararon el de Carles Puigdemont y, en 2005, el del entonces lehendakari Juan José Ibarretxe.