La campaña andaluza es efectivamente una primera vuelta de las generales. O eso parece, porque de los problemas de los andaluces se habla lo justo y los líderes centran su discurso más en los asuntos de actualidad nacional. Así, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera , ha considerado este domingo una "degeneración moral" el apoyo de los diputados de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en el Congreso Gabriel Rufián y Joan Tardá, acudieran este sábado a una concentración de apoyo a los abertzales encarcelados por haber agredido a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra).

El líder de Cs ha recordado que Tardà y Rufián son los coportavoces de un partido separatista y que son "aliados del PSOE", y ha afeado que el PSOE los llamara "perros" cuando ellos fueron a este mismo pueblo días anteriores a defender "el país que queremos".

Familiares, amigos y simpatizantes de los siete agresores de Alsasua se manifestaron este sábado exigiendo su excarcelación en una concentración en la que se leyó una carta en la que los jóvenes agradecían el apoyo. La convocatoria, a la que acudieron parlamentarios navarros como Koldo Martínez (Geroa Bai) y Laura Perez (Podemos-Orain Bai) y también los diputados de ERC, se desarrolló en la Plaza del Castillo, donde desde el viernes se mantenía una performance con una celda y una persona dentro para recordar la situación de los jóvenes.

Rivera se ha expresado así en un acto de campaña en el Palacio de Congresos de Cádiz, con un millar de militantes y simpatizantes, junto al portavoz de Ciudadanos Andalucía, Juan Marín; la portavoz de la Ejecutiva nacional, Inés Arrimadas, y el cabeza de lista por Cádiz, Sergio Romero. El líder nacional de Cs ha afirmado que a él no se le ocurría "en la vida" gobernar con quien "rinde homenaje a terroristas o a personas que agreden a un guardia civil".

Rivera ha recordado que Ciudadanos fue a Alsasua "de la mano de las víctimas del terrorismo", entre otras personalidades, "escoltados" y recibiendo "caras de odio". "Después de todo esto tuvimos que aguantar al partido del PSOE de Susana Díaz llamarnos perros por ir allí", ha criticado, toda vez que ha cuestionado sobre cómo puede degenerar moralmente un partido "que ha sido lo que ha sido".

De esta manera, el dirigente de la formación naranja ha considerado que "eso es el sanchismo, gobernar con cualquiera a cualquier precio", y ha rogado que "la plaga del sanchismo no se instale en Andalucía" porque es "una corriente vacía de ideología, pero ocupada y obsesionada por el poder". En contraposición, ha explicado que el poder es para "transformar" y para mejorar la educación, la sanidad y la justicia.

"Pedro Sánchez sólo está en el poder para ocuparlo, no para transformarlo", ha sostenido Rivera, quien ha mostrado su preocupación por el paro, la educación y la independencia de los jueces. "Quiero ser presidente para transformar", ha dicho Rivera, mientras que "Pedro Sánchez es capaz de cualquier cosa sin límite". "Cuídense de él", ha aconsejado.

"Espero que el sanchismo sea un paréntesis y no quiero que se perpetúe en el poder con los indultos a cambio de escaños", ha temido Rivera, toda vez que ha llamado a "prepararnos para ganarle en las urnas". "O sanchismo o constitucionalismo; o moderación o radicalidad; o suma o división; o pactos con nacionalistas o combate intelectual, político y social al nacionalismo. Esto es lo que nos jugamos en las generales", ha profundizado.

"Pacto por la cárcel"

De igual manera, ha advertido de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a pasar a "la historia como el que rompió el pacto por la educación y lo cambió por el pacto por la cárcel". En este sentido, ha criticado que "mandara" al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, a negociar con el líder de ERC, Oriol Junqueras.

"Sánchez le ha perdido el respeto a los españoles, pero no el miedo y por eso no convoca elecciones", ha asegurado el líder de Cs, quien ha reclamado la convocatoria de elecciones. "Queremos votar ya", ha incidido.