Guerra de cifras en el Partido Popular. A menos de tres días para que 3.082 compromisarios elijan a su futuro presidente, los dos candidatos presumen de tener ya asegurada la victoria con el respaldo de más del 60% de los votos. Fuentes de las dos candidaturas dicen tener ya computado ese dato tras confirmar "uno a uno" el sentido del voto de los delegados. El dato, sin embargo, refleja que alguien miente en el PP como en su día le pasó al Conde de Romanones cuando, durante el reinado de Alfonso XIII, quiso ser académico de la Real Academia de la Lengua y estaba seguro de su victoria tras sondear a los compromisarios que en su caso debían votarle.

Según las cuentas que echó, el respaldo que en privado le ofrecieron le sirvió para adelantar una victoria segura. Desde que empezó su campaña hasta que empezó el recuento dejó de ser ministro y era un simple diputado más del Congreso de los Diputados. El Conde estaba en el Parlamento esperando tranquilamente el escrutinio cuando un ujier se le acercó y le comunicó que no había obtenido ni un solo voto. Un resultado que le dejó perplejo y le llevó a exclamar aquella famosa frase que pasó a la posteridad: "¡Joder, qué tropa!". Una expresión que el propio Mariano Rajoy utilizó cuando conoció algunos contenidos de la polémica biografía de Esperanza Aguirre en la que se daban a conocer detalles de la guerra que la protagonista vivía con Alberto Ruiz-Gallardón.

El escenario ahora, a dos días del Congreso Extraordinario del PP, es prácticamente idéntico. Los dos candidatos se presentan ante los compromisarios como los claros vencedores aunque, en realidad, nadie tiene garantizada la victoria del sábado. Así, mientras el entorno de la exvicepresidenta asegura que gana a Casado con más del 60% de los votos y 15 puntos de diferencia, el equipo del vicesecretario dice que ya tiene computado el respaldo del 65% de los delegados: 2.100 votos frente a los 837 que respaldaría a Santamaría. Según sus cálculos, aún quedan 500 sin calificar y 200 más indecisos a los que hay que convencer en 48 horas.

Yo con Soraya

Los más de tres mil compromisarios que votarán finalmente a uno u otro el sábado tienen a su disposición sobres y cabinas para que el voto sea secreto. Un método que se escapa al control de los equipos de los dos aspirantes, que reconocen que es imposible saber a quién votarán en realidad a la hora de la verdad. Miembros de los dos equipos se dedican en cuerpo y alma en telefonear uno a uno a los delegados para escuchar sus sugerencias y pedirle, a cambio, el apoyo. El equipo de Casado va más allá que el de Santamaría y asegura que solo dan por válido el respaldo de un compromisario cuando éste ha confirmado "a dos o tres fuentes" de la candidatura su sí definitivo al candidato. Sin embargo, las cuentas salen distintas cuando se pregunta al equipo contrario.

Los datos de Andalucía

En Andalucía, por ejemplo, donde Santamaría arrasó, su candidatura confía en que el resultado ahora sea similar al del 5 de julio. En cambio, los de Casado dicen tener convencidos "al menos a la mitad" de los compromisarios andaluces. El equipo de la exvicepresidenta desmiente además que el 26% de votos que obtuvo la candidatura de María Dolores de Cospedal en la primera vuelta vayan a pasar en bloque a Pablo Casado. Tras hacer un "análisis riguroso y contrastado" de cada uno de los compromisarios afines a la secretaria general, aseguran que hay un "50%" de delegados que pertenecen a la presidenta del PP de Castilla-La Mancha que no seguirán la pauta marcada por ella y votarán por Santamaría.

Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría, los dos aspirantes a presidir el PP. E. E.

El equipo de Casado ha contestado a las "cuentas de la vieja" que le acusa el bando contrario de hacer con un excel donde han escrito uno a uno el nombre de los 3.082 compromisarios que hay. A cada uno le pone en un color, dependiendo de quién apoya a quién, además de los indecisos. Los dos equipos cuentan también con que haya un porcentaje mínimo de compromisarios que finalmente no acudan al congreso por razones personales.

Feijóo se pronunciará antes del congreso

Casado y Santamaría se reunieron este martes en Génova durante cuarenta minutos. Fue un encuentro "cordial", según fuentes conocedoras, pero ninguno consiguió su objetivo y, si no hay un cambio de guion en el último minuto, los dos jugarán la gran final que se disputará el sábado en Madrid. La gran incógnita sigue siendo a quién apoyará el barón gallego, Alberto Núñez-Feijóo, que se verá este miércoles con sus presidentes provinciales y tomará una decisión que hará pública antes de votar.

Los nervios están más exaltados que nunca en las dos candidaturas y todos confían en que Mariano Rajoy mantenga su neutralidad hasta el final del proceso. El viernes tomará la palabra el todavía presidente del PP y Cospedal, para hacer un balance de gestión como secretaria general. El equipo de Santamaría confía en que ella sea "absolutamente neutral" después de haber brindado su apoyo público al candidato Pablo Casado.