Bruselas

Esquerra Republicana mantiene la presión soterrada al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que facilite la rápida formación de un nuevo Gobierno en Cataluña. Es decir, para que regrese a España antes de la sesión de investidura o deje paso a otro candidato. En una visita relámpago a Bruselas, el presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, le ha pedido a Puigdemont que haga algún gesto que permita garantizar el rápido levantamiento del artículo 155 de la Constitución y la recuperación del autogobierno.

"Lo que yo intentaré contribuir a provocar es que haya un Gobierno lo más rápidamente posible, un Gobierno eficaz, un Gobierno que pueda trabajar desde el minuto uno. Y que así recuperemos las instituciones de las manos del 155 y las traslademos a las manos de la ciudadanía", ha dicho Torrent en una caótica rueda de prensa tras entrevistarse con Puigdemont.

¿Es posible poner en marcha este Gobierno eficaz a distancia desde Bruselas?, le han preguntado los periodistas al presidente del Parlament. "Yo lo que creo es que hace falta desterrar el 155 de nuestras instituciones y que necesitamos un Gobierno que gobierne y que ponga fin a la paralización que supone el 155", insiste el diputado de ERC sin querer entrar en el fondo de la cuestión.

Torrent ha explicado que Puigdemont todavía no le ha aclarado cómo piensa garantizar su investidura, que en principio está prevista para el martes 30 de enero. El Gobierno de Mariano Rajoy ya ha anunciado que impugnará cualquier intento de investidura telemática desde Bruselas y prolongará indefinidamente el 155. ¿Cree el presidente del Parlament que Puigdemont debería volver a España? "Él no ha descartado la posibilidad evidente de poder asistir al debate de investidura", ha asegurado Torrent.

El presidente del Parlament, durante la caótica rueda de prensa Yves Hermann/Reuters

Eso sí, el presidente del Parlament ha querido dejar claro que el único aspirante a la investidura en este momento es Puigdemont y ha eludido entrar a valorar la posibilidad de que el expresidente dé un paso al lado y permita un candidato alternativo. Torrent ha confirmado además que ha pagado de su bolsillo y no con fondos públicos su viaje a Bruselas. Quiere evitar lo que considera polémicas estériles con la oposición, que le afea que haya viajado a Bélgica a reunirse con personas huidas de la justicia española.

Puigdemont no aclara qué hará

El expresidente de la Generalitat sigue sin aclarar qué hará en los próximos días. Por un lado, ha vuelto a pedir al Gobierno de Mariano Rajoy que le garantice que no irá a prisión si regresa. Algo que a su juicio está en manos de Rajoy y no de los jueces: "La vicepresidenta del Gobierno español dejó claro quién había puesto en prisión y quién había decapitado el movimiento independentista. Lo dijo con nombre y apellidos: el señor Mariano Rajoy". Por otro lado, Puigdemont tampoco descarta categóricamente que intente volver para la investidura.

"Hay muchas posibilidades. La investidura ideal, la investidura presencial. Es la que querríamos todos y debería haber condiciones para que se produjera. Pero hay otros caminos, lógicamente. Nosotros no descartamos ninguno. Por tanto, que nadie descarte que el pleno del Parlamento pueda celebrarse en las condiciones óptimas, que es que podamos estar todos presentes allí discutiendo lo que los ciudadanos de Cataluña han votado", asegura el candidato a la investidura de JuntsxCat, que este martes retiró su petición de delegación de voto en el pleno.

Puigdemont ha comparecido también tras reunirse con Torrent Yves Hermann/Reuters

Tampoco se ha resuelto este miércoles la incógnita de si los exconsellers que acompañan a Puigdemont en Bélgica (Toni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig) van a renunciar a sus escaños para garantizar la mayoría independentista en el Parlament. "Tenemos tiempo para tomar muchas decisiones de aquí al día de la investidura. Vamos paso a paso, es una situación excepcional, la estamos manejando con mucho tacto y respeto a los ciudadanos", sostiene el expresidente de la Generalitat.

Protesta por el cierre de la oficina de la Generalitat

Tanto Puigdemont como Torrent se han quejado del cierre temporal de la oficina de la Generalitat en Bruselas por parte del Gobierno de Rajoy para impedir que la reunión se celebrara allí como estaba inicialmente previsto. "Se ha cerrado hasta nueva orden para evitar posibles aglomeraciones, a la vista de una convocatoria que se hizo ayer desde la delegación sin autorización", explican fuentes del ministerio de Exteriores. 

"Es intolerable que el Gobierno español no nos permita reunirnos en la sede de la delegación de la Generalitat de Cataluña en Bruselas. La normalidad democrática e institucional tendría que prevalecer ante esta situación. Es indignante que el presidente del Parlament de Cataluña no se pueda reunir porque han cerrado físicamente la sede", ha protestado Torrent. Y ha anunciado que pedirá a los servicios jurídicos del Parlament que examinen si cabe alguna actuación legal contra "esta decisión arbitraria".

La delegación de la Generalitat en Bruselas es la única oficina de Cataluña en el extranjero que permanece abierta desde el 155, aunque su director, Amadeu Altafaj, fue destituido y se encuentra bajo control del Gobierno de Rajoy. Ante la imposibilidad de utilizarla, las reuniones se han trasladado a la sede de la Alianza Libre Europea, el grupo que aglutina a todas las formaciones nacionalistas y secesionistas de la UE. Puigdemont y los exconsellers ya acudieron allí a su llegada a Bruselas. La falta de espacio ha provocado empujones y caos durante el canutazo improvisado de Puigdemont y Torrent.

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