La investidura de Carles Puigdemont se complica. El separatismo mantiene viva la esperanza, pero la cascada de dimisiones en sus propias filas, las advertencias del Gobierno y los letrados y las declaraciones tan contundentes de los encarcelados en contra de la vía unilateral dejan entrever que las fuerzas independentistas buscan una alternativa que dé un nuevo enfoque al proceso de ruptura con el resto de España. Ese enfoque pasa necesariamente por cerrar el paso a Puigdemont.

La solución no es sencilla. Los líderes que han conducido el procés al 155 o bien han dimitido, como Carles Mundó, o bien han abjurado de la República unilateral para no agravar los problemas legales que ya tienen. La vigilancia judicial afecta a los encarcelados como Oriol Junqueras y Jordi Sánchez o los ex consejeros puestos en libertad bajo fianza como Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva.

La quiniela que maneja el separatismo tiene dos favoritas que están en boca de todos: Elsa Artadi y Marta Rovira. Según los resultados del 21-D, la iniciativa le corresponde a Junts per Catalunya (JxC), la lista de Puigdemont. Pero no se puede descartar que algún acuerdo in extremis permita a ERC hacerse con la presidencia de la Generalitat a cambio de alguna salida honorífica para Puigdemont.

1. Artadi: la ejecutora 'indepe' del 155

Elsa Artadi. EFE

La primera aspirante de la segunda línea es Elsa Artadi (Barcelona, 1976), directora de campaña de Puigdemont y gran revelación del separatismo. Artadi ha sido una figura clave para el Gobierno en la aplicación del 155 en Cataluña. Como directora general de Coordinación Interdepartamental ha actuado como nexo de unión entre el Ejecutivo central y la Administración autonómica.

Moncloa no tiene una sola queja del trabajo de Artadi, que una vez finalizada su labor en la Generalitat intervenida diseñaba la estrategia electoral del ex presidente para combatir esa intervención. La victoria de Puigdemont sobre ERC, que no pronosticaron las encuestas, se ha atribuido a su estrategia.

Muchos creen que debería ser ella la presidenta si no hay posibilidad de investir a Puigdemont. Pero su relación con el PDeCAT no es buena y además ella ha sido la principal artífice de convertir a Puigdemont en el único presidente legítimo. Un mensaje que ha funcionado muy bien en las urnas.

2. Rovira: la elegida de Junqueras

Marta Rovira. Efe

Marta Rovira (Vic, 1977), número dos de ERC, es la persona que Junqueras ungió desde la cárcel como presidenta de la Generalitat en su ausencia. Fue poco antes de la campaña del 21-D, cuando los sondeos otorgaban a ERC una cómoda victoria. Las urnas relegaron a la formación republicana a la tercera plaza, por detrás del ganador Ciudadanos y la lista de Puigdemont. Rovira encabeza ahora las negociaciones con el ex presidente para desbloquear la formación de la Mesa y la investidura, hasta el momento sin demasiado éxito.

Rovira tiene en contra que ERC no fue la primera fuerza independentista, que su partido tuvo que retirarla de primera línea durante la campaña por sus errores durante un debate con Inés Arrimadas y que corre riesgo de ser imputada por la organización del 1-O y la declaración unilateral de independencia.

3. Batet: el confesor de Puigdemont

Albert Batet. E.E.

En un contexto de desconfianza entre los partidos separatistas, es posible que se busque una tercera vía que satisfaga a las dos partes. Es lo que ocurrió cuando Artur Mas eligió a Puigdemont hace ahora dos años. La lista de tapados que maneja el independentismo, con bagaje político y experiencia de gestión pública, la encabeza Albert Batet, alcalde de Valls desde 2008 y hombre de total confianza de Puigdemont.

Batet (Tarragona, 1979) y Puigdemont se conocieron en la Asociación de Municipios por la Independencia y fraguaron su amistad en el Parlament como diputados de CiU. El alcalde de Valls forma parte del estado mayor de Puigdemont, diseñó la lista de JxC por la provincia de Tarragona y ha participado en las reuniones de estrategia más importantes junto a Artadi. Batet podría ser una solución de consenso tanto para el PDeCAT como para ERC. Es una figura bien valorada y ha conseguido retener la alcaldía de Valls, un municipio tarraconense de casi 25.000 habitantes en una de las zonas menos independentistas de Cataluña. 

4. Solé: el 'pianista' de Bruselas

Bernat Solé. ERC

No tiene demasiadas opciones. Tampoco las tenía Puigdemont hace dos años. Pero Bernat Solé (Agramunt, 1975), de ERC, es una figura reconocible para el separatismo. Es alcalde del municipio ilerdense de Agramunt. Hace unos meses, un vídeo en el que tocaba al piano Els Segadors en el aeropuerto de Bruselas se hizo viral en las redes sociales.  

Además de alcalde de Agramunt, un municipio de casi 6.000 habitantes, Solé es miembro de la Ejecutiva de ERC y fue diputado en la anterior legislatura, en la que por ejemplo presidió la comisión de Trabajo del Parlament. Su perfil aporta frescura, novedad y un conocimiento de la Cataluña interior y más rural que tanto apoyo ha dado al proyecto separatista en los últimos años y especialmente el pasado 21 de diciembre.

5. Pallarés: experiencia con pasado socialista

Teresa Pallarés. E.E.

Otro de los nombres con peso en la lista de Puigdemont es el de Teresa Pallarés (Marsá, 1964), que fue una de las sorpresas de la candidatura de JxC. Pallarés es la más veterana de los aspirantes alternativos. Fue subdelegada del Gobierno en Tarragona entre 2008 y 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente.

Pallarés, ex militante del PSC, tiene una amplia experiencia de gestión pública. Fue concejal en Reus y ocupó varios cargos intermedios de la Generalitat en los departamentos de Economía y Turismo durante los gobiernos tripartitos del PSC con ERC e Iniciativa. Su pasado socialista, su perfil técnico y el conocimiento que tiene de las administraciones nacional y autonómica le convierten en una candidata con opciones al Palau.

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