Sus señorías del Senado no escatiman en gastos para trabajar fuera de Madrid. La Cámara Alta subvenciona los viajes oficiales de los parlamentarios por España en avión, tren, autobús, coche e, incluso, en barco. Entre octubre y marzo, los últimos seis meses contabilizados, los 266 senadores gastaron más de 1,5 millones de euros en desplazamientos. Del total, 252.000 euros (16.8%) fueron por anulaciones, cambios de billetes y por gestionarlos.

En el primer trimestre de 2017 los parlamentarios cargaron a cuenta del Senado 792.792,96 euros en viajes. De esta cantidad, 83.970,18 (10,5%), fueron "gastos de gestión, de cancelaciones y de cambios, así como billetes emitidos pendientes de utilización", según anuncia el portal de transparencia de la Cámara Alta. Al contrario que el Congreso de los Diputados, la cámara de representación territorial todavía no ha publicado los datos del segundo trimestre del 2017.

Si echamos la vista atrás, las cifras de los últimos tres meses de 2016 son aún más llamativas. De los 708.888,48 euros gastados en viajes en ese periodo, 168.563,63 fueron anulaciones, cambios y gestión de los billetes. Es decir, se utilizaron 634 euros de las arcas públicas por senador en cambios de agenda.

Cifras de 2016

El Senado especifica que los senadores pueden cargar al erario público los gastos de desplazamiento en territorio nacional "para el desempeño de su actividad parlamentaria, para realizar actividades de naturaleza política, sectorial o de representación institucional, así como también los viajes en representación del Senado". 

En esas "actividades" los senadores utilizaron dos millones de euros el año pasado. De esta cifra, 368.569,19 fueron a parar a cambio de billetes o a la gestión de los mismos. Es decir, de cada 10 euros destinados a viajes oficiales, 1,83 fueron utilizados para cambios de agenda.

La cámara de representación territorial no incluye cifras desglosadas en el apartado dedicado a "gastos de gestión, de cancelaciones y de cambios, así como billetes emitidos pendientes de utilización", por lo que no se conoce cuánto se deriva de cada concepto.

Control del gasto desde noviembre de 2014

En comparación con los representantes de la cámara baja, los senadores gastaron menos durante 2016. Los 350 parlamentarios del Congreso dedicaron 837.612,09 euros a cambios de agenda, por los 368.569,19 de los 266 senadores en el mismo año. Es decir, los congresistas despilfarraron un 22.3% del presupuesto de viajes, cuatro puntos más que los parlamentarios de la Cámara Alta.

Si sumamos el dinero que se gastaron tanto diputados como senadores en modificar los horarios de viajes en 2016, el despilfarro se dispara: en total, entre ambas cámaras se derrochó 1.206.181 euros en viajes a ninguna parte.

El Senado contabiliza los gastos en transporte desde el 21 de noviembre de 2014. Tres días, antes la cámara acordó definir los gastos específicos que los senadores podrían cargar al erario público. En esa resolución también se establecía la obligación de hacer públicos los datos citados.

A principios de noviembre de 2014 el expresidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, fue acusado de cargar hasta 32 viajes privados a Canarias en clase business durante su época como senador entre 2009 y 2010. El Tribunal Supremo le eximió de delito pero reprendió al Senado: "Resultaría conveniente una regulación suficientemente precisa", dijo el auto.