Bruselas

Recepción de alfombra roja al lehendakari Íñigo Urkullu en Bruselas. Urkullu se ha reunido este miércoles con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y con el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. Los dos han reconocido la contribución del PNV a la estabilidad en España por su apoyo a los Presupuestos de 2017 de Mariano Rajoy. El lehendakari también se ha entrevistado con el portavoz de la Eurocámara para el brexit, Guy Verhfostadt, líder del grupo liberal europeo, al que está adscrito el PNV.

El trato preferente a Urkullu contrasta con la política de puertas cerradas de las instituciones de la Unión Europea hacia el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Ningún dirigente comunitario ha querido recibir a Puigdemont durante sus dos visitas a Bruselas como muestra de rechazo al proceso independentista catalán.

Es la primera vez que Juncker se entrevista con un presidente autonómico español desde que asumió las riendas de la Comisión en noviembre de 2014. Ni siquiera la presidenta andaluza, Susana Díaz, consiguió reunirse con él durante su última visita a Bruselas, que fue diseñada como una exhibición de fuerza diplomática y apoyos europeos de cara a su carrera en el PSOE.

El encuentro se produce poco después del acuerdo entre el Gobierno de Rajoy y el PNV para sacar adelante los Presupuestos de 2017 y sobre la liquidación del cupo vasco. Tanto Juncker como Moscovici "han reconocido la importancia de la estabilidad institucional como consecuencia de unos Presupuestos ad hoc para este año 2017 en el conjunto del Estado español", según ha relatado el lehendakari en una comparecencia ante la prensa.

Durante la reunión, Urkullu y el presidente de la Comisión han hablado además de la crisis de los refugiados y del futuro de la UE tras el brexit y del papel que pueden jugar las "naciones sin Estado".

Diplomacia de gestos

Más allá de esta diplomacia de gestos, Bruselas no quiere hacer sangre de esta diferencia de trato entre el lehendakari y Puigdemont. En la Comisión explican a EL ESPAÑOL que Juncker tiene previsto reunirse con más presidentes autonómicos en los próximos meses: en junio recibirá al valenciano Ximo Puig. Y resaltan que en su última visita enero, el presidente de la Generalitat ni siquiera solicitó entrevistarse con Juncker.

Tanto el ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, como el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, tenían un acceso directo a las instituciones de la UE hasta que iniciaron el proceso independentista en otoño de 2012. Desde entonces, Bruselas ha cortado de raíz todos los contactos. Y cada vez que se le pide intervenir señala que se trata de un asunto interno del orden constitucional español y que si Cataluña se independizara quedaría automáticamente fuera de la UE.

Urkullu no ha querido pronunciarse sobre el vacío que le hace Bruselas a Puigdemont. "Lo desconozco. No hemos tratado esas cuestiones. Yo me siento muy satisfecho por haber sido recibido (...) Creo que hay una interpretación correcta en la UE de lo que es el sistema de autogobierno vasco, con una vocación europeísta", ha dicho. Eso sí, el lehendakari ha hecho un llamamiento al diálogo entre el Gobierno español y el catalán. 

Las relaciones entre el nacionalismo vasco y los dirigentes de la UE no siempre han sido tan buenas. Atravesaron su peor momento durante la etapa como lehendakari de Juan José Ibarretxe, cuyo plan de convertir al País Vasco en Estado libre asociado a España fue rechazado por Bruselas. Pero el enfoque pragmático de Urkullu permitió normalizar de nuevo los contactos. El actual lehendakari ya fue recibido por el ex presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

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