John Müller Jorge Sáinz Daniel Basteiro

Las concesiones de Mariano Rajoy al Gobierno del PNV en el País Vascoo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) agravan las desigualdades fiscales que ya existen entre las comunidades autónomas. Los cálculos desarrollados hasta ahora indicaban que las comunidades forales (País Vasco y Navarra) contaban con entre un 30% y un 60% más de recursos per cápita que la media de las comunidades de régimen común.

La devolución de 1.400 millones de euros correspondientes a liquidaciones pendientes del Cupo vasco entre 2007 y 2016, y una rebaja extra de 500 millones en el cupo correspondiente a 2016 (que se había cifrado en 1.500 millones), junto con las nuevas inversiones en infraestructuras relacionadas con la llamada ‘Y vasca’, “agravarán la situación de sobrefinanciación en una comunidad ya muy sobrefinanciada”, indicó Alain Cuenca, profesor de Economía Pública de la Universidad de Zaragoza.

La situación de privilegio de las comunidades forales no obedece a un problema de diseño del sistema de Concierto y el Cupo, sino a su aplicación, explica el profesor Julio López Laborda, catedrático de la Universidad de Zaragoza y experto de Fedea. “Los investigadores han identificado tres fuentes de esta situación privilegiada: la infraestimación [del valor] de las competencias del nivel central, el deficiente cálculo del ajuste a consumo de la recaudación del IVA y la no participación de las comunidades forales en los mecanismos de nivelación autonómica”.

Ni Zapatero ni Rajoy habían aceptado la rebaja

“Los cálculos varían mucho: si nos quedamos en el límite inferior, se estima que las comunidades forales disponen de, al menos, un 30% más de recursos per cápita que la media de comunidades de régimen común”, sostiene López Laborda. Sin embargo, añade que quizá el nuevo acuerdo no empeore tanto la injusta situación actual porque “hay que tener en cuenta que el cupo no se actualizaba desde 2007”.

Cuenca considera que el acuerdo sobre la liquidación del cupo de años anteriores plantea una situación arbitraria y novedosa. “He leído que el Gobierno vasco pedía 1.600 millones y se le han dado 1.400 millones. Pero lo llamativo es que ni el Gobierno de Zapatero ni el de Rajoy se lo concedieron en el pasado. Hasta hoy. Ha tenido que llegar esta coyuntura para que lo logren”.

Además, aunque los acuerdos sobre la ‘Y vasca’ son antiguos, que el Estado asigne nuevas inversiones en infraestructuras a una comunidad que recauda todos los impuestos que genera su territorio es un agravio comparativo respecto de las de régimen común. De esta forma, las de régimen común están subvencionando las infraestructuras en el País Vasco.

Publicidad de los cálculos del Cupo

“En cualquier caso, al final, el cupo es, inevitablemente, el resultado de una negociación política”, afirma López Laborda. “Es cierto que no es la primera vez que coinciden la negociación presupuestaria y la del Cupo. Lo que puedo decir al respecto es que me parece lógica la inquietud de las restantes comunidades, que podría evitarse haciendo públicos todos los cálculos necesarios para determinar el Cupo”.

El pacto político entre el Gobierno y el PNV por el que los nacionalistas apoyarán los PGE fue suscrito ayer tras iniciarse el debate presupuestario en el Parlamento. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, estuvo reunido durante más de una hora con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en el Congreso de los Diputados. Al encuentro, que tuvo lugar en el despacho de Rafa Hernando, asistieron también la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el portavoz vasco en la Cámara, Aitor Esteban. No hubo fotografía a petición del PNV, y se acordó que el PNV explicará el acuerdo en el País Vasco y no en Madrid.

El día anterior, en la sede del Ministerio de Hacienda, el consejero vasco de Hacienda, Pedro Azpiazu, había rubricado con Cristóbal Montoro el acuerdo económico separado sobre el Cupo.

El PP busca un pacto para dos presupuestos

El PP aspira a que el acuerdo alcanzado con el PNV sea para dos presupuestos, el de este año y el de 2018. El techo de gasto y el déficit para las cuentas del 2018 se negociará en julio. “El clima es inmejorable”, dijo un alto cargo del PP sobre la posibilidad de que el PNV apoye también los Presupuestos del año que viene.

Ciudadanos se ha desmarcado del acuerdo sobre el Cupo vasco y valora votar en contra cuando llegue al Congreso. La factura de 1.400 millones no está incluida en los Presupuestos. El Cupo es una ley independiente y está previsto que se debata en las próximas semanas. El partido de Albert Rivera no se siente obligado a respaldar un acuerdo que Gobierno y PNV han negociado en solitario. “Estudiaremos el acuerdo del cupo y si no nos convence, votaremos en contra”, dicen desde el entorno de Rivera.

Ciudadanos ha ido modulando su discurso sobre el concierto vasco en los últimos dos años. El partido naranja defiende una armonización fiscal a nivel europeo que, en su opinión, también terminará unificando criterios en España. Mientras se trabaja en esa unidad, Ciudadanos admite que el cupo vasco, un complejo sistema de compensación económica por competencias, es una realidad y no se opone a que se actualice.

Lo que no comparte es que el cupo se utilice para beneficiar a un gobierno concreto, en este caso el del PNV. Los de Rivera aseguran que su sí a los Presupuestos no es un cheque en blanco a todas las medidas económicas del Gobierno. Y recuerdan que en el pasado no apoyaron la subida de impuestos acordada por PP y PSOE.

Enfado del presidente valenciano 

El pacto con el PNV ha levantado ampollas en comunidades autónomas que se quejan de infrafinanciación. Desde un viaje oficial en Finlandia, el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, aseguró que si es posible mejorar el Cupo vasco, "se debe resolver de una vez por todas la financiación autonómica", y especialmente en aquella autonomía "peor financiada" que, según él, es la suya.

El PSOE rechazó en el Congreso los presupuestos a través de su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, muy duro en sus palabras y en el tono. Como otros grupos, el PSOE relacionó la corrupción con las cuentas públicas para justificar su rechazo en un clima político de "repugnancia" e "indignación" que ha "arrasado" con la confianza en el Gobierno.

Según el portavoz de ERC, Joan Tardá, los presupuestos de este año benefician a las grandes constructoras y a la "corrupción legal de las puertas giratorias", además de ser una radiografía de la "España centralista" y "de la mentira".