El convenio internacional que prohíbe cortar la cola a los perros lleva 30 años vigente en el resto de Europa, pero el Congreso de los Diputados celebró su aprobación como un avance sin precedentes. No hay Pleno de la legislatura sin su propuesta relativa a derechos de los animales. Los partidos políticos han abrazado una agenda animalista amable que evita debates polémicos como la tauromaquia y es muy agradecida en las redes sociales gracias al activismo del lobby animalista.

Los líderes políticos han saturado sus perfiles de fotografías con sus mascotas. Pero no es sólo una cuestión de imagen, que también. Los casi 300.000 votos del partido animalista el 26-J es el botín que aspiran a repartirse los partidos. El Pacma es la primera fuerza nacional extraparlamentaria.

"El trabajo de presión está surtiendo efecto y los animales están entrando en el debate político", dice Laura Duarte, portavoz del Pacma. "Nosotros pensamos que es positivo, pero también creemos que al final los partidos utilizan este discurso, bien aceptado por los ciudadanos, y no se atreven a dar pasos más valientes y ambiciosos".

Una agenda olvidada

El diputado de Ciudadanos por Málaga Guillermo Díaz fue uno de los pioneros en registrar medidas de protección animal esta legislatura. En noviembre, Díaz registró una moción en la Comisión de Agricultura para impulsar una Ley Marco de Protección Animal con el objetivo reunir en una norma nacional las distintas regulaciones autonómicas. El diputado naranja también consiguió recientemente el apoyo unánime del Congreso en su propuesta de reforma del Código Civil para que los animales de compañía dejen de ser cosas.   

"Es cierto que la agenda animal ha estado muy olvidada en el pasado", admite Díaz. "En Ciudadanos también hemos querido darle su espacio".

El PP, que no tenía el animalismo entre sus prioridades, también se ha subido a la ola. El Ministerio de Asuntos Exteriores llevó al Congreso de forma inesperada el convenio europeo de protección de animales de compañía. El documento se aprobó en Estrasburgo el 13 de noviembre de 1987

Amputar el rabo a un perro ya es ilegal en toda España

Pero hasta un debate que parecía sencillo tuvo su polémica. En la negociación del dictamen, ERC decidió apoyar una enmienda del PP para permitir que se corte el rabo a los perros en algunos supuestos muy concretos, y nunca con fines estéticos. El texto lo negoció el diputado Joan Capdevilla, que es veterinario de profesión y por lo tanto buen conocedor de la casuística. La enorme presión animalista en las redes sociales, amplificada por Podemos, obligó al partido catalán a recular. ERC dijo que había cometido con un error. 

Pacma tiene su espacio

Pacma está satisfecho. Duarte dice que al final su trabajo de "crítica y presión" surte efecto y pone en valor sus resultados electorales. "Los animales mueven muchos votos y eso se detecta en la calle. Mucha gente tiene mascotas y hay una sensibilidad que se ha ido desarrollando", explica. "No es una una casualidad, por ejemplo, que el PP se preste a participar".

Pero el partido animalista reivindica su propio espacio. Pacma asegura que hasta las iniciativas planteadas ayudan a los grupos a proyectar una imagen amable. Duarte identifica la abolición de los toros o la prohibición de la caza, los zoológicos y los circos como ejemplos de una agenda personal e intransferible.

"Somos ambiciosos. Y hay temas que no se quieren tocar porque son debates agrios y difíciles", dice. "En el resto de los partidos falta un verdadero compromiso animalista y nosotros vamos a seguir trabajando para poner la cara colorada a todo el mundo".