El combate que existe en Podemos no es solo fruto de las luchas personales ni de las diferencias estratégicas. También los pablistas y errejonistas presentan estilos diferentes. Este sábado, en la primera jornada de Vistalegre 2, se han evidenciado claramente esas diferencias entre dos formas de hacer política que están en pugna. 

Ha sido durante el debate sobre el documento ético que regirá el funcionamiento de Podemos. Por un lado, los pablistas Irene Montero y Rafa Mayoral han pronunciado dos discursos más propios de un mitin, con apelaciones a las emociones y a la necesidad de estar en las protestas callejeras. Alocuciones viscerales que han incluido la petición de un aplauso para Juan Carlos Monedero, sentado en la primera fila, junto a todos los líderes del partido morado.

Por otro lado, los errejonistas Juan Pedro Yllanes y Auxiliadora Honorato han hablado de las propuestas que se incluyen en su documento: la no acumulación de cargos internos, la paridad en los organismos o la comisión de garantías independiente. Discursos más fríos y racionales en los que, eso sí, Yllanes ha aprovechado para llamar "golfos y ladrones" a los corruptos del Partido Popular. 

En suma, las diferencias entre las formas de unos y otros muestra que los equipos de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón siguen caminos muy distintos. Como si fueran prolongaciones de sus propios líderes, en el entorno de unos y otros quieren un Podemos muy distinto. 

Y en este debate sobre la ética ha vuelto a ocurrir lo mismo que horas antes, por la mañana, durante la discusión en el escenario sobre propuestas políticas. Los candidatos anticapitalistas, en especial el líder de esta corriente, el eurodiputado Miguel Urbán, han logrado enardecer a los 8.000 presentes en Vistalegre con un discurso propio que apelaba al Podemos original y a la unidad entre todas las corrientes. 

 

Noticias relacionadas