La reunión mantenida este lunes para tratar de evitar la ruptura de Podemos en Álava ha concluido sin acuerdo entre la dirección y los críticos, aunque el diálogo continua y las partes volverán a sentarse en una mesa este miércoles para realizar un segundo intento.

Hay tiempo hasta este viernes, día en el que se someterán a aprobación en las Juntas generales del territorio los presupuestos alaveses para 2017. El grupo de Podemos está dividido en dos. La portavoz, Arantza Abecia, y otras dos junteras comparten el criterio de la dirección de Podemos Euskadi de abstenerse en la votación; mientras que otros cuatro procuradores, entre ellos el exportavoz, Koldo Martín, están dispuestos a votar en contra. La octava, Mari Cruz Polaina, está de baja desde hace meses y no participa en la actividad de las Juntas Generales.

El enfrentamiento sobre los presupuestos tuvo su primer episodio la semana pasada, cuando los críticos respaldaron la enmienda a la totalidad presentada por Irabazi (Izquierda Unida y Equo) y sus compañeras se abstuvieron, entre acusaciones mutuas de ruptura de disciplina de voto y advertencias de la dirección a los contestatarios sobre la apertura de expedientes disciplinarios.

El encuentro entre la dirección de Podemos Euskadi y el Grupo Juntero del partido en Álava tenía como objetivo hallar una salida que reconduzca la situación y evite que se consume el cisma, que resultará inevitable si el voto se divide a la hora de aprobar las cuentas alavesas del próximo año. Si los críticos no secundan la abstención se situarán al borde de la expulsión.

A lo largo de dos horas y media la secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba; el secretario de Organización, Lander Martínez, y cuatro miembros del Consejo Ciudadano Autonómico, han permanecido reunidos con los siete integrantes en activo del grupo juntero. Al término del encuentro, los críticos han remitido a una rueda de prensa que celebrarán esta tarde para dar a conocer su postura, mientras que la dirección de Podemos Euskadi ha hecho constar su “disposición a encauzar política y organizativamente las cosas”. “En este sentido, aunque no se haya llegado a ningún acuerdo, la dirección seguirá con el diálogo para buscar soluciones a los problemas del grupo”, ha añadido en un breve comunicado.

CONFLICTIVIDAD PERMANENTE

El debate sobre los presupuestos ha sido el último detonante pero la conflictividad es inherente al funcionamiento del grupo juntero desde su constitución tras las elecciones forales de 2015. Los problemas, debidos en ocasiones a diferencias ideológicas, adquieren una dimensión mayor a través de serios enfrentamientos personales vividos a lo largo de distintos capítulos, algunos de ellos susceptibles de acabar en la Comisión de Garantías, donde ya se sigue un expediente contra Koldo Martín por el cobro irregular de dietas.

La dirección alude en su comunicado a esta situación “que viene de lejos” y recuerda que se adoptaron una serie de medidas para tratar de resolver los conflictos generados “dentro del grupo humano” de los procuradores. Incluye entre ellas el relevo en la portavocía de Martín por Abecia y la creación de una Comisión Mixta, con junteros de ambos grupos y miembros del Consejo Ciudadano Autonómico.

Ese órgano tiene como misión coordinar al grupo juntero con la cúpula de Podemos Euskadi a la hora de adoptar posturas políticas en la principal institución alavesa. Fue la Comisión Mixta quien decidió la estrategia de no oponerse a los presupuestos y negociar a cambio con el PNV la incorporación de enmiendas parciales en distintos ámbitos. Se optó por una visión “pragmática” puesto que las cuentas tenían asegurada su aprobación al contar con el apoyo de EH Bildu.

Los críticos, por el contrario, rechazaron en una reunión del grupo juntero, donde son mayoritarios, seguir la directriz oficial. Aducen que no hay razones para adoptar una postura distinta a la que Podemos mantiene en Bizkaia y Gipuzkoa y aseguran que son ellos quienes cuentan con el respaldo de los círculos, a la vez que denuncian que no se haya cumplido la obligación de consultar a las bases de la organización.

Desde la dirección se rechaza la alusión a los círculos, “órganos consultivos participativos” distintos a la asamblea de inscritos, con capacidad decisoria, y se considera que “los presupuestos son una excusa” que ponen de manifiesto la negativa de los junteros disidentes a aceptar la organización interna de la formación morada.

“Hay unas dinámicas de trabajo en Podemos que son muy claras pero hay gente que no las quiere seguir y adopta comportamientos contrarios a las mismas y se niega a reconocer a la ejecutiva del partido”, explica un miembro del sector oficial.

MENOS TENSIÓN VERBAL

Momentáneamente al menos el encuentro de este lunes ha conseguido rebajar la tensión verbal entre la dirección y los críticos, según se ha puesto de manifiesto en la comparecencia de estos últimos, en la que han puesto en valor la reapertura de cauces de diálogo.

“Ha sido una toma de contacto de carácter positivo, hemos empezado a hablar sobre cómo solucionar los problemas que arrastramos desde antes del debate presupuestario y éste es un paso adelante”, ha declarado Javier Bizarro a El Español, asegurando que aún queda tiempo para llegar a un entendimiento.

La dirección y el grupo juntero se reunirán de nuevo este miércoles para tratar de encontrar una salida satisfactoria para ambos. La concesión de libertad de voto a los procuradores, o sanciones que se limiten a una simple multa son posibilidades barajadas por los críticos, quienes acudirán a la segunda cita después de pulsar de nuevo la postura de los círculos sobre los presupuestos alaveses. "Si a mí me dicen que me abstenga y no vote en contra lo haré", comenta el procurador alineado con las tesis no oficiales.

"Es lógico que los órganos del partido marquen unas directrices pero el grupo juntero debe tener cierta autonomía, que nosotros queremos trasladar a nuestros representados, los inscritos [en el partido], a quienes queremos oír no sólo lo que opinan sobre los presupuestos, sino sobre otros temas, como los cambios fiscales en materia del IRPF y el impuesto de sociedades. Y ésa es una herramienta que no está en nuestras manos sino en las del Consejo Ciudadano Autonómico”, explica Bizarro al incidir en lo que él considera uno de los motivos fundamentales de la crisis de la formación morada en Álava.

SE AMPLIFICA LA CRISIS

Los críticos han evitado el tono descalificador de otras intervenciones y han tendido una mano al diálogo, pero esta actitud y su mayor moderación verbal no se corresponde con el reparto a la prensa de un duro manifiesto en el que junto a otros cargos exigen "responsabilidades políticas" al secretario de Organización de Podemos Euskadi, Lander Martínez.

Acusan al número tres de la organización de "imposición", por tratar de que prevalezcan los criterios de la dirección, y de "amenazas", por advertirles del riesgo de expulsión que pesa sobre ellos si persisten en su actuación.

"El Consejo de Coordinación no entiende que imponer esta decisión [abstenerse en los presupuestos] es caer en las manos de aquella política a la que decidimos en su día combatir", aseguran en el documento, suscrito por más de una treintena de cargos públicos, junteros y concejales de Podemos en los tres territorios vascos. En el escrito señalan que dicha imposición es contraria al "compromiso" adquirido con la ciudadanía y una "falta de respeto "a la democracia interna.

En el Manifiesto de seis puntos, en apoyo de la decisión de los críticos alaveses, los firmantes rechazan rotundamente bajo el título "No es no" los presupuestos presentados por el gobierno foral de PNV-PSE-EE.

Consideran que su "continuismo" impide responder a las necesidades de la ciudadanía y contraviene el programa de emergencia social planteado por Podemos. Además aseguran que "no se puede negociar" con quienes mantienen políticas fiscales que "castigan" a las clases populares y se benefician de las "redes clientelares".

Por último descalifican el resultado de la negociación llevada a cabo con el PNV por los junteros alineados con la dirección y rechazan que la aprobación de enmiendas por importe de un 0,21% de un presupuesto de 473 millones de euros pueda presentarse como un "gran logro". "Destinar 21 céntimos para partidas sociales de cada 100 euros presupuestados nos parece una justificación que carece totalmente de sentido", concluyen.

La presentación del Manifiesto amplifica la crisis en el partido de Nagua Alba, le confiere un carácter general que excede las fronteras territoriales de Álava, mete presión a la cúpula del partido y enrarece aún más el ambiente de la próxima reunión pese a las proclamas de voluntad de acuerdo.

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