La situación política que en primavera Zarzuela calificaba de "inédita" ahora se ha transformado en "insólita": nueve meses de Gobierno en funciones, dos elecciones, dos investiduras fallidas y unos terceros comicios el 18 de diciembre. Con la quinta ronda de consultas a la vuelta de la esquina en octubre, Felipe VI se enfrenta ya al ecuador de las 10 mantenidas por Juan Carlos I en 38 años y medio de reinado.

"Se está haciendo Constitución a medida que se producen los acontecimientos. Sin salirse un milímetro de la Carta Magna, pero sabiendo que la praxis constitucional está condicionada por las circunstancias", señalan desde Zarzuela. "En primavera el rey tuvo que tomar una decisión inédita: proponer como candidato al líder del segundo partido más votado. Una de las virtudes de la nominación de Pedro Sánchez fue que se puso en marcha el reloj. Fue un decisión tomada en función de las circunstancias y de la disposición del candidato pero siguiendo al pie de la letra lo que marca la Constitución".

Esta semana, y debido al carácter plebiscitario que se le quieren dar a las elecciones vascas y gallegas, esa quinta ronda de consultas se presupone más cerca. El rey disuelve las Cortes el 31 de octubre y antes tiene varias citas ineludibles, entre ellas la apertura del curso universitario en Cáceres; al celebración del 12 de Octubre; los premios Princesa de Asturias en Oviedo y la cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias (Colombia). Entre el 4 y el 25 de octubre, el calendario libre queda reducido a unos 14 días hábiles.

UN DIA DE 24 HORAS

Desde la Casa del Rey advierten, sin embargo, de que "el día tiene 24 horas y la Constitución no establece que las consultas tengan que celebrarse en días laborables". Expertos parlamentarios y constitucionalistas mantienen que dentro de lo "insólito", la Casa de Felipe VI está asentando ya su propia tradición. Así, y "dado lo formalistas que son en la Casa Real [sic], les encantará poder repetir la misma liturgia" que el pasado 25 de abril, y que la ronda de consultas de octubre sea de mera "constatación" de que no existen mimbres para proceder a una propuesta. Según estos expertos, el caso del 25 de abril es la única manera de sortear las lagunas de una Constitución cuya lectura literal no resulta taxativa y deja abierto el campo de la interpretación.

El pasado 25 de abril, y de nuevo por primera vez en la historia constitucional española, el rey convocó la ronda de consultas apenas una semana antes de que expirara el plazo de disolución de las Cortes tras la investidura fallida de Pedro Sánchez. Lo hizo como una especie de "notario real" que constató la falta de acuerdo político. Ese modelo es el que espera aplicar de nuevo en octubre dada lo improbable de una nueva investidura.

PROCEDIMIENTO SOLEMNE

"El rey no está obligado a hacerlo, pero este monarca en particular quiere demostrar así que muestra un escrupuloso respeto por la Constitución y que hace todo lo que está en su mano", según los expertos consultados.

De ahí la presión que ejerció el pasado 5 de septiembre, tras la entrevista con Ana Pastor, la presidenta del Congreso, cuando Felipe VI se refirió a su mensaje de Navidad de 2015 para instar a los políticos al "diálogo, la concertación y el compromiso". Añadió un último punto: que entre el 5 de septiembre y hasta que se produzca esa quinta ronda en octubre estaría "en contacto regular y permanente" con Pastor. Esa información que le transmite la presidenta del Congreso es "clave" según Zarzuela a la hora de tomar las decisiones: "Es allí en el Congreso donde está el bloqueo, y son los partidos los que deciden".

Pero los expertos consultados advierten de que en octubre la situación política actual podría dar giros inesperados, como el asesinato de Pedro Sánchez o la dimisión forzada de Mariano Rajoy. Hasta tal punto, señalan, que el rey podría verse obligado a realizar consultas por teléfono "o por Skype". Nada está escrito en la Constitución sobre el formato que han de tener estas consultas.

En la Casa del Rey difieren y señalan que las consultas han de ser presenciales, celebrarse en La Zarzuela y estar rodeadas de una cierta "solemnidad" ya que se trata de un "procedimiento constitucional".

TRES ARTÍCULOS

La Constitución ofrece tres artículos- 56, 64 y 99- al rey para vadear la situación. El primero le explica que él "arbitra y modera" las instituciones; el segundo que Ana Pastor refrenda la "propuesta y el nombramiento del presidente del Gobierno" así como la disolución de las Cortes, y el último que "se tramitarán sucesivas propuestas" si la investidura resulta fallida.

Ante esta magra ayuda constitucional, son las circunstancias y las decisiones que ya tomó entre el 14 de enero y el 25 de abril de este año las que le ayudarán a enfrentarse a este nuevo vacío, destacan desde Zarzuela.

Esta semana, el rey tiene libres los dos días siguientes a los dobles comicios del domingo para analizar los resultados con su equipo en su despacho. El miércoles recibe a los participantes españoles en las olimpíadas de Río y el jueves a vuelve a recibir cartas credenciales de nuevos embajadores en España. Pero el viernes, de nuevo, la agenda aparece vacía: esa quinta ronda, la del ecuador, pende sobre su calendario.

Noticias relacionadas