Barcelona

La siempre cambiante hoja de ruta independentista ha incluido este lunes un nuevo elemento en su plan. Junts pel Sí (JxS) y la CUP han pactado incluir un “mecanismo unilateral de ejercicio democrático” que se celebraría para culminar un proceso de secesión dividido en tres fases.

La primera fase consistiría en un “proceso participativo” sobre la independencia y la desconexión con el Estado. La segunda fase serían unas “elecciones constituyentes” tras las que se formaría una “asamblea constituyente” que se encargaría de redactar una constitución catalana. Finalmente se celebraría el mencionado “mecanismo unilateral de ejercicio democrático” para que los catalanes decidieran sobre esa Constitución y, de facto, sobre la secesión. Así lo establecen las conclusiones de la comisión de estudio del Proceso Constituyente, que a última hora de este lunes han conseguido acordar JxS y la CUP después de negociar hasta el último minuto.

La fórmula elegida sobre ese mecanismo unilateral vuelve a ser muy poco concreta y está abierta a distintas interpretaciones. El término queda entre las “vías democráticas de unilateralidad” que defendía JxS y el “Referéndum Unilateral de Independencia” que quería la CUP. Ambos partidos independentistas han estado a punto de no ponerse de acuerdo pero finalmente han conseguido un acuerdo que ha permitido mostrar cierta unidad en las filas separatistas después de unos meses de divisiones.

El texto, aprobado por los diputados de JxS y la CUP, constata que, después de las elecciones generales del 26 de junio, “no hay ningún margen de acción para el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo catalán en el interior del marco jurídico constitucional y legal español”. El Govern de Puigdemont ha insistido en varias ocasiones que estaba dispuesto a encontrar una salida negociada al proceso catalán. Este nuevo documento, no obstante, constata la determinación de la Generalitat a tirar adelante con sus planes independentistas sin esperar ningún gesto desde La Moncloa.

El documento aprobado afirma que, después del llamado “proceso participativo”, se completará la “desconexión de la legalidad española” mediante la “aprobación de las leyes del Parlament”. Estas leyes tres leyes de desconexión, según el texto, “no son susceptibles de control, suspensión o impugnación por parte de cualquier otro poder, juzgado o tribunal”. El texto aprobado este lunes tiene que pasar todavía por el pleno de la cámara catalana.

La comisión de estudio del Proceso Constituyente ya empezó con polémica hace pocos meses, cuando PSC y C’s anunciaron que no iban a participar en ellas en señal de protesta. Desde CSP se han apoyado 3 de los 11 puntos de las conclusiones, entre ellos el que hace referencia a la legitimidad de Cataluña para iniciar un proceso constituyente. El PP, por su parte, ha votado en contra de todos los puntos ya que considera que se intenta dar “validez democrática” a un proceso que busca “vulnerar el ordenamiento jurídico”. A pesar del apoyo de CSP a una parte de los puntos, el presidente de su grupo parlamentario, Lluís Rabell, ha tildado la comisión de “acto propagandístico” y ha lamentado que se apueste por la unilateralidad.

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