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Apenas llevaba una semana en prisión por una condena por violencia machista, pero este sábado quiso fugarse. De manera que a las once y media de la mañana, se ordenó el bloqueo del Centro Penitenciario Murcia I después de que se detectara la ausencia de este preso durante el recuento.

Desde Instituciones Penitenciarias se abrirá una investigación para esclarecer cómo este preso, de nacionalidad española, y algo más de 40 años, terminó encaramado a una palmera, tras saltar los dos muros perimetrales, durante un intento de fuga que fue abortado por los funcionarios.

"En el tránsito de un departamento a otro, el recluso pudo burlar la vigilancia y logró llegar hasta el muro del módulo número 7 donde está interno, logrando escalarlo", tal y como detallan fuentes penitenciarias a EL ESPAÑOL.

De hecho, este reo condenado recientemente "por malos tratos hacia su pareja" también pudo saltarse el segundo muro perimetral de esta cárcel.

El reo estaba a un paso de volver a ser un hombre libre, y valiéndose de su físico "fibroso", fue capaz de pasar de la segunda valla a una palmera, a pesar de las concertinas. Pero justo en ese momento, se llevó a cabo el recuento en el módulo número 7, los funcionarios detectaron que no estaba en su chabolo y saltaron todas las alarmas.

Los muros perimetrales del Centro Penitenciario Murcia I. Google Maps

"De inmediato, se ordenó bloquear toda la prisión". Los funcionarios de Instituciones Penitenciarias comenzaron a chequear cada palmo del recinto y de los alrededores, hasta que descubrieron a este maltratador, "enganchado a una palmera del exterior de la cárcel", a varios metros de altura, "neutralizando" su huida.

El personal de prisiones tuvo que coger unos colchones para improvisar un dispositivo de seguridad porque el reo se podía caer al vacío. "Era una altura como para matarse en caso de caída", tal y como detallan las citadas fuentes.

Este interno "podría tener problemas mentales", ya que durante la secuencia "estaba insultando al subdirector del centro". De forma que con mano izquierda, los funcionarios lograron hacerle bajar de la palmera sin la ayuda de la Guardia Civil y pasada la una del mediodía de este sábado, el recluso acabó en el área de aislamiento como castigo por su intento de fuga.

Una fuente del sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMP) ha criticado que lo sucedido en el penal de Sangonera la Verde "es una consecuencia de la falta de personal", para garantizar una ratio de funcionarios que evite incidentes: "Parece ser que solo había dos funcionarios para supervisar todo el módulo 7".

Además, el sindicato ha recordado que "Murcia I es una prisión muy antigua", lo que obliga a los funcionarios a hacer varios recuentos al día para paliar la "falta de medidas de seguridad".