Valencia

Marisol Burón es una mujer inspiradora y una luchadora incansable por la memoria de su hija. El 7 de noviembre de 2019 su vida cambió para siempre. Su hija, Marta Calvo, una joven de 25 años, fue supuestamente asesinada por Jorge Palma, un narcotraficante colombiano afincado en Valencia que envenenaba a mujeres y las sometía sexualmente introduciendo cocaína en sus vaginas.

La última señal del móvil de Marta procedía del municipio valenciano de Manuel, a donde acudió a una cita con Jorge. El hombre se entregó un mes después de la desaparición de la joven, asegurando que Marta murió por un accidente durante una práctica sexual de riesgo. El único acusado contó a los investigadores con absoluta frialdad que descuartizó el cuerpo y lo tiró en diversos contenedores

Marisol todavía no tiene con ella a su hija. A pesar de la intensa búsqueda de la Guardia Civil, su cuerpo sigue sin aparecer. No hay ni rastro. Solo una persona sabe dónde están los restos de su hija y "la ley ampara su silencio". Jorge le ha robado hasta el duelo. El dolor es insoportable, pero ha aprendido a convertir el sufrimiento en superación y perseverancia. 

Dos años y medio después, Marisol ha conseguido que el Congreso debata aumentar las penas para los asesinos que ocultan el cadáver. Es el primer paso de la llamada ley Marta Calvo, una reforma normativa histórica que esta semana ha iniciado su camino y que los partidos deberán perfilar a partir de ahora. Es un avance importante porque, sin el cuerpo, pueden reducirse muchísimo las penas incluso en casos de confesión.

El objetivo de esta iniciativa es que se regulen delitos distintos para que las penas también vayan por separado"Creo en la reinserción de un drogadicto que ha tenido que robar para consumir. En la reinserción cuando los delitos son menores. Pero monstruos como el que mató a mi hija no se recuperan nunca".

La madre de Marta Calvo, Marisol Buron (c) y el padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer (d) atienden a los medios. EFE

Días después de que la mayoría de partidos de la cámara apoyaran su propuesta, Marisol mantiene un encuentro con EL ESPAÑOL para explicar cómo convenció al Congreso. "No es venganza, es justicia. Por Marta y por tantas mujeres más". Mirando al mar desde La Marina de Valencia, nos cuenta la historia de tenacidad y empeño de una madre desesperada por encontrar el cuerpo de su hija.

"Está haciendo un daño añadido a lo que que es la muerte de una hija. No he podido empezar un duelo. Sé que mi hija ha fallecido porque me lo ha dicho la Guardia Civil, pero yo no la he visto y no soy capaz de cerrar este capítulo. La tengo en mi corazón, pero necesito su cuerpo", explica. 

- ¿De dónde saca una madre tanta fuerza?

- "Lo difícil es levantarte de la cama porque lo que quieres es morirte. Sé que esto no lo superaré nunca. Pero luego pienso, tengo otro hijo y Marta no me lo perdonaría jamás. Un día pensé, si me muero ¿quién hará justicia por mi hija? Es en ese momento cuando me puse manos a la obra y a trabajar para que tengamos una España mejor".

El primer paso

Lo primero que hizo Marisol para impulsar el cambio normativo fue trabajar en una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), un instrumento de democracia directa, fundamentada en el derecho de la ciudadanía a participar del sistema democrático a través de la intervención en el ámbito legislativo. Permite a la ciudadanía plantear en el Congreso el debate y la votación de propuestas de ley sobre temas que sean de interés para un sector de la población.

"No tengo ni idea de leyes, nunca me había dedicado a esto y no sabía si estaba capacitada. Pero hablé con mi familia y mis abogados y me animaron". A partir de aquí, inició una ronda de contactos con diversos dirigentes públicos en busca de apoyos. "Ahora me he dado cuenta de lo que es la política", recuerda. 

Marisol junto al presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Marisol presentó la ILP en noviembre de 2021 acompañada por el padre de Marta del Castillo, Antonio del Castillo. Semanas después, el Congreso inadmitía la ILP por falta de competencia, pues un ciudadano no puede impulsar este tipo de modificaciones.

Sin embargo, la Mesa dejó la puerta abierta al comunicar a Marisol que podía impulsar los cambios como una proposición de ley a través de una petición. Inició de nuevo el trámite y esta semana ha salido adelante con el rechazo de Podemos, que en un principio avanzó que votaría a favor, y los nacionalistas catalanes y vascos.

"Yo trabajé por la unidad y lamento profundamente la postura de Podemos. A mi hija la asesinaron por el hecho de ser mujer, me da igual que la ley diga que no es violencia de género. Es violencia de género con todas las letras, aunque solo haya tenido una relación de un día con su agresor. No entiendo su posición. Es un partido que se declara feminista y dirige el Ministerio de Igualdad".

- ¿Qué le diría a Irene Montero?

- "Le preguntaría que si Marta Calvo, Diana Quer o Marta del Castillo fueran hijas suyas qué haría ella. Me lo he preguntado muchas veces. Me encantaría tener una conversación con ella".

Marisol destaca que la intención que persigue un homicida con la ocultación intencionada del cadáver de la víctima no es otra que obstaculizar las investigaciones policiales. El objetivo no es otro que eludir la acción de la justicia.

El análisis del cadáver mediante la autopsia, arroja una serie de conclusiones a través de procedimientos diagnósticos con tecnologías cada vez más sofisticadas que conducen a un juicio clínico sobre la causa de la muerte y las circunstancias que la rodearon. Los resultados de la autopsia resultan fundamentales para los investigadores a la hora de determinar las circunstancias de la muerte y averiguar con certeza casi total la implicación del homicida.

Marisol reunida con representantes del PP valenciano.

"El cuerpo de mi hija no puede hablar porque no quiere decir dónde está". Por ello, la madre de Marta Calvo plantea la tipificación del delito de ocultación de cadáver cuando el autor de los hechos se niega a colaborar y pueda probarse su autoría por otras pruebas incriminatorias, respetando el principio constitucional de presunción de inocencia del que goza el investigado.

La extensión de la pena propuesta por la plataforma creada por Marisol es de entre seis y diez años como delito autónomo, sin perjuicio de la que pudiera imponerse por el delito homicida correspondiente aplicable al caso concreto. 

El cuerpo de Marta no ha aparecido, pero sí el de las otras dos mujeres que Jorge supuestamente asesinó. "No tendrá escapatoria en el juicio". La Fiscalía solicita 130 años de cárcel para Jorge Palma. Está acusado de abusar sexualmente y matar a tres mujeres: Marta Calvo, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos, y por abusar sexualmente de otras ocho.

"He hablado con alguna víctima del asesino de mi hija. Tuve contacto con una chica que tenía 18 años y su relato es aterrador. Las anulaba drogándolas, todas cuentan lo mismo. Me dijo que no recordaba ni siquiera haber subido las escaleras. Ella logró volver en sí, pero se encontraba muy mal. Se fue al cuarto de baño, se duchó y se notó algo raro. En ese momento se sacó una bola de cocaína de la vagina. Me dijo que nunca había visto tanta droga junta".

El juicio arrancará el 13 de junio y durará un mes. "Estoy preparada. Sé que me voy a encontrar con él, pero no le tengo miedo". 

Marisol y su hija Marta.

- ¿Y cómo se prepara una madre para esto?

- "A ver si me mira a los ojos. No le voy a decir nada, con mi mirada tendrá bastante". 

No será la primera vez que coincidan. Marisol lo tuvo delante de ella solo un día y medio después de que Marta desapareciera.

Cinco días

Marisol recuerda que siempre ha sufrido mucho por sus hijos. Marta era una mujer independiente que vivía sola en Valencia y Marisol una madre preocupada por saber dónde estaba. "Me decía 'mami, estoy bien, tranquila'. Siempre respondía lo mismo y yo le contestaba recordándole que algún día tendría hijos y sufriría como yo".

"La madrugada del 7 de noviembre mi hija me envió la localización de la casa de Manuel porque iba a pasar unos días con ese chico. Habíamos quedado al día siguiente y en el mensaje me decía que no podría ir porque ya era tarde. Me desperté y vi que se encontraba en Manuel, no tenía ni idea de dónde estaba el pueblo".

Las horas pasaban y seguían sin llegar noticias de Marta. Marisol la llamó, pero el teléfono estaba apagado. Dejó pasar el día pesando que se habría quedado sin batería y estaría bien.

El día 8 seguía sin tener noticias de su hija. "Entraba a trabajar por la tarde y me fui antes al piso de Marta en Valencia. No estaba y faltaba ropa, su secador... Me fui a trabajar y ya empecé a tener una sensación rara. Sabía que algo iba mal".

Marisol comentó en el trabajo que se encontraba mal. "Me daba vergüenza decir que iba a salir a buscar a mi hija de 25 años". Se subió al coche, buscó la localización y puso rumbo a Manuel. 

Cuando llegó, vio una pequeña luz dentro de la casa y pensó que ahí estaba Marta. "En ese momento lo que mi vino a la cabeza es que encima me iba a reñir por ir a buscarla". Tocó al timbre y nadie le abrió. Volvió a llamar sin obtener repuesta.

"Pregunté a un vecino y en ese momento abrieron la puerta. Era Jorge Palma y el vecino me acompañó hasta la puerta porque nunca lo había visto en esa casa y sospechó. Lo tuve delante de mí y le pregunte, ¿dónde está Marta?".

El supuesto asesino de Marta, Jorge Palma.

- ¿Y qué le respondió?

"¿Qué Marta? Le dije es mi hija, hace un día y medio que no sé nada de ella y estuvo por última vez aquí. Me contestó que no la conocía sin inmutarse, que si quería pasar para comprobarlo. Estoy segura de que si no me acompaña hasta la puerta ese señor me habría dicho que estaba dentro y yo hubiese pasado. Creo que hoy no estaría hablando aquí contigo. Me despedí y, cuando estaba en el coche, algo me decía que volviese. Pero ¿cómo iba a hacerlo? No era miedo, él no tiene el aspecto de un monstruo, era porque pensaba que me había pasado con el chico".

Marisol intentó convencerse a sí misma de que Marta estaría bien y que en algún momento aparecería. Pero las horas seguían pasando y se fue a la Policía Nacional a denunciar.

"Le dije al agente que venía a presentar una denuncia porque me hija había desaparecido. Se quedó blanco y se interesó por la edad. Le dije que Marta tenía 25 años y me preguntó si vivíamos juntas. Al decirle que no, me preguntó que por qué denunciaba. Que era fin de semana, mayor de edad y vivía en su propia casa. Yo conocía a mi hija y de ahí no me iba hasta que redactara la denuncia. De mala gana me tomó declaración y empezó a preguntarme si mi hija había colgado algo en redes sociales. Le conté todo, pero la denuncia solo tenía un párrafo". 

Marta Calvo.

La denuncia de Marisol tardó cinco días en tramitarse. "Cinco días en los que nadie buscó a Marta". Cinco días en los que a Jorge le dio tiempo a deshacerse del cuerpo y esconderse. Entonces la Policía le comunicó que el asunto había sido derivado a la Guardia Civil al desaparecer en Manuel.

"No abrieron el aviso que llegó por correo electrónico y no se dieron cuenta de que me hija llevaba tantos días desaparecida. Me llamaron y estuve cinco horas declarando. Les hice todo el trabajo". A partir de aquí, los esfuerzos para encontrar a Marta se redoblaron. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil asumió la investigación y desde entonces no han parado de buscar a Marta. "Todo cambió y siempre me atienden muy amablemente".

No pierde ni un minuto de su tiempo en pensar en el asesino. Marisol solo afirma tener la fuerza suficiente para seguir siendo la gota china del Congreso y que los asesinos confesos no obtengan beneficios si el cuerpo no aparece. "Por Marta Calvo y Marta del Castillo, por todas las que puedan venir".

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