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Cuando los políticos andaluces volvieron a la faena, el pasado mes de septiembre, el Gobierno de Juanma Moreno aceleró: el presidente de la Junta anunció una batería de bajadas de impuestos a las que podían acogerse quienes tuvieran mascota, acudiesen al gimnasio o fueran celíacos.

Los mensajes de Moreno sonaron a tambores preelectorales, a precampaña. El 'popular', que aspira a reeditar su amplia mayoría absoluta tenía por delante unos meses hasta convocar las elecciones y pocos problemas de gravedad.

El año político acaba con una norma fundamental, que se aprueba este mismo jueves: la Ley de Presupuestos Generales de Andalucía 2026, guía y regla para el desarrollo de cualquier cuestión en la comunidad y, para el PP, prueba de la estabilidad de la que son garantía. "Hemos aprobado siete presupuestos y el Gobierno central ni uno", señalaban fuentes del Ejecutivo andaluz.

El final de año no para de acelerar -hasta 10 leyes han llegado al Parlamento después del verano-, cuestión que levanta suspicacias en la oposición. "Si no te persigue nadie, ¿por qué corres?", se preguntaba un líder de izquierdas este miércoles en el Parlamento, quien sospecha que a este maratón legislativo le seguirá una convocatoria electoral a primeros de año.

Sin embargo, desde el PP calman los ánimos. No hay elecciones... por ahora. Serán "a final de primavera", insiste Juanma Moreno cuando se le pregunta. Siempre y cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no adelante los comicios.

Doble votación

En ese caso, confirman fuentes del Gobierno andaluz, habrá doble votación. Por eso, señalan, hay que estar listos. La situación de Sánchez, acorralado por casos de presunta corrupción y de acoso sexual y laboral de estrechos colaboradores y familiares, es impredecible.

Si el final de año está siendo un sprint, el inicio fue un paseo. Militar en algunos casos, por lo aplastante. Lo fue porque los principales partidos se dedicaron entonces a designar a los primeros espadas y a designar candidatos.

Es el caso del PSOE, fue María Jesús Montero la elegida para relevar a Juan Espadas al frente del partido. Vicepresidenta del Gobierno, ministra de Hacienda, exconsejera... Estaba llamada a ser un 'calamorrazo' en el aparato y en la militancia.

'Cosió' al partido en el congreso que el PSOE andaluz celebró en Granada integrando a todas las sensibilidades. Pero las encuestas le dan la espalda. De hecho, según el último sondeo electoral del Centro de Estudios Andaluces (Centra), Montero conseguiría en unas elecciones el peor resultado del PSOE de su historia en Andalucía.

El PP tiene poca duda. Se sabía que Juanma Moreno iba a ser el candidato, cuestión que se ratificó en el congreso que el partido celebró en Sevilla este pasado mes de noviembre. Con el 99 por ciento de los votos, fue reelegido presidente de la formación en la comunidad y candidato a la Junta.

A la izquierda, Por Andalucía dio la sorpresa hace poco más de un mes. Todo el mundo esperaba que su candidato fuera Ernesto Alba, pero Antonio Maíllo dio un paso adelante refrendado por todos los partidos que conforman la coalición.

En Adelante Andalucía tienen al frente a José Ignacio García, algo que se sabe hace meses. En Vox, sin embargo, no hay nada oficial, aunque todas las voces dan por cierto que será Manuel Gavira quien lidere la papeleta.

Las fichas están sobre el tablero y el campo de juego está claro: el PP apuesta por la moderación, el diálogo y la estabilidad que les da la mayoría absoluta. Una mayoría, insisten, que de perderse pondría en juego convocatoria de elecciones, incentivos a empresas o medidas sociales.

Desde el PSOE apuestan por el ataque a la gestión de los servicios públicos. Sobre todo en el caso de la sanidad, donde han conseguido que la Justicia investigue la gestión de contratos durante la pandemia.

En todo caso, no es el momento aún de lanzarse a los ataques, puesto que queda legislatura. No se sabe cuánta, y por eso el Gobierno andaluz acelera. De hecho, se ha habilitado enero, de normal inhábil, para aprobar más leyes.

Pasarán por el Parlamento de Andalucía la Ley de Colegios de Pedagogos o la de Detectives Privados. Antes, sobre todo a final de año, han pasado la Ley de Turismo, la de Patrimonio, la de Universidad, la de Montes o la de Gestión Ambiental.

Pasado enero, cualquier cosa puede pasar. Que Sánchez convoque elecciones y Andalucía vaya detrás. Que no ocurra eso y se convoquen en junio. O en mayo. En el PP andaluz señalan que sería lo mismo, porque el acelerón legislativo, señalan, les ha preparado para cualquier escenario.