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El presidente de la Junta insiste en que las elecciones en Andalucía serán en junio de 2026. Dentro de 10 meses. Sin embargo, la comunidad vive ya una precampaña a toda máquina que se puede hacer eterna si realmente las urnas no se abren hasta finales de primavera.

El PSOE dio muestras este jueves de haberse subido al carro electoral. Lo puso en marcha la líder socialista María Jesús Montero con el Comité Director del partido, donde pidió filas prietas y movilización. Siguieron los diputados del partido con una escenificación de repulsa a la barbarie de Gaza para, entienden, poner "en evidencia" al presidente de la Junta.

Desde el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, también se dan muestras de movimientos que tienen las urnas en el centro. Aunque en público y en privado desde el Gobierno andaluz niegan que sean anuncios electoralistas, las rebajas fiscales por mascotas, cuotas de gimnasio y alquiler de vivienda son apuestas por un electorado urbano, de clase media y moderado.

Ahí está, reconocen en el PP andaluz, donde el partido puede crecer y agrandar la distancia con el PSOE. Aunque los populares rechazan que sean medidas "electoralistas", como acusan los socialistas.

Un alto cargo del PP andaluz con responsabilidades institucionales lo explicaba esta semana: "Si hemos hecho seis bajadas de impuestos, por qué esta que es la séptima es electoralista?". La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos lo decía en público: "La bajada de impuestos está en el ADN del PP y del Gobierno de Juanma Moreno".

Pleno en el Parlamento

La misma idea corría por los diputados populares este Pleno ordinario, en el que se notaba que había satisfacción en las filas azules por dominar la iniciativa política. Las bajadas de impuestos para mascotas, gimnasios y alquiler, se esté o no de acuerdo, han determinado el marco político. El PP ha controlado el espacio mediático y ha obligado a los demás a tomar una posición.

De hecho, hay grupos como Por Andalucía que, conscientes de esta cuestión, decidieron hablar de servicios públicos en la sesión de control. No querían hacerle el juego al Gobierno y ahondar en las ideas que quiere 'vender' al electorado. Por eso Inma Nieto pegó un quiebro y le preguntó a Moreno por educación.

Aunque el Gobierno andaluz quiera desligarse de las urnas, todo el mundo las mira de reojo. Y los anuncios de bajada de impuestos, aunque sean parte de las políticas del Ejecutivo de Juanma Moreno, ahora se leen como promesa.

Todo son ya elecciones. Se quiera o no. Se pretenda o se interprete. También Vox elevó éste jueves el tono como pocas veces antes para buscar el foco. "Quieren llenar España de moros", lanzó Manuel Gavira, su portavoz, en la sesión de control.

Con los partidos en ebullición y el Parlamento de Andalucía caliente como una olla a presión, fuentes del Gobierno andaluz buscan enfriar los ánimos. No habrá elecciones en marzo, señalaba un alto cargo del Ejecutivo este jueves. Otro destacado nombre del organigrama popular señalaba que hay que "vender gestión" antes de abrir las urnas.

Eso, decía la misma fuente, descarta cualquier fecha antes de marzo. "Si son en marzo, dos meses antes no se puede inaugurar nada. Eso nos lleva a enero. Y hay mucho de qué hablar y mucha gestión que contar", explicaba. "Somos el Gobierno de la gestión y el diálogo -añadía- y el diálogo lo demostramos con acuerdos, pero la gestión necesita fotos que la prueben".

No hay elecciones ya, pero el simple hecho de que periodistas y políticos especulen ya con la fecha demuestra que hay nervio. Que no nervios. Que hay tensión.

Lo confirman entre risas fuentes del PSOE. "Estamos listos", declaran en privado. Y, como el PP, hacen apuestas siempre con un ojo en Madrid.

Porque las elecciones, señala insistente Moreno, serían en junio. Puede que en mayo. Pero ¿y si Pedro Sánchez convoca las generales? Se adelantan las andaluzas.

En esta quiniela no cuenta, señalan fuentes del PP el rumor de que Alberto Núñez Feijóo, presidente nacional del PP, presione a Moreno para que convoque pronto para apuntarse una victoria que le lance a unas generales con aura de victoria.

"Ese posible adelanto coincidiría con las elecciones de Castilla-La Mancha en marzo y eso no tiene sentido. En la dirección nacional querrán no dos victorias solapadas sino dos victorias separadas que puedan vender como una tendencia", razonan.

Sea como fuere, en el Parlamento se habla de quién será candidato a qué. De cuándo se abren las urnas. Hasta de quién se ve de consejero. Ahí sí que no especula nadie. Un alto cargo del PP esquivaba la pregunta de si se ve consejera y de qué le gustaría con un golpe de risa y una huida. "Qué peligro tenéis", fue su única respuesta.