En la guerra de Ucrania y Rusia ha quedado claro que los drones son clave en la estrategia militar de ambos países. Pero esa misma tecnología, los aparatos volantes teledirigidos, sirven también en el día a día de los ciudadanos para la vigilancia de fuegos forestales o para el control de grandes masas de gente.
Este tipo de desarrollos que tienen un componente dual -militar y civil- son el objetivo de la nueva estrategia de la Unión Europea, Preparedness, de la que es parte Andalucía y sobre la que el Gobierno andaluz, así como el JRC, organismo de investigación de la UE, habló este martes en Bruselas en el seno de la Semana Europea de las Regiones.
Dentro de esta estrategia están, además de Andalucía, regiones de Polonia -frontera con Ucrania- y Estonia -que limita con Rusia-. Las tres zonas son fronteras perimetrales europeas.
Así, Polonia se ha especializado en los drones; Estonia, en la ciberinteligencia; y Andalucía se ha marcado como objetivo dominar el sector del espacio.
¿Qué es esto? Fuentes de la Junta de Andalucía señalan que se trata de todo lo que tenga que ver con "seguridad, aeronáutica y espacio". Es decir, desde drones a cohetes pasando por todas las aplicaciones civiles de software que se puedan imaginar.
Más de 3.000 M€
El sector no es una promesa sino una realidad, señalan las mismas fuentes, que presentaron este martes los avances en Andalucía de la estrategia. Las empresa de este ámbito han creado ya 27.000 empleos. Y facturan más de 3.000 millones de euros al año.
Cuando se piensa en defensa, explican responsables de este programa, "se tiende a pensar en construir cohetes, por ejemplo". Pero hay mucho más.
"Los GPS con los que nos movemos por la ciudad son producto de este tipo de empresas; también los drones que nos ayudan a apagar fuegos donde los bomberos no llegan; y los que llevan medicinas o alimentos a sitios recónditos".
Por eso el nombre de dual a las empresas de este sector. Porque pueden desarrollar tecnologías que tienen que ver con lo militar pero, a la larga, tendrán aplicaciones en el sector civil. Algunas que "usamos todos los días", señalan desde la Junta de Andalucía.
¿Quién no ha cogido un Uber o un Cabify alguna vez? ¿Quién no ha pedido comida a domicilio a través de una aplicación? Pues la geolocalización que hace posible estos servicios son derivadas de la industria que, en origen, fue militar.
En todo caso, es en origen industria militar. Nadie en Bruselas oculta estos días que hay amenazas al oeste y al este. También en Oriente Medio. La OTAN apremia a los estados miembros a prepararse.
¿Qué papel juega Andalucía en este escenario? La comunidad "tiene una larga tradición en la industria de Defensa", explican desde la consejería de Industria, Energía y Minas. De hecho, en la región "hay dos bases de la OTAN", recuerdan.
En Sevilla está también ubicada la Agencia Espacial Española, "y están asentadas las principales compañías tractoras como Airbus, Navantia, General Dynamics", añaden.
Por eso, desde el Gobierno andaluz quieren que "el actual ciclo de transformación de la industria de defensa europea" sea "una oportunidad estratégica para la creación de empleo de valor regional".
El sector está en crecimiento. Facturó un 18 por ciento más que el año anterior en 2024. Es casi el 20 por ciento de lo que se vende en toda España dentro de la Defensa.
Sin embargo, hay margen de mejora. Primero en qué vende Andalucía y, luego, en a quién le vende. ¿Qué vende? "Sobre todo, los productos de menos valor añadido", explican fuentes de la Junta.
Eso, señalan, tiene solución: ayudar a las empresas a migrar a productos donde, aplicando el conocimiento que ya tienen, puedan comercializar productos con mayor I+D. Productos más caros, de mayor valor en la cadena de producción.
¿Y el mercado? La inmensa mayoría de lo que se produce en el sector en Andalucía tiene un cliente: Airbus. Eso pasa, sobre todo en Sevilla. En Cádiz, por ejemplo, es Navantia la reina de la provincia.
Por eso desde el Gobierno andaluz desarrollan ayudas y líneas de apoyo para reducir la dependencia de las empresas del sector dual de Defensa de Airbus.
Desde la Junta hay dos objetivos más. El primero pasa por "integrar nuestro ecosistema local —especialmente nuestras ames y startups— en la Base Industrial y Tecnológica de Defensa (BITD) de España y en consorcios internacionales".
El segundo, explican, por "crear capacidades industriales genuinas dentro de nuestro tejido regional".
¿Qué quiere decir esto? Más interconexión con el resto de industrias europeas y, además, que las empresas y profesionales andaluces dedicados a este sector puedan enseñar, ser referente de Europa en este sector.
Para llegar a esos objetivos, el Gobierno de Andalucía, a través de la Consejería de Industria, Energía y Minas, ha puesto en marcha "varias iniciativas para fomentar el desarrollo de tecnologías de doble uso, aprovechando los fondos de la UE para la especialización regional", explican en el departamento que dirige Jorge Paradela y que ha estado en la Semana Europea de las Regiones estos días en Bruselas.
Así, la Junta ha puesto en marcha un programa de satélites con un presupuesto de 16 millones de euros para "el diseño, la fabricación y el lanzamiento de un sistema satelital 100% andaluz". Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el nombre del primer satélite andaluz será Saeta.
Drones andaluces
A eso le sigue el lanzamiento próximo de un plan para el desarrollo de drones cien por cien andaluces también.
Habrá fondos también para la industria naval -más de 15 millones de euros-; para la logística avanzada -también más de 15 millones de euros- y para el centro aeronáutico con cero emisiones netas -17,3 millones de euros-.
Dentro del programa ProTID Innova IRV, la Junta además desarrolla tecnología dual como "desarrollo de un vehículo terrestre multiservicio teleoperado asequible; valorización de residuos mineros; pilas de combustible y almacenamiento de energía; y mantenimiento predictivo de vehículos".
Este trabajo no se hace solo. De hecho, la Consejería no llegó en solitario a Bruselas este martes. Junto al Gobierno andaluz estuvo hablando de estos proyectos Mikel Landabaso, director del CCI, el Centro Común de Investigación, también conocido como JRC, con sede en Sevilla.
Para la Junta, el JRC o CCI es "un socio clave en el desarrollo de estas políticas" puesto que se trata "del cerebro científico de la UE, que, a través de iniciativas como RegDualosa, nos ha ayudado a analizar nuestra realidad regional y a impulsar la innovación en tecnologías de doble uso".
