La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha confirmado el fallecimiento de dos personas en las provincias de Cádiz y Jaén por golpe de calor. Eran una mujer de 61 años y un hombre de 22. Ambos se encontraban en la vía pública.
Con ellas, desde el inicio de la temporada de verano, ya hay 141 muertes que se atribuyen al exceso de temperaturas. Son 31 más que el año pasado a estas alturas.
Según informan desde la Consejería de Salud, ambas personas estaban en la vía pública y tenían antecedentes personales que los consideraban de especial riesgo, según el Protocolo Andaluz de Coordinación frente a los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud 2025.
Los dos fallecimientos forman parte de los datos recogidos por el servicio de Vigilancia de Salud entre el 13 de julio y el 11 de agosto. Sin embargo, no hay confirmación oficial sobre la fecha en la que se produjeron.
Hasta el 2 de agosto, Andalucía ha contabilizado 897 urgencias por patologías propiciadas por el calor. 598 de ellas no pasaron de la atención primaria, mientras que 299 requirieron atención hospitalaria.
Siete muertes por golpe de calor
Hasta el momento, todos los golpes de calor registrados en Andalucía, han necesitado ingreso en el hospital. La mayoría de ellos se han recuperado, pero siete han perdido la vida.
Precisamente, Andalucía se encuentra inmersa en estos días de agosto en la segunda ola de calor de la temporada.
Este mismo lunes está activada la alerta naranja en todas las provincias de Andalucía y los termómetros pueden llegar a alcanzar los 42 grados.
La situación se agrava este martes. La AEMET ha elevado el aviso a rojo en Sevilla, mientras en el resto de provincias se mantiene en naranja. El mercurio puede alcanzar los 44 grados.
Plan de Prevención
Para paliar las consecuencias del calor funciona durante estos meses el Protocolo Andaluz de Coordinación frente a los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud.
Presta especial atención a los colectivos más vulnerables y establece diferentes niveles de alerta según el grado de riesgo de cada persona. Así, se establecen medidas preventivas para cada uno de los grupos.
Salud identifica como poblaciones dianas a los mayores de 65 años, los enfermos crónicos; las personas que toman medicamentos diuréticos, hipotensores, antidepresivos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes; los menores de cuatro años y los lactantes.
También lo son aquellos que padecen trastornos de la memoria y los que tienen dificultades en la adaptación al calor o consumen alcohol y drogas.
Igualmente, también pueden verse especialmente afectadas aquellas personas que viven solas, sin hogar o que tienen condiciones económicas desfavorables, con exposición excesiva al calor por razones laborales.
