El intento de amaño de las primarias andaluzas de 2021 y la campaña de acoso y derribo orquestada desde Ferraz por los exsecretarios de Organización José Luis Ábalos y Santos Cerdán contra la expresidente de la Junta Susana Díaz, le pueden salir caro al actual alcalde socialista de la localidad cordobesa de Guadalcázar, Domingo Reina.
La Fiscalía le pide dos años y medio de prisión y seis de inhabilitación absoluta por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, según reza en el escrito del Ministerio Fiscal, consultado por este periódico.
Todo ello, por espiar y escuchar conversaciones de manera ilícita del anterior alcalde, Francisco Estepa. Domingo Reina era en ese momento su primer teniente de alcalde. Guadalcázar es un municipio cordobés de 1.600 habitantes.
Se da la circunstancia, además, que el primer edil actual es primo político -marido de su prima- de Rafi Crespín, actual secretaria general del PSOE de Córdoba y mano derecha de Santos Cerdán en el sur.
Crespín también ha sido una estrecha colaboradora de Juan Espadas, como ahora lo es de María Jesús Montero. De hecho, a los tres meses de Espadas en el poder, la diputada cordobesa fue designada secretaria general del grupo parlamentario socialista.
El caso se remonta a marzo de 2021, cuando Juan Espadas y Susana Díaz recorrieron Andalucía desde Pulpí a Ayamonte para tratar de ganar partidarios en su carrera a la secretaría general del PSOE-A.
Para apartar a la expresidente de la Junta, Ferraz quería controlar al máximo las agrupaciones. Para ello, Pedro Sánchez envió a José Luis Ábalos y a Santos Cerdán a preparar el terreno negociando con líderes locales que hasta entonces apoyaban a Susana Díaz.
Literalmente, Ábalos se pasó dos semanas en un hotel de Sevilla, tal y como aseguró hace unos meses la propia Susana Díaz: "Pasó 15 días llamando a gente para cambiarle el voto".
Guadalcázar, junto a Peñarroya, es uno de los municipios señalados en los que más afiliados aparecieron de la nada en el listado de militantes.
En ambas localidades se afiliaron 76 personas en el mes de mayo y las primarias fueron en junio.
En Guadalcázar, donde apenas había 14 militantes aparecieron 22 más. En las agrupaciones de Peñarroya-Pueblo Nuevo, cuyo censo era de 75 militantes, hubo casi 60 altas repentinas.
En aquellos momentos, el alcalde de Guadalcázar denunció públicamente el aumento "sospechoso" de ese censo. Susana Díaz se había reunido con él a principios de abril para pedirle su apoyo, algo que molestó a la agrupación provincial con la que ya estaba enfrentado y donde finalmente ganó Díaz.
La grabación
El alcalde, Francisco Estepa, no lo sabía, pero ya había sido grabado en las dependencias del Ayuntamiento. Y es que, según relata la Fiscalía, su teniente de alcalde recurrió al sistema denominado de "la llamada silenciosa al panel".
Domingo Reina utilizó su teléfono móvil corporativo y se sirvió de la empresa de seguridad con la que el Consistorio tenía contratada una alarma para el espionaje.
De esta manera, pudo escuchar, sin el consentimiento ni conocimiento de sus protagonistas, todas las conversaciones que se llevaban a cabo en las dependencias municipales. Espió las llamadas del alcalde y las del resto de miembros de la corporación local y funcionarios.
Su objetivo era conocer sus charlas privadas. Al percatarse de estas grabaciones, a través de la citada empresa de seguridad, el alcalde decidió acudir al juzgado para interponer la denuncia por la que ahora acusa la Fiscalía.
Todo comenzó paralelamente a la campaña orquestada desde Ferraz para purgar a Susana Díaz y a quienes la apoyaban con otra del propio PSOE de Córdoba para purgar al alcalde de Guadalcázar.
Buscaban echarlo de la Alcaldía en la que llevaba 18 años y poner a alguien afín.
Además de las grabaciones, Francisco Estepa, asegura que recibió todo tipo de amenazas, coacciones y chantajes de responsables de su propio partido para que se fuera de la Alcaldía y para que no llegara a interponer la citada denuncia.
De hecho, le ofrecieron, si se apartaba, un cargo de asesor en la Diputación de Córdoba: el de una compañera del partido a la que le faltaban tres meses para jubilarse.
Previamente, le quitaron la responsabilidad como secretario general del PSOE de su pueblo en una asamblea convocada sin su firma.
Francisco Estepa finalmente declinó presentarse a las elecciones. Tampoco quiso hacerlo como independiente.
"Me hicieron la vida imposible", ha relatado a este periódico. De hecho, ya está fuera de la política, de su propio pueblo y está dado de baja en el PSOE.
Hace unos días, Rafi Crespín declinó ante los medios de comunicación valorar las últimas informaciones sobre las irregularidades en el censo y el amaño de las primarias del PSOE andaluz en 2021. Al contrario, optó por echarle la culpa al PP.
Sin embargo, esta maniobra no fue un caso aislado, sino parte de una estrategia regional para que Juan Espadas ganara las primarias y, posteriormente, poder consolidar su liderazgo con un PSOE abierto en canal. Una cuestión que no consiguió, ni tampoco recuperar el Gobierno de la Junta.
Susana Díaz, por su parte, ha estado guardando silencio hasta este martes. En el programa Espejo Público, donde colabora habitualmente, ha reconocido que fue "un calvario" para ella, pero que prefiere seguir siendo discreta al respecto para "no hacer más daño" al partido.
