La prisión permanente revisable. Esa es la pena que tendrá que cumplir Ionel M. por degollar a su hijo de ocho años de edad en el sótano de su vivienda en Balerma (Almería) el 20 de abril de 2018. Hasta allí lo condujo para degollarlo por la espalda con un cuchillo que llevaba escondido.

Según la Audiencia Provincial de Almería, que ha emitido el fallo tras el veredicto de un jurado popular, lo hizo para dañar a su pareja, a la que también maltrataba. Además, lo condena a otros 12 años y medio de prisión por un delito de maltrato, dos delitos de lesiones psíquicas y otros dos más contra la integridad moral. Este hombre llevó a su otro hijo de once años ante el cadáver de su hermano solo para mostrárselo y decirle que a él no lo mataría.

El tribunal considera probado que el condenado llevó a cabo el asesinato "como último acto de venganza y control" sobre la mujer. Días antes ella le había anunciado su intención de separarse mientras que él insistía en que marcharan juntos a Rumanía, su país de origen, según reza en la sentencia, consultada por EL ESPAÑOL.

Fue entre las 15,00 y las 15,45 horas del 20 abril de 2018 cuando el acusado, que se encontraba en el domicilio familiar de Balerma acompañado de sus dos hijos de ocho y once años, pidió al menor de ellos que le acompañara al sótano.

El niño obedeció y cuando el menor estaba de espaldas, confiado al estar con su padre y sin posibilidad de huida en dicho habitáculo, fue atacado de manera sorpresiva e intencionada con el arma. Le dio varios cortes en el cuello sin que el pequeño pudiera hacer nada por defenderse.

Llamó a su esposa

Tras lo ocurrido, el condenado llamó a su esposa para decirle que había matado al menor de sus hijos. Cuando llegó a la vivienda le dijo que la culpa de la muerte era suya por no querer irse a Rumanía con él. Durante el trayecto, la mujer también recibió la llamada de su otro hijo, quien le contó que su padre le había mostrado el cadáver de su hermano.

Su pareja sufrió un menoscabo psíquico y presenta síntomas de trastorno de estrés postraumático a consecuencia de los hechos. De igual manera, el tribunal considera que tanto el menor como su madre fueron víctimas del daño moral irreparable al que los sometió el acusado al responsabilizarlos de la muerte del pequeño.

Además de las penas de cárcel, el acusado deberá abonar 360.000 euros de indemnización para la madre y hermano del menor fallecido, del que tiene retirada la patria potestad.

Se trata de la tercera ocasión en la que la Audiencia Provincial de Almería impone la máxima pena que contempla el Código Penal tras las condenas a Francisco Salvador S.G. por el crimen machista de Huércal de Almería y la de Ana Julia Quezada, como autora del asesinato del pequeño Gabriel Cruz, tras la celebración de sus respectivos juicios con jurado.

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